“Es más de lo mismo. Escasez de productos, de agroquímicos, semillas, pesticidas, repuestos, etc. Los problemas de fondo siguen siendo los mismos con el agravante de que los precios se han disparado”, afirma Juan Carlos Gómez, ex presidente de Fundacebolla, asociación sin fines de lucro que agrupa a los agricultores del Valle de Quíbor, principal zona productora de esta hortaliza.
En efecto, tanto a nivel del productor como del consumidor, los precios de la cebolla han escalado de manera alarmante hasta alcanzar los 1.800 bolívares el kilo en días pasados, casi tres más el precio pagado a los cultivadores en el campo.
“Nosotros estamos vendiendo alrededor de Bs 500 el kilo, cuando mucho se vendió a Bs 600 después del 24 de diciembre”, señaló Pedro Pérez, productor de la zona, quien recordó que la falta de insumos y problemas climáticos han provocado la caída de la productividad por hectárea, que en la parte baja del Quíbor pasó de 15.000 a 5.000 kilos por hectárea, una baja de 66%.
“En los cerros hay un rendimiento mejor, pero en la parte baja del Valle la situación ha sido fuerte”, afirma.
Aun cuando dice no tener estimaciones generales sobre el aumento de los costos de producción, Pérez señala que la escasez de insumos ha disparado los precios. “Un pote de semillas de cebolla que hace seis meses costaba cerca de Bs 2.500 está ahorita en Bs 30.000 porque no hay”, dice, un alza de 1.200%; mientras que un saco de 25 kilos de nitrato de potasio por el que se pagada a mediados de 2015 Bs 700 se vende hasta en Bs 10.000, un incremento de 1.400%.
Pérez reitera que los inventarios de Agropatria son insuficientes para satisfacer las necesidades de los productores de estos rubros, que contrariamente a otros se siembran durante todo el año. Recuerda además que los altos costos han obligado a muchos productores a retirarse, estimando que en el Valle de Quíbor la cantidad de cultivadores de cebolla se ha reducido en 50%.
“Es imposible para muchos productores poder mantener sus fincas porque los costos sencillamente no dan”, afirma Gómez, uno de los tantos sembradores que dejó el campo para dedicarse a actividades comerciales.
El vocero aclara que las lluvias extemporáneas en las zonas productoras de hortalizas de Guárico, sur de Aragua y Portuguesa provocaron la pérdida de muchos cultivos de cebolla, que fueron replantados pero con un retraso de casi dos meses para la cosecha.
– Y el tomate también –
En cuanto a tomate y pimentón –rubros cuyos precios llegaron a estar en 2.000 y 900 bolívares, respectivamente- Pérez señala que la situación es similar, en especial por la falta de semillas y agroquímicos esenciales.
“El tomate y pimentón han bajado un poco porque ha salido algo de producto al mercado, pero las cosechas han caído”, dice Pérez, quien recuerda que a finales de enero y principios de febrero saldrá la cosecha de los llanos –principalmente Guárico-, con lo cual se espera que el precio baje más.
El productor recordó además que la falta de repuestos ha afectado de manera determinante, pues muchos productores no pueden sacar sus cosechas por falta de transporte. Asimismo, advirtió que los altos niveles de inseguridad han provocado una merma en las cosechas por el retiro de los productores.