La Nutella se ha convertido en el producto estrella en los bodegones venezolanos. La marca de crema de chocolate y avellanas es reconocida internacionalmente. Sin embargo, en Venezuela, este producto puede ser un símbolo de la disparidad de precios entre los productos importados y los hechos en el país.
La fiebre por la Nutella se ha colado en una Venezuela llena de disparidades.
Mientras el país atraviesa una fuerte crisis económica que ha generado recesión, hiperinflación y diáspora venezolana, hay una realidad alterna en la que la proliferación de bodegones con productos importados genera una sensación de recuperación, en contraste con años anteriores en el que la escasez de productos era el pan de cada día para el venezolano.
Además, el precio de la Nutella en los bodegones es también una muestra de las políticas que ha implementado el régimen de Maduro y que van, según analistas, en contra de la producción nacional.
Comprar un tarro de Nutella es más barato que comprar chocolate hecho en Venezuela, e incluso más económico que las marcas de crema de avellana y cacao hechas en el país.
Mientras un Chocolate Savoy de Edición Especial de 100 gramos cuesta alrededor de $1,8, el tarro de Nutella de 950 gramos se puede encontrar en $9.
Esto quiere decir que mientras un kilo de chocolate venezolano se vende en $18, un kilo de Nutella cuesta tan solo $10,5 en bodegones.
Si se compara con la crema de avellanas y chocolates que se realiza en Venezuela, la comparación es similar. El kilo de este producto puede costar $14, lo cual representa un costo 25% mayor que en el caso de la Nutella.
¿Cómo se explica entonces que un producto con reconocimiento mundial se venda a un menor precio que lo hecho en el país? A grandes rasgos, existen 5 razones por las que esto puede estar sucediendo.
1. Cero aranceles a la importación, más Nutella barata
Desde el 2018, Maduro eliminó 8 mil de los 11 mil aranceles de importación. Desde este momento la proliferación de bodegones empezó a sentirse, principalmente en Caracas.
En agosto de 2018 el superintendente del Seniat, José David Cabello, señaló que eliminar estos aranceles permitía garantizar la materia prima en la producción industrial. Sin embargo, esto no es precisamente lo que sintieron los productores nacionales. Desde ese momento, la producción nacional se encontró en desventaja al competir en precios con productos sin impuestos.
2. Mayores costos para el productor venezolano
Desde el 2013, año en que inició la recesión en Venezuela, la capacidad de compra de la población venezolana se ha mermado aceleradamente.
Según el economista Asdrúbal Oliveros, la economía del país petrolero de 30 millones de habitantes ahora tiene el tamaño de Panamá, un país con 4,5 millones de habitantes, aproximadamente la misma cantidad de personas que han salido de Venezuela por la crisis económica.
Esta realidad hace que las empresas se hayan quedado con una capacidad de producción instalada para un país que ya no existe. Las industrias, en general, están trabajando a solo 20% de su capacidad, lo cual hace que sus costos de producción sean mucho más altos.
Además, la crisis energética venezolana también golpea la producción venezolana y aumenta los costos de las industrias, incluida la industria de chocolates, por lo que competir (en precio) con una marca como Nutella cada vez se pone más cuesta arriba.
3. La banca dejó de financiar el chocolate venezolano
Desde que a inicios de 2019 el BCV impuso un encaje legal de 100% a la banca, la industria ha tenido que financiarse a sí misma para sobrevivir.
Al no permitirles prestar el dinero de los ahorristas, los empresarios venezolanos no han podido acudir a la banca venezolana en busca de financiamiento para producir o expandirse.
Esto ha generado que dentro del sector empresarial se financien con sus propios ahorros, lo que puede encarecer los productos hechos en Venezuela.
Ferrero Rocher, empresa que elabora la Nutella, financia parte de sus operaciones con créditos bancarios. Esto ocurre a pesar que la empresa ocupa el tercer lugar en la industria global de chocolate y confitería. En Venezuela, los productores no cuentan con esa oportunidad.
4. Un dólar barato que le sale caro a la industria nacional
Aunque el precio del dólar parece aumentar aceleradamente en el país, realmente no lo hace a la misma velocidad que la inflación. Esta realidad ocasiona una distorsión que favorece a la importación sobre la producción.
El economista Luis Vicente León señaló en una publicación en su cuenta de instagram que «la devaluación no alcanza el comportamiento de los precios internos (inflación), generando una fuerte sobrevaluación que convierte paradójicamente al dólar en el bien más barato de la economía».
5. La dolarización empuja las compras en bodegones
Aunque no se puede señalar que Venezuela está dolarizada, porque la moneda de curso legal sigue siendo el bolívar, la cantidad de transacciones que se realizan con dólares cada vez son mayores.
Más del 50% de las compras en el país se pagan con dólares. Según los economistas, este fenómeno es normal en un país que ya cumple tres años en hiperinflación.
El gran flujo de divisas en el país puede provenir por remesas de familiares, ahorros en el exterior y dólares de actividades ilícitas, como contrabando.
¿Hasta cuándo estará la Nutella barata?
Mientras la exoneración de impuestos a las importaciones continúe, el precio de dólar siga barato, la recesión continúe y las medidas como el encaje legal se mantengan es posible que la Nutella se mantenga más barata que el chocolate venezolano.
Luis Vicente lo pronostica de esta forma: «Se prevé que la inflación interna continúe siendo superior a esa devaluación, lo que profundiza la sobrevaluación cambiaría, desestimula la producción nacional y estimula las importaciones».
Si esto se cumple, entonces, al menos durante 2020, la realidad de una Nutella barata continuará.
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