Gastronomía

Huevos chimbos: dulces esferas de sabor zuliano

Los huevos chimbos conforman el más añorado postre zuliano. Desde el siglo XIX eran el sabroso epílogo de las comidas marabinas. Son pocas las personas que, en la actualidad, los preparan correctamente

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Yemas, azúcar, agua y brandy, cuatro ingredientes que con la alquimia del fuego y la pericia de las cocineras se transforman en el más deseado, y añorado, de los postres zulianos: los huevos chimbos.

Estos dulces eran el tradicional epílogo del almuerzo o de la comida en Maracaibo, señala Ramón David León en Geografía Gastronómica Venezolana (Caracas, 1954). Y agrega: “Los saboreaban pobres y ricos, porque confeccionados con igual esmero y baratura hacían presencia en todas las mesas”.

Este postre típico del estado Zulia, al occidente de Venezuela, se elabora utilizando yemas de huevo y azúcar, cocinadas al baño de maría con un almíbar aromatizado con brandy y vainilla, según explica Rafael Cartay en el Diccionario de cocina venezolana (Caracas, 2005).

El cocinero zuliano Nestor Amesty Sanoja recoge en Geografía Gastronómica Venezolana, Edición Especial Siglo XXI (2018) la opinión de muchos sobre el origen de los huevos chimbos en la región de La Cañada de Urdaneta. Afirma que “existen registros de la preparación de los huevos chimbos que datan de hace más de doscientos años en las celebraciones religiosas de la Inmaculada Concepción”.

Probablemente llegados a tierras zulianas desde Granada y sus provincias, como escribe Janett Olier en el libro Cocina Zuliana (Caracas, 1997), la preparación refleja la afición a la dulcería y la prolija concepción y ejecución de golosinas: almíbares, cremas y natillas.

huevos chimbos
Foto cortesía de Patrick Dolande / Archivo de Bienmesabe

Cartay cuenta en El pan nuestro de cada día (Caracas, 2003) que se enviaban a Caracas para su venta desde finales del siglo XIX. Menciona la existencia de una preparación parecida en Colombia conocida como huevos quimbos, muy semejantes a los huevos reales de la cocina mexicana.

Un recuerdo anclado al Zulia

La primera vez que Néstor probó los huevos chimbos fue en casa de su bisabuela Francisca, “quien a su vez la había aprendido de mi tatarabuela”. Por  su corta edad, 5 o 6 años, solo podía disfrutar uno por vez, debido al uso de brandy entre los ingredientes.

Aunque populares, no todos los preparaban con igual éxito. Néstor afirma que es una preparación sencilla y compleja a la vez, con pocos ingredientes pero que requiere un dominio total de la técnica. Además, para su perfecta elaboración se necesitan las chimberas.

La chimbera es el envase para hacer los huevos chimbos. “Imagínate una quesillera pero miniatura, chiquitita. Cada envasito tiene su tapita y de cada una sale un huevito chimbo”, explica el cocinero.

«Hoy en día, en Maracaibo, prácticamente no hay ningún sitio que lo venda. Y son muy pocas personas que hoy saben preparar los huevos chimbos o que tengan una chimbera», finaliza Néstor.

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