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¡Dejemos que Peñaranda se divierta!

Krychowiak salía jugando en la mitad de cancha sevillana. Pronto se complicó tanto como su apellido, sin percatarse que a la derecha tenía a un cachorro disfrazado de bestia hambrienta.

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La pelota llegó a los pies del venezolano Adalberto Peñaranda, quien enfiló hacia el medio, como los grandes, buscando encarar y acercarse al arco, sin huir del protagonismo y esperando, cual inexperto, que otro venga a encargarse de explotar el error del contrario.

Potencia pura, arranque demoledor, ganas de gol, características propias de un nueve consagrado y a la vez, de un joven repleto de ganas de tragarse al mundo. Cuatro rivales dejados en el camino en cinco segundos para luego batir abajo y pegadito del palo al meta Sergio Rico. Era el segundo gol (golazo) del Granada y el cuarto en misma cantidad de partidos consecutivos para el imberbe vigíense. Lo que está logrando Peñaranda no lo hizo ningún venezolano a su edad.

Inmediatamente han surgido las comparaciones, inevitables en el fútbol moderno. No en vano, las conquistas del chamo frente al arco contrario traen cifras estadísticas relevantes: es el extranjero más joven en marcar dos goles en un mismo partido (record quebrado a Messi), el futbolista de menor edad en marcar en Primera con el Granada, el jugador más joven en anidar dos tantos en un choque en el último lustro y la última, extraída de la marca de Mister Chip: está en un selecto grupo de estrellas que hicieron cuatro goles antes de los 19 años en La Liga, junto con hombres de la talla del propio Messi, Raúl, Fernando Torres o Agüero.

Para quienes mendigamos hazañas al fútbol venezolano, lo que está haciendo el ex Deportivo La Guaira es una verdadera proeza, algo escasamente visto. Sin embargo, conociendo experiencias anteriores, hay que tener sensatez y pisar el suelo con firmeza.

El chico apenas ha cumplido la mayoría y las responsabilidades que le estamos colgando en su espalda son enormes, cuando a su edad todavía tiene derecho de querer divertirse.

Hay ya quien osa a ubicarlo como titular en la selección absoluta para la doble fecha de eliminatorias al Mundial en marzo, por encima de hombres como Salomón Rondón, a quien se le critica su actualidad en la Premier League. Ostentamos los venezolanos el récord mundial de fabricar becerros de oro y en el menor tiempo, destruir a esas mismas deidades. ¡El muchacho ni siquiera ha debutado con los mayores! ¡No le podemos pedir a un juvenil que resuelva en un tris problemas tan complejos!

El DT del Granada, el señor José Ramón Sandoval, sentenció que para que un jugador del filial se haga un lugar en el primer equipo, debe “llamar a la puerta y derrumbarla”. Piense… Sí, usted que tanto sabe de fútbol y que no deja de ver un partido de la Liga Española cada domingo, lo que le debe haber costado al delantero venezolano poder llegar y triunfar en un equipo de la máxima categoría. Granada es una sucursal del Udinese, un equipo tradicionalmente comprador de talento joven en el mundo.

Así como Peñaranda fue captado por el equipo friulano, otros cientos han estado bajo la misma situación y se han dejado la piel para poder tan siquiera debutar en Primera División, solo que el criollo, a punta de goles, talento y de contar con la confianza de su técnico (indispensable esto), ha tomado el tren del éxito en su primera parada.

Peñaranda es un mozo al que todo le ha llegado muy temprano. Desde que debutara con 7 años en la Escuela José Luis González, el nacido en el ambulatorio de Mucujepe, ha agotado facetas con una premura de atropello. De muy chamo se ganó la oportunidad de visitar las instalaciones del Real Madrid en España y desde entonces se propuso jugar en Europa y en la Vinotinto, cosa que todo niño con un balón en los pies nacido en estas tierras quiere lograr, sólo que a él el sueño se le ha ido cumpliendo velozmente, justo cuando el calendario de su vida indica que apenas está abandonando la adolescencia.

Se persigna, agradece al cielo en cada uno de sus goles. Algunos han querido resaltar de su conducta lo pendenciero, pero dudo mucho que un futbolista con esas características pueda alcanzar ni tan siquiera la mitad de lo que ya Peñaranda ha logrado. Lo primero que ha hecho desde su debut en la antiguamente llamada “Liga de las Estrellas” es comprarles los pasajes a sus padres, don Adalberto y la señora Sandra.

Coincidencialmente, como asegura el buen amigo vigíense Luis “El Teacher” Cárdenas, la explosión goleadora del delantero ha sido justo cuando sus viejos le acompañan en la ciudad garnatí, reflejo de la importancia que para él tiene el valor de la familia.

“Si tienes alma, lo haces”, le dijo su DT antes del debut en la máxima categoría española contra el Athletic de Bilbao. Aquel día fue figura en Los Cármenes. El tamaño del alma de Peñaranda es proporcional a las ganas de seguir cumpliendo sus metas, que alguna vez fueron sueños.

¡Dejémoslo que juegue, que se divierta! ¡Que el reto de Peñaranda sea superarse a sí mismo y nada más!

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