Venezuela

El pase de batuta Chávez-Maduro: ¿Chávez único?

“Mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total es que en el escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución a elecciones presidenciales, ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente. Lo pido desde mi corazón”, fueron las palabras que usó el fallecido mandatario Hugo Chávez durante su última alocución al país el pasado 8 de diciembre de 2012 y que sentenciaron la ruta nacional por la que sus seguidores deberían avocarse ante su inminente ausencia.

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FOTOGRAFÍA: AP

Un nombre proferido por Chávez como su sucesor fue suficiente para volcar todos los esfuerzos oficialistas en quien entonces fungía como canciller de la República para investirlo con la banda presidencial y darle una responsabilidad que durante 13 años ocupó el también llamado “comandante eterno”: la Presidencia de la República.

Según el artículo 233 de la Constitución que lee “…Mientras se elige y toma posesión el nuevo Presidente o Presidenta, se encargará de la Presidencia de la República el Presidente o Presidenta de la Asamblea Nacional”, quien debía ocupar el puesto para ese momento es el considerado segundo del chavismo: Diosdado Cabello.
Maduro no solo ocupó la cartera de Relaciones Exteriores de 2003 a 2006 sino también la silla de Vicepresidente por el período 2012-2013 y frente a su juramentación, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) aseguró que su investidura era constitucional con base en el mismo artículo de la Carta Magna.
El 14 de abril de 2013 se realizaron unas elecciones presidenciales en las que se enfrentó con el entonces líder opositor Henrique Capriles y resultó victorioso con 7.505.338 votos a su favor, según datos del Consejo Nacional Electoral (CNE).
FOTO CNE
Capriles denunció un fraude en los resultados y exigió una revisión de los cuadernos de votación para certificar que Maduro le había ganado, pero tanto el TSJ como el CNE, hicieron oídos sordos al llamado y continuaron con la proclamación de victoria al nuevo presidente.
Desde entonces, el político abanderado por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) asumió su nuevo cargo y lleva las riendas del país. El anuncio de la muerte de Hugo Chávez se hizo un día como hoy hace 5 años y las dudas sobre la elección de su sucesor siguen vigentes.

¿Por qué Maduro y no Diosdado? ¿Qué vio el “comandante eterno” en el político que lo visitó en 1993 mientras estaba recluido en la cárcel de Yare por su intento de golpe de estado que marcó diferencia con otros de sus compañeros y más allegados seguidores?
La socióloga Maryclen Stelling no supo responder la pregunta porque para ella hacerlo sería “elucubrar sobre por qué una persona que sabe que va a morir decide lo que decide”. A pesar de que no se puede tener una respuesta completamente certera, hay teorías que giran torno a la elección de Chávez.

Decisión de vida, política y muerte

Maripili Hernández, periodista y ex ministra de la Juventud de Chávez, hizo la salvedad de no poder saber los elementos que el fallecido mandatario vio en un personaje como Maduro pero sí contó que para el militar era importante el tema internacional.
“Creo que Chávez sabía y tenía consciencia de que en el caso de que él faltara iba a haber una arremetida furiosa por parte de las fuerzas imperialistas para acabar con la revolución. En ese momento, Maduro era Canciller y por esa circunstancia creo que tenía una posición privilegiada respecto al resto de los compañeros del proceso que permitía que tuviera contacto personal con cada uno de los presidentes latinoamericanos”, indicó.

Por otro lado, para el politólogo Luis Salamanca no existe una habilidad específica que presentara Maduro para ser considerado el sucesor de Chávez más allá de haber sido más constante seguidor. “Era su mandamás, prácticamente”, comentó.
La idea de la eternidad en la política siempre ha sido un concepto aspirado por muchos pero logrado por nadie.
“Chávez nunca vio en ninguno de sus compañeros un sucesor porque tenía una imagen de sí mismo como líder único y permanente por muchos años, era su idea. Nunca propició la creación de liderazgos alternativos dentro del Psuv porque su modelo era concentrador de poder: Chávez único, jefe, el que todo lo controlaba y estas personas eran sus subordinados, su séquito”, aseveró Salamanca.
Hasta ahora, no ha habido un anuncio oficial con la explicación de qué vio el fallecido Chávez en Maduro para elegirlo su sucesor más allá de lo que planteó la narrativa oficialista: “Maduro es el hijo de Chávez”.
El historiador Tomás Straka opinó que “si lo escogió es porque es el hombre que más apegado podía estar a lo que fue su plan original. Viendo las cosas ya a cinco años de la muerte de Chávez, uno puede ver que en términos ideológicos Maduro es un hombre comprometido con la idea del socialismo bolivariano más radical, es un hombre que está dispuesto a pagar cualquier costo para mantener esa revolución en el poder”.
Hay un elemento que diferenció a Maduro de Cabello: Cuba. “Maduro había sido formado en ese país en actividad de movilización de masas y entonces eso le dio una conexión con los cubanos en donde creo que casi todas estas cosas fueron decididas. No tengo las pruebas pero me remito al ambiente que se creó en la Habana”.
“Diosdado, por su parte, en ese momento se decía que no era pro cubano. Se le veía como la derecha endógena. Ahora es un tipo con unas posiciones realmente intolerantes”, sentenció Salamanca.
El segundo del chavismo tenía posturas extremas y “atropelladoras” que quizá podían costearle el ascenso a la Presidencia del país y por tanto, para Salamanca, Chávez optó por Maduro también por ser un nombre con una imagen más vendible.

“La situación de la candidatura de Maduro en aquel entonces, a pesar de la circunstancia de psicología de masa que aplicaron, no le sirvió porque casi pierde y el reclamo que se puso nunca fue atendido. La gente no tenía muy claro que fuese el tipo para sustituir a Chávez pero es que ningún otro lo era”.

Cinco años después, la realidad venezolana golpea las ventanas de todas las casas que la habitan. Escasez, hiperinflación, una migración cada vez mayor y unas elecciones presidenciales en donde Maduro busca reelegirse en la puerta plantean la fortaleza o debilidad del candidato oficial.
Para Hernández, “Maduro está cada día más fortalecido. La realidad es que su gobierno ha sido asediado desde el primer día de su mandato. A él lo proclamaban en el centro de Caracas y se estaba produciendo un cacerolazo convocado por la oposición. El hecho es que la revolución continua y ese es en un logro que evidentemente se le tiene que reconocer”.
Straka solo concuerda en que “si la idea era mantener a la llamada revolución bolivariana a toda costa sin importar el precio, él lo ha logrado”.]]>

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