Al día siguiente no quedaban huevos en supermercados donde nunca faltaron. Y no han vuelto a los que voy. La señora que los vendía en la esquina, con toldo, mesa, silla plástica y ayudante, tuvo su primera cola desde que la veo vender. Luego se ausentó por algunos días, para reaparecer en otra esquina, camuflando su mercancía bajo las mesas del camión de frutas.
Una vecina comenzó a vender huevos en su apartamento, a los vecinos.
Otros vendedores aparecieron en otras esquinas. Los huevos más pequeños. La amarilla más blanca. Los vendedores lo explicaban: no había cómo alimentar a las gallinas, varias fueron sacrificadas y las sobrevivientes no pudieron hacer mejores huevos.
Un día regresó la señora, con su toldo, su silla y su mesa plástica, y su ayudante. Hace dos semanas, vendía 30 huevos en 2.800 bolívares. Los vende también por unidad. Nadie pregunta por el precio del entonces Vicepresidente de la República. Ni los policías que patrullan la zona. Ni entonces el Vicepresidente.
El 27 de mayo de 2016, el hoy ministro para la Educación Universitaria y Vicepresidente para el Desarrollo Social y Revolución de las Misiones afirmó que las universidades “de ARBOL (Asociación de Rectores Universitarios Bolivarianos) reciben 38% del presupuesto aunque tienen 63% de los estudiantes y AVERU recibe 62% aunque tienen 37% de los estudiantes”.
Sin interpretar las diferencias, sin informar la variación en términos reales de los montos asignados (algo que todos podríamos calcular si el BCV publicara las cifras de inflación), sin explicar por qué se deteriora la infraestructura universitaria, por qué quedan desiertos concursos de oposición, por qué migran profesionales recién graduados, por qué se cierran laboratorios y por qué desactualizan bibliotecas y colecciones (desde hace años), el hoy ministro para la Educación Universitaria y Vicepresidente para el Desarrollo Social y Revolución de las Misiones proclama su “verdad” y advierte que, “como dijo el presidente Nicolás Maduro, nos vamos a reunir con todos los sectores y actores y vamos a hablar con la realidad”.
Ya el 4 de abril había advertido su interés por la “realidad” de las universidades privadas: “la Sundde analizará los costos reales de todas las universidades para establecer costos de matrícula en virtud de un riguroso estudio”, dijo. Nos conviene a todos que el dos veces Vicepresidente comience por realizar un “riguroso estudio” del precio de los huevos de gallina.