Política

Hacia dónde apunta el escenario político de Venezuela en este 2024 electoral

Tres expertos explican por qué la encrucijada política de Venezuela tendrá definiciones en este 2024. Habrá elecciones con Maduro como candidato chavista, mientras la habilitación de María Corina Machado es la incógnita a despejar

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Barinas, maquillaje y elecciones. Foto Rayner Peña/EFE

Según la constitución hecha a la medida de la llamada revolución bolivariana, cada seis años deben realizarse elecciones presidenciales en Venezuela. No está explicita la fecha, pero, por costumbre y plazos cumplidos, deberían ocurrir en diciembre 2024.

Sin embargo, al de hoy hay dudas sobre el día en que los venezolanos saldrán a elegir a un nuevo mandatario o mandataria. También podría suceder que el llamado socialismo del siglo XXI siga anclado en el poder, bajo el mando de Nicolás Maduro.

Ciertamente, la carta magna de Venezuela fue hecha en su mayoría por quienes, siguiendo las ideas del fallecido Hugo Chávez Frías, se cumpliera la oferta política de 1998. Así, redactaron una nueva constitución y de esta manera refundaron el Estado. Cuando mantener el poder se convirtió en la prioridad, intentaron cambiar que el presidente tuviera un tiempo finito en el cargo, pues debería entregarlo luego de dos períodos al frente del Poder Ejecutivo.

Finalmente, el chavismo modificó los tiempos, aunque la sociedad lo rechazó en un primero intento. Así, en 2024 Nicolás Maduro puede tener la oportunidad de ser candidato por tercera vez, como su predecesor. Si bien días atrás envió un mensaje público destinado a sembrar dudas y comidillas, o tal vez para despistar a sus adversarios dentro y fuera del chavismo.

Maduro dijo el 1 de enero de 2024 que solo Dios, no Diosdado Cabello, sabe si él va a ser candidato presidencial. Sin embargo, varios analistas políticos coinciden en que el heredero escogido por el propio Chávez es el único candidato posible del oficialismo.

Luces para entender un escenario complicado

La actualidad venezolana es compleja. Políticos inhabilitados, libertades coartadas y presos por razones políticas. En lo económico, el gobierno de Estados Unidos alivió algunas sanciones a la industria petrolera y del oro, pero es muy pronto para hablar de una recuperación.

El Estado venezolano sigue inmerso en un proceso de investigación en la Corte Penal Internacional y en otros sistemas jurídicos que revisan la situación de derechos humanos en el país, lo que genera incertidumbre. El factor militar inclina la balanza hacia quienes gobiernan con ellos, y esto hace que la desconfianza penetre en la población.

Del otro lado, la oposición fragmentada logró al menos ponerse de acuerdo en la realización de una elección primaria para escoger al candidato que enfrentará al oficialismo, y hubo una ganadora que, a pesar de ser proclamada, hoy no podría inscribirse en el Consejo Nacional Electoral (CNE) para competir.

Este cuadro alimenta la incertidumbre en la población venezolana, que, según los trabajos de opinión, quiere que el país gire hacia otro modelo político y socioeconómico. El 85% desea un cambio político, como recogen estudios de encuestadoras como Delphos, presentados a lo largo de 2023.

Escenarios políticos electorales 2024

El gobierno de Nicolás Maduro se comprometió a realizar elecciones en el segundo semestre de 2024, ¿cumplirá?

El politólogo Luis Toty Medina, no titubeó a la hora de decir que sí habrá elecciones presidenciales en 2024 en Venezuela.

“Sí, no hay duda de que este 2024 habrá elecciones presidenciales. La incertidumbre está más bien en las condiciones en las cuales ese proceso se realizará. El gobierno siempre intentará hacerlas en la mejor situación de ventaja para sus intereses; ya sea escogiendo la fecha que le sea más propicia y contra los candidatos que menos peligro le representen”, afirma para este enfoque.

Cree que la elección se hará muy probablemente con un registro electoral no depurado, “un organismo electoral actuando como una secretaría del PSUV o ministerio de asuntos electorales, y el gobierno haciendo uso de todos los bienes y recursos del estado en favor de su opción presidencial”.

La consultora y especialista en comunicación y marketing político, Carmen Beatriz Fernández asegura que habrá elecciones presidenciales en 2024 porque así está establecido en la Constitución, y porque existe mucha presión interna y externa para que se realicen.

“Y cuando digo internas no sólo me refiero a la oposición, sino también al interior de los diferentes movimientos o facciones que hacen vida en el chavismo. Es muy difícil saltarse la elección”.

Carmen Beatriz Fernández

Indica que la elección podría ser el primer domingo de diciembre de 2024, a finales de primer semestre, o en el mes octubre, según información que viene manejando Fernández. Todo esto en el marco de los Acuerdos de Barbados.

La académica indica que “hubo un conato de suspender las elecciones asociado a la posibilidad de un conflicto fronterizo, y de alguna manera el referéndum sobre el Esequibo fue un ensayo para eso, pero, un ensayo que no salió bien».

De la misma manera, el director del Centro de Estudios Políticos de la universidad Católica Andres Bello (CEPyG UCAB), Benigno Alarcón, manifiesta que es altamente probable que Nicolás Maduro cumpla:

“En primer lugar ya para ellos adelantar una elección no es conveniente porque el CNE necesita un tiempo para organizar una elección, ya el referéndum que acaban de hacer y que fue una cosa mucho más sencilla y simple, vimos que salió mal. Entonces el gobierno necesita tiempo para organizar sus cuadros, su maquinaria electoral, su maquinaria de movilización”.

Benigno Alarcón

El profesor de la UCAB piensa que el CNE no debería convocar un proceso electoral con menos de seis meses de anticipación, por lo que cualquier elección que convoquen ahora se realizaría al menos en julio.

CNE no multa por no ir a votar
Sede del CNE. Convertido desde hace años en el «ministerio de las elecciones» para darle ventajas al chavismo en los procesos electorales, será una pieza clave en la encrucijada política también este 2024.

“De todas todas, serán en el segundo semestre del año. Si se sienten con desventaja jugarán con los tiempos a favor de ellos y en contra de la oposición, pero, lo que no van a hacer es no realizar la elección. El gobierno necesita un mecanismo formal de legitimación, aunque esa legitimación electoral sea cuestionada como lo fue en 2018”, afirma Alarcón.

¿María Corina Machado será habilitada?

¿Qué debe ocurrir (negociación, presión Internacional, amenaza de sanciones) para que el gobierno diga que sí?

“Pronosticar sobre el desenlace de la habilitación de María Corina Machado es un ejercicio de auténtica quiromancia”, manifiesta por su parte Medina.

“Si la decisión se sitúa en el eje de intereses del gobierno, ese evento jamás ocurrirá. Sabedores cómo son de que Machado es la opción más fuerte de la oposición y la que representa mayor amenaza de una derrota oficialista, es muy poco probable que la habiliten”, observa Medina.

Asegura que la presión internacional y las sanciones no son elementos de alta incidencia sobre las decisiones del gobierno.

“Han sobrevivido a varios años de aislamiento internacional y condenas por parte de organismos multilaterales como la CIDH, Amnistía Internacional, CDH-ONU y hasta una investigación (en desarrollo) en la Corte Penal Internacional. El temor a esos mecanismos no son un factor que los mueva a hacer mayores concesiones”.

Luis Toty Medina

Agrega que Igual sucede con las sanciones. El politólogo hace énfasis en que a lo largo de estos últimos años los chavistas descubrieron «cómo vivir sancionados» y burlaron esos procedimientos negociando con aliados igual de sancionados como Rusia, China e Irán, o con aquellos que privilegian los negocios por encima de los riesgos de las sanciones, como India.

En cuanto a las negociaciones es el mejor escenario donde podría conseguirse la habilitación de María Corina Machado, “quizás el único”, afirmó el asesor político.

“Lo cual no deja de ser una doble ironía propia de nuestra complejidad situacional, pues negociar ha sido el verbo prohibido en la doctrina de la candidata de Vente. Y hacer concesiones a Estados Unidos el anatema más invocado por el gobierno venezolano. La habilitación vendría por medio de ambas vías condenadas por sendas partes, por una negociación y una cesión a las peticiones del imperio”, dice Toty Medina.

La profesora universitaria Carmen Beatriz Fernández asegura que ni siquiera los que toman decisiones en el alto gobierno saben qué hacer con la inhabilitación de María Corina Machado.

“En vista de lo sucedido en diciembre cuando María Corina acude al TSJ y también con la liberación de Alex Saab, que mostró esos avances en la negociación bilateral, pareciera que hay una presión importante por la habilitación de Machado”.

Carmen Beatriz Fernández

Por otro lado, indica que la liberación de Saab representa para Maduro su «caja chica», una de las situaciones que más complica al mandatario en el día a día, los recursos.

“Entonces después de estos movimientos, pienso que la habilitación de María Corina es posible. Sin embargo, ello implicaría que las condiciones electorales se establecerían utilizando la metáfora de la cancha inclinada, es decir, condiciones electorales adversas para la oposición. La habilitación de María Corina implicaría aún la cancha más inclinada”, señala Fernández.

En su análisis, las cuentas que saca el oficialismo son las siguientes: si el chavismo tiene la cancha suficientemente inclinada a su favor, aunque esté habilitada María Corina Machado, y teniendo un flujo de caja que le permita a Maduro montarse en su 30% de aceptación, más otras jugadas complementarias, pudiera el oficialismo tener un escenario donde Maduro no se sintiera tan inseguro de concurrir a esas elecciones.

“Entonces, una María Corina habilitada, implicaría la cancha inclinada en cuanto a condiciones electorales. Esa inclinación sería con una pendiente muy fuerte”, aseguró.

Para el profesor Benigno Alarcón, el gobierno de Nicolás Maduro no tiene ninguna intención de habilitar a María Corina Machado, de hecho, Alarcón afirmó que si lo hubiesen querido hacer, ya lo habrían hecho.

“Todo lo que hemos visto durante este último tiempo es un indicador inequívoco de que el gobierno no tiene la voluntad de hacerlo».

Benigno Alarcón

“Una cosa es que el gobierno no quiera y otra es que puedan mantenerla inhabilitada, y eso va a depender de la presión tanto interna como externa, qué incentivos se pueden entregar en un proceso de negociación para que el gobierno permita que ella corra en una elección, así como permitió que se hiciera la primaria”, agrega.

Alarcón sostiene que Machado se ganó el liderazgo del país antes de la primaria y con el resultado de esta consulta ciudadana. De modo que sea cual sea el escenario, los ciudadanos van a terminar respondiendo a lo que María Corina Machado le pida que hagan en un momento dado. “En el peor de los escenarios podrán impedir que una persona sea candidata, lo que no pueden es quitarle el liderazgo”.

Elecciones desde el lado del chavismo

¿Nicolás Maduro es el candidato fijo del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)?

“No hay otro candidato posible distinto a Nicolás Maduro. Cuando Maduro dijo a Ignacio Ramonet en una reciente entrevista que “sólo Dios sabe” si será candidato, lo que está es queriendo que se discuta en la opinión pública la posibilidad de que él no sea candidato. La lógica indica que Maduro será candidato porque pese a que es altamente impopular, las encuestan lo sitúan en 10 o 12%. El poder de Maduro no está en el poder popular, el poder de Maduro está en cómo controla los hilos del poder por la fuerza, en el sector militar y en otros tan fundamentales, no es un razonamiento democrático”, manifiesta la consultora Fernández.

Indica además que si existiera una lógica democrática, una democracia normal, ningún candidato aspiraría a la reelección teniendo 10 o 12% de popularidad.

“Ese no es el caso de Venezuela. Y Maduro será candidato porque el régimen no tiene resuelta la sucesión, y eso implica para ellos un pandemónium, abrir una caja de Pandora que los pondría en una situación mucho más frágil”.

Carmen Beatriz Fernández

Según el politólogo Luis Toty Medina, dentro del partido rojo, Nicolás Maduro acabó con sus adversarios.

Tres expertos explican con pelos y señales el escenario en que se encuentra Venezuela en este 2024 electoral. ¿Habrá elecciones? ¿Dejarán competir a María Corina? ¿Llegará el cambio político que ansían 85% de los venezolanos?
Durante años el gobierno de Maduro es blanco de protestas y denuncias por haber llevado a millones de trabajadores a la pobreza extrema y pulverizar el valor de los salarios formales. Foto: Daniel Hernández/El Estímulo

“Maduro está en su mejor momento de los últimos 10 años. Desde marzo del 2013 no gozaba de condiciones políticas como las de hoy. Las corrientes internas del PSUV que le podían adversar o hacer sombra están minimizadas o excluidas, con un control rayano en lo categórico del aparato y del gobierno, con una oposición fragmentada (en 2013 todo el bloque opositor estaba cohesionado en torno a Henrique Capriles) y un porcentaje importante del voto duro radical en su contra está en el exterior y con poca posibilidad de ejercer su voto desde allá”, manifestó.

Afirmó que a su posición interna dentro del partido habría que Sumar que las licencias otorgadas a transnacionales energéticas podrían suponerle un alivio a sus asoladas capacidades financieras, justo entre el segundo y el tercer trimestre de este año.

“En el PSUV hoy no existe ese debate, Maduro es su ficha y su apuesta. El mecanismo para legitimar esa candidatura ya será otro tema, por aclamación, cooptación, primarias o internas simuladas o cualquier otro proceso controlado que no regale espacio para sorpresas”.

Luis Toty Medina

De igual forma, el asesor político dijo que las recientes declaraciones de Nicolás Maduro asomando incertezas sobre sobre su candidatura, son una postura frente a un periodista internacional de izquierda como Ignacio Ramonet, “solo para aparentar una supuesta democracia interna. Simular es el verbo mejor conjugado del progresismo mundial. Acercándonos a la paranoia y las teorías competitivas hasta podrían ser una trampa caza bobos para atrapar a algún ingenuo que se arriesgue internamente a pretender disputarle la candidatura”.

El politólogo Benigno Alarcón, tampoco tiene dudas de que Nicolás Maduro será el candidato del oficialismo en 2024.

“Nosotros no vemos ninguna jugada que apunte hacia otra candidatura, no vemos a Maduro tan siquiera tratando de posicionar a otro actor en un puesto de liderazgo. Así que por ahora, no hay ninguna señal de que la candidatura vaya a recaer en alguien distinto a Maduro”

Benigno Alarcón

El escenario Machado vs. Maduro

¿María Corina Machado, habilitada, gana/pierde frente a Nicolás Maduro o cualquiera que postule el oficialismo?

Sobre lo que debería ser un verdadero proceso electoral, Toty Medina expresa que unas elecciones, para que realmente lo sean, y no pasen a ser simplemente unas votaciones, deben ser libres, transparentes y competitivas. Tanto, que sea imposible conocer el resultado final antes de su ejecución. En una elección de verdad, cualquiera de los concurrentes podría ganar con la estrategia correcta, el mensaje acertado y las finanzas suficientes.

“Si hubiera elecciones presidenciales, María Corina Machado indudablemente las ganaría. Si hubiera apenas unas votaciones presidenciales, Machado tendría una sola oportunidad: ganar por knockout. Es decir, por más de dos millones de votos. Una ventaja tan amplía que haga imposible un fraude sin que deje a su paso toda la evidencia de un timo o manipulación de la voluntad popular. Es posible robarse miles de millones de dólares y conseguirás quien te ofrezca la arquitectura financiera para ocultarlo, pero robarse cien mil votos sin que sea evidente es casi imposible, pero podría suceder. Robarse un millón de votos sin dejar trazabilidad es algo que no existe”, asevera Medina.

Al respecto, Alarcón no tiene dudas de que María Corina Machado gana a Nicolás Maduro o a cualquiera que designara el PSUV como candidato.

“Cuando la gente exige un cambio de gobierno, absolutamente no está exigiendo un cambio de actor dentro del mismo gobierno, está exigiendo un cambio de sistema, y Machado por distintas razones ha encarnado un sistema opuesto a lo que el gobierno representa, entonces si el gobierno pone a alguien diferente a Maduro, ese alguien va a seguir representando un sistema que la gente no quiere”.

Benigno Alarcón

Según el politólogo, cuando los ciudadanos quieren un cambio de gobierno, como lo dicen trabajos de la UCAB, las personas lo que desean es un cambio de sistema. Y del lado del gobierno no ven a nadie que represente este tipo de cambio, por el contrario, ofrecen la continuidad del mismo sistema que ha gobernado durante 24 años.

La lectura que da Carmen Beatriz Fernández también indica que Machado sería la ganadora, porque así lo indica la actualidad política y los sondeos de opinión.

“Maduro está en 10% de intención de voto y Machado está en 60%. La elección de 2024 va a ser muy cuesta arriba. La lógica no va a ser simplemente la lógica de unas encuestas que estamos leyendo hoy, nosotros vamos a tener un proceso electoral donde esa cancha inclinada va tener distintos componentes, y uno de ellos es tratar de generar mucha desconfianza hacia el arbitraje del Consejo Nacional Electoral para apostar a la poca movilización, apatía y abstención, que el 85% del país que quiere cambio no vote”, señala Fernández.

A partir de allí, agrega, inclinará la cancha como se ha visto ya en otros procesos.

“Si tienes mucho dinero, ejercer el control del voto por hambre y dádivas desde el Estado. ¿Qué más vas a tener? Probablemente candidatos artificiales impulsados desde el lado oficial, es decir, en el 2024 se van a desplegar las distintas artimañas que harán esa cancha cada vez más inclinada. Lo dijo María Corina en su discurso de año nuevo, cuando baja las expectativas y lo que ofrece es sangre, sudor y lágrimas”, dijo Fernández.

¿Si no es María Corina Machado (¿ella cederá?) quien puede ser el candidato de la oposición y qué papel jugarán los partidos en 2024, sobre todo los que la respaldaron tras la primaria?

Según Medina, Machado mantendrá su relato de que llegará hasta el final. Sin eso su narrativa de indocilidad e irreverencia frente al gobierno se desmoronaría. El principal atributo que le endosan los venezolanos a Machado es el de coherencia y de indócil resistencia, por lo que dar muestras de “domesticación” no es una acción política para ella, dice el politólogo.

“Pero, cuando le ha tocado ceder lo ha hecho. Tiene una prohibición de salida del país la cual ha cumplido a rajatabla, acató la inhabilitación en 2015 y pujó por designar a la profesora Isabel Pereira como su sucesora, apoyó el gobierno interino de Juan Guaidó y más recientemente reconoció al TSJ cuando introdujo un escrito en esa instancia. Incluso, concurrir a las presidenciales en 2024, es aceptar que el período de Maduro inició con las votaciones de 2018. Sin embargo, su imagen de persistencia coherente ha resistido y aún resiste esas cesiones suyas. Ya hasta valida la negociación actual en curso con el gobierno”, expresó Toty Medina.

María Corina Machado, la esperanza activa. Foto: Daniel Hernández/El Estímulo

Asimismo, agrega que esta vez juega con ventaja dentro del sector de la oposición que lidera. Piensa que si no es habilitada, será ella quien designe a su sucesor. ¿A quién?, “Aún nadie parece contar con su beneplácito, al menos nadie luce o despunta ni asoma como él o la elegida”.

“Los partidos, minimizados cómo están, jugarán el rol de su supervivencia, lucharán por mantener sus tarjetas, sobre todo frente a la coyuntura de que Vente Venezuela aún no cuenta con registro legal. Ser el partido que más votos le aporte a la candidata elegida el 22 de octubre, gane o pierda, les dará el ranking o primacía entre sus pares para disputas post presidenciales, como gobernaciones, alcaldías y curules en la asamblea nacional. En contraprestación podrían aportar su presencia territorial con activistas y testigos electorales. Aunque Machado les jugó adelantado anunciando una plataforma de 600 mil guardianes electorales que solo responderían a ella, con lo cual mengua aún más una de las ventajas de los partidos y su margen de negociación con ella”, manifiesta el consultor político.

Por otra parte, Benigno Alarcón asegura que los estudios de la Universidad Católica Andrés Bello indican que quien decidirá quién será el o la candidata si ella no puede ser, es la propia María Corina Machado.

“Obviamente ahí habría un proceso de negociación, pero, la realidad del asunto es que quién decide quién es el candidato es Machado, y por lo que hemos oído hasta ahora, la decisión es que es ella en cualquier escenario, como dice su lema hasta el final”.

Benigno Alarcón

Los estudios de la UCAB antes del 22 de octubre, comentó Alarcón, decían que quien ganara la primaria debía decir quién es su sustituto en caso de no poder ser candidato.

Nicaragua en Venezuela

¿Es posible que en el año 2024 no se realicen las elecciones presidenciales en Venezuela?

“Este sería el escenario Nicaragua, ganó la reelección Daniel Ortega en 2021. Qué hizo Ortega en 2021, inhabilitar a los siete contendores que tenían más intención votos que él en las encuestas. Si él estaba en 25 o 30%, todo aquel que estaba por encima de 25 o 30% lo inhabilitó. Luego alentó la múltiple participación d otros candidatos que tuvieran poca intención de votos y que dividieran el voto. Ese es el escenario Nicaragua”, comentó Carmen Beatriz Fernández.

Lo que pasa en Venezuela con este escenario, aseguró Fernández, es que los niveles de popularidad de Nicolás Maduro son muy bajos, y aun planteándose el escenario Nicaragua, Maduro podría perder si se mantiene en ese 10% o 15% de intención de votos. “Por eso Maduro tiene que apelar a muchas otras fórmulas”, indicó la profesora de la Universidad de Navarra.

Luis Toty Medina cree que sólo una situación de extrema emergencia y gravedad nacional, a causa de una razón mayor, fenómenos naturales extremos como sismos, vaguadas, que ya hemos experimentado, una crisis sanitaria mundial como la que ya vimos o una situación bélica como la que se ha estado alimentando con Guyana, impedirían ese evento en 2024.

Para el catedrático de la católica, Benigno Alarcón, todos los escenarios hay que planteárselos, inclusive aquellos con baja probabilidad. “Nosotros no vemos en este momento ninguna intención de no hacer la elección en el 2024, posible, siempre es, ¿probable? Muy poca probabilidad”, asegura Alarcón.

Lo cierto es que 2024 comienza como terminó, con mucha incertidumbre política sobre lo que ocurrirá con las elecciones presidenciales y hasta ahora sus dos principales actores, María Corina Machado y Nicolás Maduro. La población está a la expectativa, tanto dentro de Venezuela, como para los miles que ahora hacen vida en el exterior y que quieren participar con su derecho a poder votar. Sobre la mesa lo único que parece seguro es que Nicolás Maduro será candidato, de resto no hay certeza.

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