El nombre de nuestra bella capital se debe a esta modesta planta familia de las amarantáceas. Sus tallos blandos y de diversos colores con flores pequeñas, que terminan en una espiga densa, aterciopelada y comprimida a manera de cresta, crecen por doquier en la ciudad
La pira o yerba caraca, era cultivada y consumida por nuestros aborígenes. En las riberas de El Guaire se cosechaba y sus distintos usos gastronómicos, medicinales y espirituales se popularizaron entre los entonces moradores del valle.
El amaranto, la quinua y el maíz eran consideradas “plantas sagradas” y los españoles prohibieron su cultivo ya que las veían con malos ojos por su utilización en rituales.
La planta de la pira presenta una gran versatilidad: el tallo se consume como verdura; sus hojas, parecidas a las espinacas, se emplean para sopas, guisados, ensaladas y croquetas; y las semillas contienen un alto contenido nutricional libre de gluten.
Las hojas de pira contienen más hierro y ácido fólico que las espinacas. Se recomiendan para el tratamiento de problemas de desnutrición y anemia. Además, por la gran cantidad de calcio y magnesio que contiene esta planta, es un gran aliado para la gente que atraviesa la menopausia o que padece de osteoporosis y para los diabéticos. Se considera un alimento ideal para las personas de la tercera edad por sus propiedades antidepresivas, evita el estrés y ni hablar de sus poderes como oxigenante cerebral.
La pira, también llamada amaranto, fue seleccionada por la NASA para alimentar a los astronautas. Ha sido cultivada en los viajes espaciales desde 1985, año en que germinó y floreció en el espacio removiendo el dióxido de carbono de la atmósfera; al mismo tiempo generó alimentos, oxígeno y agua para los navegantes durante el vuelo orbital de la nave Atlantis.
Receta para preparar un oxigenante cerebral- Agua de pira: más de un respiro:
INGREDIENTES:
PREPARACIÓN:
1. Se licúan los cogollos con agua filtrada y se cuelan en un tamiz, para después añadirles el zumo de limón o naranja, hielo y el endulzante preferido.
Diseñadora y apasionada de la cocina, Daniela Alcalá se decidió finalmente este año a lanzar lo que espera sea el primero de una línea de productos bajo la marca Mare Tane: una granola sin cereales y con amaranto y chía
