La Canasta Alimentaria Familiar, para una familia de cinco miembros, subió hasta 26.595.379 millones de bolívares en febrero, lo que equivale a casi $355, según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas – FVM).
El documento de Cendas señala que hubo un aumento de 10,2% con respecto a enero, cuando la canasta alcanzó un precio de 24.139.128 millones de bolívares (317 dólares). Cifra que contrasta con los 3,3 dólares mensuales que ganan la mayoría de los venezolanos.
El aumento de precio fue general para todos los rubros, solo que, según la institución, se registró a una velocidad menor que el mes anterior. Esto se debe a que en enero la inflación se aceleró en 65,4%, según datos de la Asamblea Nacional, algo que en febrero se mantuvo medianamente estático.
El parlamento reveló que en febrero la inflación se desaceleró y creció solo 22,4%. Ante este dato, la firma Ecoanalítica asegura que la inflación del segundo mes fue la más baja con relación a marzo de 2017.
Sin embargo, la realidad sigue golpeando fuerte para la mayoría de los venezolanos. Si para el primer mes del año eran necesarios 96,5 salarios mínimos para cubrir todos los alimentos de la cesta, en febrero hacían falta 106.4 salarios. Esto sin incluir la compra de otros productos y el pago de servicios públicos.
En orden, los productos y rubros que más crecieron según Cendas fueron: grasas y aceites, 22,8%; leche, quesos y huevos, 21,2%; pescados y mariscos, 20,1%; café, 12,6%; cereales y productos derivados, 8,9%; granos, 6,9%; salsa y mayonesa, 6,5%; frutas y hortalizas, 3,7%; azúcar y sal, 1,5%; carnes y sus preparados, 0,9% y raíces, tubérculos y otros, 0,8%.
Proyecciones para marzo
Si para febrero el aumento de precios de la canasta alimentaria familiar fue lento, para marzo las estimaciones cambian significativamente. Tras el anuncio de casos de coronavirus en el país, los precios de los alimentos se han duplicado y comienzan a escasear.
Además, las medidas de racionamiento de combustible son limitativas para los transportistas de alimentos que tienen que recorrer grandes trechos para distribuir los productos en el país. En Táchira, por ejemplo, las colas para surtir son muy largas y si salen al centro del país, devolverse es complicado porque no se consigue combustible en las carreteras.
La Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea) dijo la semana pasada que aseguraría los productos necesarios a los venezolanos. Incluso, anunció que activó un plan con todas las industrias agremiadas para tomar las medidas necesarias en cualquier contexto.
Hasta ahora, las proyecciones de los analistas económicos no son alentadoras. La pandemia de covid-19 en Venezuela solo acentuará aún más los problemas de los venezolanos.