En sus estimaciones de inflación, la agencia de estadística de la UE, Eurostat, dijo que los precios en la eurozona de 18 países fueron un 0,2% más bajos en diciembre que en el mismo periodo del año anterior. El descenso fue más acusado de lo esperado. El consenso del mercado preveía una caída del 0,1%.
El principal motivo para la caída, desde la tasa de inflación del 0,3% registrada en noviembre, fue el descenso del precio del crudo, que se está trasladando a lo que pagan los consumidores en las gasolineras.
Que el menor precio del petróleo es el principal factor tras la caída de los precios se hace evidente en el hecho de que el índice de precios al consumo (IPC) subyacente, que excluye productos volátiles como alimentos, tabaco o energía, subió al 0,8% desde el 0,7% anterior.
Sin embargo, muchos en los mercados creen que el BCE respaldará un programa de compra de bonos nacionales similar a los emprendidos por otros reguladores financieros en los últimos años, como la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Inglaterra.
Estas expectativas han lastrado con fuerza al euro, que alcanzó su mínimo de 9 años a 1,1848 dólares el miércoles mientras los operadores incluyen en el precio la perspectiva de que haya más euros en circulación. El presidente del BCE, Mario Draghi, ha dejado entrever recientemente que en breve podría anunciarse algo relacionado con la menor presión sobre los precios en la eurozona. La próxima reunión de la entidad tendrá lugar el próximo 22 de enero.
«Estos son tiempos realmente desesperados para la eurozona, con el bloque cayendo finalmente en deflación», dijo Dennis de Jong, director de UFX.com. «Draghi no se puede permitir seguir sin hacer nada y la presentación de un programa de compra de bonos de flexibilización cuantitativa a finales de este mes parece cada vez más probable».
]]>