Economía

Medidas de Maduro por coronavirus agravan la crisis económica

Desde las distintas regiones surgen gritos de auxilio por la aplicación de medidas que paralizan la actividad económica, sin que existan acciones alternativas que alivien la carga

cuarentena Medidas de Maduro por coronavirus agravan la crisis económica / Venezolanos eeuu fmi
AFP
Publicidad

La solicitud que hiciera el gobierno de Nicolás Maduro de 5 mil millones de dólares para atender la crisis del coronavirus (Covid-19) al Fondo Monetario Internacional (FMI), sumada a medidas como el decreto del 13 de marzo que incrementó la unidad tributaria de 50 bolívares a 1.500 bolívares, es decir, en 2.900%, muestran la desesperación de la cúpula gobernante por la escasez de recursos y falta de preparación e improvisación del país ante eventos catastróficos de la magnitud del actual.

Desde las redes sociales, las voces claman debido a la falta de alimentos; hay personas que caminan kilómetros en busca de comida, por falta de transporte; se agrava la precaria situación de los hospitales, denunciada por enfermeras y médicos que terminan detenidos; la suspensión del suministro de gasolina en algunas regiones, las dificultades que padecen los productores del campo para transportar sus productos a los centros de acopio y las miles de personas cuyo sustento depende de su día a día laboral, que hoy se encuentra suspendido, entre otras calamidades.

Al escenario descrito en el día a día se agrega una grave militarización del país, en la cual algunos uniformados asumen las restricciones más allá de lo que establece el decreto. Se traban las autorizaciones o guías de movilización de alimentos, hay denuncias de camiones cargados de productos, varados en algún punto de control o saqueados, y de profesionales exentos de las medidas de cuarentena que son devueltos a sus hogares.

A Venezuela le ha tocado el peor de los escenarios frente a una crisis mundial generada por la pandemia. Un país en aguda crisis económica y social y un gobierno no reconocido internacionalmente, ahogado en corrupción y sin instituciones engranadas para servir a los ciudadanos.

Medidas en otros países

A diferencia de Venezuela, Italia, el segundo en número de infectados por coronavirus, después de China, puso en práctica una serie de medidas para asistir a la población, que incluyó suspender el pago de impuestos e hipotecas para aliviar la presión sobre las pequeñas empresas y los hogares. La medida permite congelar el pago de los créditos hipotecarios a todas aquellas personas que se hayan quedado sin empleo o que hayan sido despedidas temporalmente de sus empresas debido a la pandemia.

Estados Unidos redujo las tasas de interés casi a cero y aprobó un programa de estímulo de US$700.000 millones, en un intento por proteger su economía, además de liberar un fondo de 50 mil millones de dólares solo para el área de asistencia médica.

Francia emitió un decreto que suprime el pago de rentas y servicios por un mes, y se aprobó un fondo de 300 mil millones de euros para asistir a las empresas que se verán afectadas por el colapso económico.

España aprobó 200 mil millones de euros para resistir el golpe económico. Estableció una moratoria de seis meses para el pago de impuestos a pequeñas y medianas empresas (pyme) y trabajadores autónomos, con bonificación en los intereses. Igualmente, aprobó una línea de financiamiento para atender las necesidades de liquidez de las empresas y los trabajadores autónomos afectados por las medidas, y se prohibió los cortes de luz, agua y gas a las personas vulnerables.

Alemania ofreció liquidez inmediata a las empresas, como medida de protección frente a los efectos de la pandemia de coronavirus. Es un programa de garantías de la banca pública para préstamos sin un tope máximo.

Pero también los gobiernos latinoamericanos están aplicando medidas a favor de la población y las empresas.

El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció varias medidas entre las que se contempla un esquema de devolución del IVA a las familias más vulnerables para abril de 2020. El mandatario anunció también la suspensión de ese impuesto para artículos de salud y tecnología, a objeto de atender la actual emergencia sanitaria.

Entre las acciones económicas tomadas por el gobierno colombiano ante la propagación de la pandemia de coronavirus, se anunció un aparte de alivio financiero para empresas y personas que tienen vencimiento de créditos. Tendrán la posibilidad de no pagar durante estos meses y podrán refinanciarse para no ver afectado su historial crediticio.

En Argentina, el ministro de Economía, Martín Guzmán, emitió 17 medidas que alivian la carga a la población y a las empresas. Entre ellas: se eximirá el pago de contribuciones patronales a los sectores afectados de forma crítica por la emergencia. Se ampliará el Programa de Recuperación Productiva, para garantizar el empleo de aquellos que trabajan en empresas afectadas por la emergencia sanitaria. Se reforzará el seguro de desempleo. Otorgará un pago extra de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Asignación Universal por Embarazo (AUE) por $3.100, y los beneficiarios de planes sociales y jubilados que cobran la asignación mínima recibirán por única vez un bono de $3.000. Aquellos que estén por debajo de $18.892 cobrarán la diferencia entre su haber y este monto. Esto, entre otras medidas de distribución de alimentos, líneas de créditos blandos, etcétera.

Mientras tanto, el Seniat ratifica que el 31 de marzo vence el plazo para declarar el impuesto sobre la renta y los pagos semanales del IVA, cuando las restricciones de circulación están llegando hasta los municipios y parroquias.

Crisis de alimentos

Uno de los aspectos que más preocupa a la población es el acceso cada vez más complicado a los productos alimenticios: tanto la dificultad para conseguirlos por la escasez, los problemas para su distribución y la capacidad de cada persona para generar recursos económicos y poder cubrir los precios, cada día más elevados. Todo ello en el contexto de una restricción del transporte terrestre, marítimo y aéreo por el coronavirus Covid-19.

La escasez de alimentos se produce en momentos en que el gobierno de Maduro se queda sin recursos. Al margen de la paralización por la cuarentena, existe una crisis de producción y una semiparalización de las más importantes áreas de la industria del país; a lo que se agrega la caída del precio del petróleo venezolano, que cerró el 13 de marzo en $27,02 el barril, con una producción de apenas 700 mil barriles diarios, según cifras oficiales.

Maduro, en una dramática declaración el 16 de marzo, luego de anunciar la cuarentena en 16 estados, reconoció que el barril está por debajo del costo de producción. Lo dijo un día antes de enviar la carta de auxilio al Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo que antes había sido calificado por el chavismo como el peor enemigo de la patria. La preocupación va en aumento cuando se conoce que el FMI negó la asistencia de recursos a Venezuela, por desacuerdos internos en el organismo financiero en cuanto al reconocimiento a Maduro como presidente legítimo.

Señala la respuesta del FMI: “Estamos al tanto de una solicitud de financiamiento de Nicolás Maduro para ayudar a abordar el impacto sanitario y económico de la pandemia del coronavirus Covid-19 en Venezuela. Lamentablemente, el fondo no está en condiciones de considerar esta solicitud” indicó el vocero del organismo, según publica La Nación de Argentina.

“Como hemos mencionado antes, el compromiso del FMI con los países miembros se basa en el reconocimiento oficial del gobierno por parte de la comunidad internacional, como se refleja en la membresía del FMI. No hay claridad sobre el reconocimiento en este momento”, explicó a La Nación el vocero del organismo multilateral.

Este auxilio solicitado por Venezuela corresponde a los Fondos de Emergencia de Financiamiento Rápido, un instrumento del FMI para financiar casos en situaciones excepcionales.

Basado en el boom petrolero que se vivía en aquel tiempo, y poniendo por delante solo lo ideológico, Hugo Chávez decía en mayo de 2007: “No nos hace falta estar viajando a Washington o al Fondo Monetario Internacional ni al Banco Mundial, ni nada. Yo quiero formalizar la salida de Venezuela de todo eso” y se calificaba de “traidor” a quien acudiera al FMI.

El mal precedente

Pero el coronavirus encontró un país que ha acudido a 25 prórrogas del decreto de Emergencia Económica, que se dictó en enero de 2016 pero cuyas acciones desde el Ejecutivo, en lugar de mejorar la economía, llevaron al país a la más severa crisis conocida en el continente en los últimos 50 años, según datos registrados por el economista Jesús Casique.

Los efectos de esas políticas nos han conducido a 28 meses de hiperinflación y 25 trimestres de depresión económica. Al cierre del último mes, se registra una nueva caída de -11% (FMI) y según la Cepal de -14%. Venezuela encabeza la inflación mundial y, en lo que va de 2020, acumula 102%, según el informe de marzo de la Asamblea Nacional.

Pero antes de la llegada del virus, la producción de alimentos en Venezuela había sido sustituida por las importaciones. De los 5 millones de hectáreas expropiadas por el gobierno de Chávez y Maduro, un pequeño porcentaje, que escasamente llega a 10%, se encontraba en producción, según las cifras presentadas por Fedeagro.

Para la cosecha de este invierno, los productores del campo asistidos por el gobierno anunciaron el pasado mes que solo se podrían trabajar 1% del millón de hectáreas que, presuntamente, están dispuestas por el Estado para los movimientos campesinos. El gremio que agrupa a este sector denunció recientemente que no hay condiciones para producir, por falta de insumos como tractores, equipos y transporte.

La cifra manejada por Fedeagro es que en el país solo se está produciendo 25% de los alimentos que consumen los venezolanos.

A estas limitaciones para producir se agregan las dificultades que propicia el gobierno de Maduro para la movilización de los productos. Armando Chacín, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos, solicitó en nombre del gremio de productores de carne y leche los permisos para que les permitan comercializar sus productos en todo el territorio nacional. Chacín pidió un salvoconducto para evitar las constantes alcabalas que paralizan el transporte de carne, leche y quesos a los estados. Además, existen restricciones en el suministro de gasolina en varias regiones del país.

Publicidad
Publicidad