El diario Miami Herald informó que la defensa de la activista reconoció los delitos de los que se acusaba a su cliente e intentó convencer al juez de que la pena no excediera los dos años, mientras que la Fiscalía pedía tres años y un mes de cárcel.
Finalmente, el juez se decidió este miércoles por una sentencia a medio camino y la dejó en 30 meses, 24 por fraude migratorio y 6 por intento de fuga.
La fundadora de IVAC, organización cuyo objetivo principal es participar como un bloque de opinión en el campo político estadounidense, fue arrestada en el Aeropuerto Internacional de Miami cuando trataba de salir del país después de ser detenida en Nueva York días antes por fraude migratorio.
Agentes federales la liberaron, bajo fianza, con la condición de que cuando regresase a Miami se presentase ante las autoridades, pero una vez llegó al aeródromo del sur de Florida compró un boleto para dejar el país y fue, entonces, detenida de nuevo.
Silva era conocida por la comunidad venezolana en el sur de Florida por su oposición al Gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez y por ayudar a los exiliados de ese país que llegaban a EE.UU. en sus trámites para arreglar su situación migratoria, actividad que la llevó al banquillo por recibir pagos ilegales.
La defensa de Silva dijo al juez que lo único que pretendía la activista era ayudar a conciudadanos que habían huido de Venezuela.
Tras cumplir su pena, la activista podría ser deportada a su país de origen, posibilidad que ella rechaza debido a su conocida oposición al Gobierno venezolano.