Alimentos La Giralda ha surfeado las dificultades económicas que vive el país, recurriendo al crédito externo, ajustes de producción, cambios de envases y presentaciones para “llevar la salsita a las mesas” de todos lados. La planta trabaja hoy a un 40-50% de capacidad por la baja del consumo, pero se prepara para cuando haya tiempos mejores y apunta mucho más alto.
Con un cambio de imagen, reacondicionamiento de plantas, nuevas líneas de productos y un proyecto editorial, Alimentos La Giralda, empresa venezolana que alcanza sus 80 años de fundada, se moderniza y sigue apostando al consumidor en las diversas categorías de sus productos, para posicionarse en el mercado de las salsas y seguir presente en la mesa de los venezolanos.
Mariano Mantione director de Alimentos La Giralda explica en entrevista con El Estímulo que la historia comienza en 1943, cuando los fundadores de la compañía, de origen español, apuntaron hacia los productos para la temporada decembrina y se especializaron básicamente en las aceitunas y alcaparras que ellos mismos importaban y envasaban.
Luego de la compra de la industria en 2013 por el grupo familiar ítalo venezolano Buttaci (del cual Mantione es vice presidente), fueron incorporando al portafolio nuevos productos como kétchup, vinagre, salsas y hace dos años la mayonesa, que primero se maquilaba pero este año comenzó a fabricarse en una línea propia.
La Giralda tiene sus plantas en Cagua (Aragua) y en Los Teques (Miranda). En ésta última elaboran el vinagre, y está en medio de un proceso de renovación que esperan culminar para finales de año, para seguidamente empezar con la modernización e instalación de nuevas líneas de producción que fueron adquiridas en el exterior en 2016 y que apenas arribaron al país el año pasado.
El objetivo es adecuar las instalaciones y ser más eficientes, así como migrar hacia otros tipo de llenados y presentaciones, ya que actualmente trabajan 80% con vidrio y 20% con PET.
“La modernización viene de la mano de un nuevo portafolio siempre en el tema de salsas y de incrementar la producción, además de retomar a mediano plazo la línea de maíz y guisantes que se suspendió por problemas con los envases de latas”.
Mariano Mantione
El director comentó para El Estímulo que la adquisición de equipos se retardó por problemas de financiamiento, pues han procurado siempre tener los recursos para adquirir a tiempo la materia prima de la temporada navideña y los tomates que son importados.
Entre tanto, los vegetales que consume la empresa son nacionales y asesoran a sus proveedores en el proceso de siembra y cosecha para velar por la calidad y especificaciones requeridas.
Referente a los créditos que ha sido un punto álgido para los industriales venezolanos, Mantione afirmó que cuentan con cierto financiamiento internacional por la trayectoria del grupo de empresas familiares y tienen experiencias crediticias en el exterior, lo que les ha permitido tener acceso a préstamos, porque con la banca nacional no hay alternativas.
“Todo lo que hacemos está en Venezuela y se lo debemos al país, porque nuestros abuelos llegaron de Italia después de la guerra y todo lo tenemos aquí, pero la realidad nos obliga a usar instrumentos de afuera, justamente para seguir invirtiendo, creyendo en el país y buscar la manera de seguir avanzando”.
Mariano Mantione
Para el empresario, nacido en el Zulia, la planificación es clave para producir, motivo por el cual pudieron mantener las operaciones durante la pandemia. Sin embargo, tomaron muchas medidas preventivas, bajaron los turnos y generaron planes especiales para que las plantas no pararan de producir.
Al tiempo que los inventarios que albergaban les permitió abastecerse hasta por un año y pudieron resolver la situación, aunque mermaron los volúmenes en los momentos más duros cuando no había posibilidades de traer mercancías por la paralización total (de las cadenas de suministros en los mercados internacionales).
En cuanto a la entrada de productos a Venezuela sin pago de aranceles ni controles sanitarios, indicó que si bien en un momento fue necesario abrir los mercados para abastecer los anaqueles nacionales porque habían muchas fallas y escasez, esas políticas se han ido ajustando poco a poco. Han solicitado al Ejecutivo medidas para no desfavorecer a las empresas nacionales.
A pesar que el gobierno ha escuchado algunas sugerencias, advirtió que hay cosas que se pueden seguir mejorando en cuanto a permisos, aranceles y estímulos a la producción de la industria nacional.
La empresa –dijo- cuenta con diversas líneas y gama de productos para brindar alternativas al consumidor y se diferencian con las marcas La Giralda y La Hacienda, cuyas fórmulas varías según las especificaciones de los preparados, lo que les permite competir en los distintos segmentos del mercado local.
La estrategia de precios y fórmulas que aplican busca llegar a todos los públicos mediante el manejo de la estructuras de costos, tecnología y cuál producto tiene mayor rentabilidad. Allí es donde juega la estrategia de cada compañía.
La Giralda es bien agresiva a nivel de precios y está cambiando la imagen el marco de los 80 años para destacarse en el mercado y lograr un mejor posicionamiento, reveló el directivo.
“Apuntamos al cien por ciento de la población y de acuerdo al tipo de canal al que se oriente, pero la estrategia es estar en todos lados”.
Como parte de los cambios emprendidos, desde hace poco más de año y medio la industria asumió la distribución nacional y ahora maneja directamente el 80% a través de los diversos canales.
Sobre la incidencia que deja la alta carga impositiva que deben pagar las empresas en el país, comentó que realmente lo que más afecta es el flujo de caja por lo pagos anticipados, retenciones, el Impuesto sobre la Renta (ISLR), tributos a las alcaldías y el de las Grandes Transacciones Financieras (IGTF).
Pero a la larga todos estos impuestos, que oscilan entre 25 a 40 por ciento, dependiendo del tipo de producto, terminan siendo cargados sobre el consumidor final quien realmente tiene que costear la estructura para llegar a un precio que no puede evadir.
Con 350 trabajadores de forma directa y una fuerza de venta en oriente, occidente, centro-llano, además de las dos plantas, la empresa maneja una estructura de costo bien definida que le permite “llevar esa salsita a la mesa” y estrategias fuertes de mercado para estar entre los primeros del país.
“Actualmente las plantas operan entre 40 y 50% de la capacidad instalada y hay mucho por expandir. Pero hay una realidad con una contracción importante a nivel de ventas que ha bajado el consumo y ha generado una merma entre 35% y 40%, a pesar que los dos últimos meses se ha dado una leve recuperación por los nuevos productos y la inclusión de una nueva línea. Pero con el portafolio actual de salsas es difícil competir con las grades empresas como son Polar y Heinz, que lideran el mercado y si queremos participar, tenemos que hacer cosas diferentes”.
La adquisición de la Giralda por los actuales dueños se concretó en 2013 y los mejores años de la compañía fueron del 2013 al 2015. En 2018 empezaron algunos problemas y poco a poco se ha ido conquistando mercado porque la marca está en el corazón de los venezolanos por el tema decembrino y se han desarrollado estrategias para reforzar el portafolio de productos de La Giralda.
Una de sus exitosas estrategias de posicionamiento en el mercado es el concurso anual Cocina Creativa, que en seis ediciones destacó los valiosos y cercanos sabores de distintas regiones de Venezuela.
El director de la compañía comentó a El Estímulo que en Venezuela hay un problema con la producción de vidrio que afecta a los envasados, por ello decidieron cambiar el tipo de presentaciones como la mayonesa que ahora se envasa en plástico, lo que resulta más rentable porque no requiere grandes inversiones para adquirir un stock de envases.
Referente a las incidencias que pudieran afectar la operatividad de la industria, Mantione comentó que además de las fallas de los servicios públicos y la escasez de combustible, que como empresa de alimentos les han dado cierta prioridad, la electricidad es lo que más afecta. Por ello disponen de plantas eléctricas para no parar la producción y han tenido que adecuarse a los cortes programados para no verse afectados.
En materia social La Giralda desde algún tiempo desarrolla algunos programas de donaciones como el que hace mensualmente a los asistidos del Consulado General de Italia en Venezuela, así como otros con niños y en especial con los trabajadores a quienes les dan prioridad.
Igualmente tienen un concurso de recetas que es parte del lanzamiento de un libro que preparan con las escuelas de chef y en el que han participado cocineros de toda Venezuela para realzar las costumbres, ingredientes y recetas de las regiones, que debería estar saliendo en su primera edición en el mes del noviembre, cuando se celebre el aniversario 80 de La Giralda.
Finalmente, manifestó que la experiencia de integrar esa empresa familiar y asumir retos ha sido bien satisfactoria, porque saber que son parte de la dieta del venezolano y están en su mesa con productos de calidad, los hace seguir apostando al país y motiva a trabajar por “La Giralda que queremos”.
“Venezuela ha sido todo para nosotros y queremos que nuestros hijos sigan aquí porque tenemos el mejor país del mundo (…) por eso seguiremos aportando nuestro granito de arena y recuperando los valores de nuestra esencia (…) hay que reforzarlos por las generaciones futuras que queremos”, puntualizó Mantione.
Bauducco, emblemática marca internacional de panetones, pero también de galletas y panes, regresa de manera formal a Venezuela, un mercado que en el pasado estuvo entre el primer y el segundo lugar entre los 50 destinos de las exportaciones de la firma brasileña.
Este recorrido incluye un paseo por los coloridos y enriquecedores estados Anzoátegui, Monagas y Sucre, los cuales nos regocijarán el alma con su historia y diversa gastronomía. En esta edición se evaluará lo autóctono, la originalidad, las técnicas aplicadas y la singularidad, entre otros aspectos fundamentales para el jurado que nos acompañará.
Este taller de cocina creativa es apto para regímenes especiales de alimentación y es intensivo e interactivo. Todas las preparaciones son sin gluten, lácteos, azúcar refinada o huevos y veganas, con la menor cantidad de ingredientes procesados posible
