Al niño Simón no le gustaba cualquier torta. Le gustaba una torta en particular, especial para él, sin aires europeos y endulzada con papelón y con el amor que las negras le ponían a su elaboración.
Le llamaban la torta melosa.
Kleidys Ramírez y su madre fundaron Melosa Café “en honor a esa torta que dicen muchos historiadores que le gustaba a Bolívar y porque en esta casa, de Simón Rodríguez, recibió clases el Libertador”.
El propósito era brindar a los comensales postres que no estuvieran vinculados con la pastelería francesa, sino conectarlos con los sabores del hogar, aquellos que las abuelas pasan de generación en generación. Y qué mejor manera de hacerlo a través de la torta preferida por Simón Bolívar.
La preparación de la melosa se ha prolongado desde la época colonial hasta nuestros días, pero no hay una receta exacta de cuál es su preparación original. Algunos la han comido con una textura parecida al quesillo, otros con un sabor a topocho, hecha con azúcar refinada, leche, queso, con mucho melado y hasta panelitas de San Joaquín en lugar de pan.
Kleidys explica que previo a la apertura del local se buscó una receta exacta, pero consiguió un sinfín de recetas de la melosa, por lo que hicieron 4 versiones para que los amantes de la torta escogieran la de su preferencia, pues al local siempre llegan personas buscando esa torta particular que alguna vez probó. Sin embargo, el equipo de Melosa Café considera que la torta original no podía hacerse con azúcar refinada, pues en la época no existía, tampoco agregarle queso o ron ya que el postre era para un niño. Es así como decidieron hacer y ofrecer 4 recetas: La de la casa, la de Scannone, una aquesillada y una con queso rallado y un toque de ron.
La de la casa es la que ellos consideran la torta melosa ‘original’.
La melosa es un ponqué de pan duro y salado endulzado “con jarabe de papelón, tiene leche líquida, le colocamos guayabita para dar un toque diferente, huevo, un toque de vainilla y de canela”, añade Wendys Leal, encargada del área de pastelería y panadería del café, quien además informa que la torta se bate a mano con paletas de madera, tal como lo hacían las negras.
Aunque esta torta es el centro del café, el lugar ofrece alrededor de 40 postres venezolanos, entre los que destacan “el tres leches; el bienmesabe; la torta Victoria, que es un ponqué de vainilla con quesillo; la bejarana; torta de yuca; torta de pan; torta de zanahoria; el negro en camisa, un ponqué de chocolate bañado con crema inglesa; golfeados; la torta de jojoto; la torta de fresa; de limón; de guanábana; la marquesa y torta de parchita.
El café, ubicado en pleno centro de Caracas, rinde tributo al papelón, sabor que caracteriza a la mayoría de sus dulces, ya que es considerado por el equipo un rubro importante de Venezuela no solo en la época colonial sino también en el presente.
“Ese es el sabor que nos caracteriza, un sabor familiar y fresco”, asegura Kleidys.
En Melosa Café la producción es diaria, desde tempranas horas los panaderos y pasteleros preparan el menú del día para ofrecer a los comensales dulces frescos. Actualmente se encuentran elaborando propuestas de pizzas para ofrecer a quienes en horas del medio día asisten al lugar en busca de un plato salado para almorzar y hacen pan para vender a la comunidad.
Formadores del oficio
El personal de Melosa Café está compuesto por un grupo de emprendedores que poco a poco, de la mano de la abuela Josefina y la tía Milena, han aprendido el oficio de la panadería y la pastelería.
“Los muchachos se forman acá. Aquí no ha llegado un maestro pastelero”, alega Kleidys. Para la fundadora, el café más que un lugar de encuentro con la pastelería autóctona es una escuela.
En Melosa Café también se imparten clases de barismo, una instrucción que ha formado a jóvenes que “han estado en competencias nacionales e internacionales y han quedado como subcampeones”.
“Si entraste a melosa y no aprendiste nada es porque no era tu norte” afirma con certeza Ramírez.
Coordenadas
Melosa Café abre sus puertas de martes a viernes de 9:00 de la mañana a 4:00 de la tarde, en la Casa de las Primeras Letras de Simón Rodríguez. Los días sábados, el café atiende solo si la Casa abre sus puertas al público. Puedes seguirlos a través de su Instagram @cafemelosa
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