Desde el éxodo de los judíos de Egipto a Israel, los panes han sido símbolo de las festividades religiosas. Y todos los panes de Pascua tienen significado religioso.
El libro del Éxodo lo recuerda: aquella noche en que las plagas en Egipto terminaron con la esclavitud del pueblo judío, un ángel recorrió el país y los israelitas cenaron con cordero, hierbas y panes ázimos.
Al iniciar el éxodo, los judíos llevaron consigo tortas de pan sin levadura pues, al salir rápidamente de Egipto, no tuvieron tiempo de leudar la masa.
Para los judíos, durante su conmemoración de la Pascua (Pésaj), está prohibida la ingesta de alimentos con cereales o fermentados con levaduras.
La Pascua cristiana
Los primeros cristianos, que eran judíos, comenzaron la celebración de la Resurrección de Jesús en paralelo a la Pésaj. Los relatos bíblicos narran de forma clara que la última cena de Cristo con los discípulos fue precisamente la celebración de la Pascua.
Será el Primer Concilio de Nicea (año 325) el que separó la celebración al establecer la fecha de la Pascua como el primer domingo después de la luna llena tras el equinoccio de primavera en el hemisferio norte.
La fecha, por tanto, varía entre el 22 de marzo y el 25 de abril, mientras que la Pésaj se celebra a partir del día 15 del mes hebreo de Nisán, que en el calendario moderno corresponde con el final de marzo y el principio de abril.
El matzá
El pan ázimo, que recibe el nombre en hebreo de matzá, todavía forma parte de la celebración de la Pascua judía y de forma indirecta en la religión católica en forma de hostias.
El pan ázimo, de forma redonda y delgada, era preparado por los judíos sin el uso de masa madre -las levaduras no serían conocidas hasta los estudios de Louis Pasteur-. De allí su importancia religiosa: proviene de una masa nueva que representa una vida nueva.
Siempre se elaboran con masas enriquecidas, es decir, con añadido de lácteos, huevos o azúcar. Esto quizá para enfatizar el espíritu festivo y celebrativo de su consumo.
La rosca pascual
Separadas las dos celebraciones, la judía y la cristiana, surgen panes que solo se consumirán en la celebración de la Pascua de Resurrección: Uno de ellos es la Rosca de Pascua, un pan con forma de anillo que recibe distintos nombres pero que celebra el amor, la paz y la unión de los pueblos.
La forma de anillo se vincula con la tradición del Renacimiento en el ciclo eterno de la naturaleza que vuelve a la vida en primavera y, para los cristianos, en Jesús que resucita venciendo a la muerte.
Algunos autores afirman que los orígenes de estos dulces productos se remontan a la antigua Roma imperial. Allí celebraban fiestas en honor a Saturno, dios de la agricultura, en las que se le agradecía y se pedía por la generosidad de la tierra.
Para esta festividad se elaboraban tortas redondas hechas con masa leudada rellenas con higos, dátiles y miel.
La colomba
También se ha hecho muy popular en estas celebraciones, la colomba pascuale, conocida en italiano como paloma de Pascua. Si bien algunas leyendas hablan de su origen en tiempos antiguos es en el siglo XX cuando se populariza con la comercialización de la colomba de la marca italiana Motta.
Fue Dino Villani, director publicitario de Motta, una marca que ya era famosa por sus panettoni navideños, ideó un pan dulce que les permitiría aprovechar la misma maquinaria y materia prima pero destinada a las fiestas de Semana Santa.
La masa original era hecha con harina, mantequilla, huevo, azúcar y naranja confitada, con un glaseado con almendra, y tenía forma de colomba, es decir, de paloma.
Una receta de rosca de Pascua
Para los que deseen hornear una deliciosa rosca y celebrar así la Pascua, María Belén Fagúndez y Néstor Cárdenas de Four Hands Cooking comparten su receta:
Ingredientes.
Para la rosca
- 500 gr de harina
- 100 gr de azúcar
- 120 gr de mantequilla
- 25 gr de miel
- 125 cc de leche
- 2 huevos
- 1 yema
- 10 gr de levadura instantánea
- 50 cc de agua
- 20 cc de licor
- 1 cdta de esencia de vainilla
- La ralladura de 1 limón
Para la decoración
- 300 gr de crema chantilly
- Frutas confitadas
Preparación
1. Mezclar la leche con un tercio de la harina y la levadura. Dejar reposar durante una hora o hasta que duplique su volumen. Con el resto de la harina, realizar una corona y colocar los demás ingredientes dentro de ella.
2. Incorporar la mezcla elaborada previamente. Integrar bien la masa. Dejar levar al doble.
3. Estirar de forma rectangular. Enrollar hasta lograr un cilindro y formar un aro. Colocar en una bandeja previamente engrasada. Dejar fermentar durante una hora aproximadamente.
4. Glasear con huevo. Decorar con crema pastelera y las frutas. Cocinar en horno moderado a 180°C.
(Este texto fue publicado inicialmente el 9 abril de 2020)