Opinión

Propósito: significado y recompensa

Inspirado en la filosofía japonesa del Ikigai, Ricardo Adrianza invita a empezar, desde hoy, la construcción de nuestra mejor versión posible, partiendo desde la posibilidad que se desprende de las fortalezas

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propósito
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Según la filosofía de vida japonesa, Ikigai, todos tenemos un motivo para existir. Tener ese propósito claro y definido, genera un sentido profundo de identidad, satisfacción y felicidad.

Ahora bien, encontrarlo supone una tarea muy difícil que pasa por una reflexión profunda y, diría, desgastante. Muchos son conscientes de su Ikigai y lo practican de manera habitual, otros –la mayoría– lo vamos descubriendo con el paso de los años.

En algún momento de nuestras vidas la sensación de compartir una pasión y dejar un legado se nos activa de manera automática. Esta sensación es una consecuencia lógica de las experiencias vividas, de conocernos a nosotros mismos, de vivir las injusticias que nos presenta la vida a diario; en fin, del cúmulo de momentos que han enriquecido nuestra existencia y que nos esconde el pudor para nuevos emprendimientos.

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Encontrar tu Ikigai en cualquier momento de tu existencia está bien. Sin embargo, con el pasar de los años sentimos que perdimos el tiempo pues fuimos programados para estudiar, graduarnos, ejercer nuestra profesión, encontrar el mejor trabajo y así un sinfín de hitos hasta alcanzar la adultez.

No nos enseñaron a mostrar las emociones, a empatizar con las realidades de otros, ni aprendimos a hurgar en las pequeñas cosas que nos ofrece la vida y que, en definitiva, nos llevan a transitar por la asignatura más difícil de la existencia: ¡encontrar tu propósito!, y con ello una caricia a tu bienestar.

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Cuando menciono propósito, debemos entenderlo como una declaración personal relacionada con la necesidad del ser humano de encontrar un significado y finalidad a su propia existencia y que, al alcanzarla o practicarla, te lleva a un estado de máximo bienestar.

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Si miramos bien esta definición, se hace imprescindible abocarnos a esa empresa y trabajar desde ya para dar el primer paso. Como dije antes, nunca es tarde.

Por lo tanto, desde mi experiencia, quiero compartirte algunos consejos que te ayuden a profundizar en tu misión de vida, lo que a la postre te hará sentir feliz:

  • No hagas del dinero tu principal motivación.
  • Vincular tu propósito de vida a la cantidad de dinero que puedes ganar te reportará muchas frustraciones y te será muy fácil abandonar. Lo importante es ponerte en acción y concretar tu sueño. Mira al dinero como una consecuencia posible, pero como una aspiración secundaria.
  • Elige una dirección y ponte en acción.
  • No te dejes influir por opiniones ajenas. Sigue tu instinto, internaliza tu visión y ponte en acción. Muchas veces nos equivocamos en la planificación y buscamos un objetivo demasiado ambicioso. No quiero decir que esté mal, lo que intento decir es que nos dejemos un margen de maniobra, al menos al principio. De esa manera somos más eficientes y ganamos confianza para enfrentar los imponderables futuros. Lo más importante en este punto es que actuemos, que demos el primer paso.

Descubre tus fortalezas

Para definir tu propósito, debes partir desde la identificación de tus fortalezas o habilidades que te diferencien de otras personas. Seguramente muchas personas tienen las mismas o mejores habilidades que tú y, además, emprenden las mismas actividades. Eso no es problema. No te compares y sigue tu misión, pero intenta hacerlo de manera diferente. Confía en tus habilidades y en tu intuición.

Sé curioso

Sigue aquellas cosas que llamen tu atención sin importar que tanto las conoces. Cuando somos curiosos, descubrimos alternativas y nos motivamos a explorar nuevas posibilidades.

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Recuerda siempre que cuando nos comprometemos con nuevos aprendizajes, somos más creativos y, en consecuencia, promotores de nuevas ideas.

Conclusión

Estos son algunas reflexiones que espero te sirvan para tu búsqueda. Cada uno impone sus formas. En mi caso, luego de una dedicada carrera como profesional de la contaduría pública –aún vigente– la llegada a mi vida de mi primer nieto me inspiró a asumir una de mis pasiones escondidas: ¡escribir!

Y aquí estoy, asumiendo el privilegio de poder compartir historias, valores y consejos a quienes me leen cada semana, con la esperanza de poder impactar positivamente desde esta vitrina a la construcción de mejores personas y, por ende, de mejores sociedades.

En conclusión, empieza desde hoy la construcción de tu mejor versión posible, partiendo desde la posibilidad que se desprende de tus fortalezas.

Te aseguro que cuando lo llevas a cabo, eres más optimista y estarás preparado para aportar algo al mundo que te rodea. Cuando eso pasa, tu presencia en la vida está justificada y la felicidad será tu mayor recompensa.

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