El secretario general del SNTP, Marco Ruiz, «alertó sobre una serie de hechos que estarían «burocratizando e impidiendo» que los corresponsales de medios extranjeros puedan hacer la cobertura del proceso», señaló un comunicado del sindicato.
De acuerdo a la organización, los corresponsales «han sido sometidos a un examen en los distintas embajadas y consulados, a la firma de una carta compromiso que constituye censura previa e impone la matriz de que los periodistas delinquen en su ejercicio profesional».
Asimismo, afirmó que «les han decomisado sus equipos al momento de ingresar al país».
Los señalamientos del SNTP se hacen por las denuncias de periodistas de la cadena estadounidense CNN en Español, el canal argentino Telefe y el mexicano Televisa, quienes han señalado varios inconvenientes para el ingreso al país de los equipos técnicos dispuestos para la cobertura.
En los tres casos se les habría argumentado durante el trámite de migración en el aeropuerto Simón Bolívar, que sirve a Caracas, la falta de «una declaración de admisión temporal de los equipos», un documento que, según los periodistas, no les fue solicitado al momento de hacer el trámite de visado.
El sindicato llamó a que «urgentemente» deben devolverse los equipos a sus legítimos propietarios y propiciar un clima de paz, tranquilidad y certidumbre para que los venezolanos puedan votar libremente», indicó el escrito.
El SNTP, dijo, enviará comunicación a la misión de acompañamiento de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) «para que asuma el compromiso anunciado de velar por el acceso a la información y propiciar condiciones de equidad en torno a la elección del domingo».
El Ministerio de Comunicación e Información venezolano solicitó a los enviados especiales para cubrir las elecciones del 6 de diciembre una serie de requisitos que incluían una plantilla para detallar los equipos, una carta de designación del medio y una carta en la que los corresponsales se comprometían a «ejercer un periodismo honesto».
En la misiva, los periodistas se comprometen «a no manipular imágenes, audios o textos, para cambiar su sentido, origen o conceptos», así como a respetar «el proceso democrático y de paz» que cubrirán en Venezuela.
Con el incumplimiento de ese compromiso, los periodistas, dice el texto, aceptan que se les «retire la acreditación otorgada por las autoridades competentes».