Vitolario

Rumbullion Club: fumar y beber con método

No es un bar, no es un salón de fumadores: Rumbullion Club es el espacio de reunión de un grupo de personas interesadas por disfrutar y aprender sobre destilados y tabacos

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Empecemos con una aclaratoria de rigor: rumbullion es una antigua forma de llamar al destilado de caña de azúcar que hoy conocemos como ron. Aquella bebida, codiciada por marineros, piratas y corsarios, recibió como uno de sus nombres esta palabra inglesa que se traduce como “gran tumulto”. O bullicio. Llegar a decirle simplemente ron, era solo cuestión de tiempo.

No es un gran tumulto lo que se arma en el Rumbullion Club porque aquí se viene a degustar y a aprender. Y a fumar, también. Funciona en una casa del este caraqueño, sin hacer mucho ruido, tratando de molestar lo mínimo. La mecánica es sencilla: asiste un pequeño grupo de gente, se ubican en una terraza y allí reciben información bien documentada e intercambian apreciaciones sobre, por ejemplo, tres rones de diferentes procedencias. O tres whiskys. O tres bourbon. De vez en cuando algún cocuy. Y, por supuesto, siempre habrá buenos tabacos encendidos.

Manuel Arcaya y Diego Urdaneta se inventaron el Rumbullion Club casi como una excusa para compartir con otras personas su afición por el universo de los destilados y los tabacos. Porque esto comenzó fumando.

“Desde septiembre de 2020 empezamos con la idea de vender tabacos”, hace recuento Urdaneta: “El concepto era armar unos samplers con un destilado y tres o cuatro tabacos que armonizaran bien con esa bebida”.

“Tratamos de aportar valor creando paladar”, explica Arcaya lo que, en esencia, podría calificarse como una especie de curaduría: “Nadie vendía un paquete con las dos cosas”.

Y así fue ganando forma el proyecto de organizar un pack mensual de 4 tabacos que algunas veces cambia a tres cigarros y una muestra de un destilado específico. Se fueron sumando entusiastas que se comprometen a adquirir los paquetes y a través de un grupo de chat reciben las notificaciones del mes e intercambian sus impresiones.

“Es una manera de conocer lo que de verdad te gusta en destilados y tabacos”, dice Arcaya: “Y vas probando cosas que quizás de otra forma no comprarías”.

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Urdaneta (izquierda) y Arcaya, tabaco en mano

Rumbullion Club: la sede

En agosto de 2021 tuvieron la oportunidad de ir más allá, justo a lo que querían hacer: tener un espacio para organizar catas o degustaciones. O como quieras llamarlo. Y ahí fue cuando de verdad nació Rumbullion Club. Acondicionaron el lugar para que resultara confortable –con mobiliario de Freak Hänsen  y Mangú-  y del chat pasaron a verse las caras por primera vez en las catas iniciales.

“Era algo que nos pedían los miembros del grupo después de compartir tanto de forma virtual y de relacionarse entre ellos”, apunta Arcaya.

Y aquí hay que detenerse a hacer otra aclaratoria. Esta no es solo una iniciativa de aficionados a los destilados: aquí hay conocimiento autodidacta pero también formación. Diego Urdaneta es colaborador y miembro del consejo editorial de la revista Humo Latino, hizo el Diplomado de Ron de la Academia Venezolana de Sommeliers y recientemente hizo las certificaciones de Habanos Junior y Senior que dictan los representantes de Habanos SA en Venezuela. Y Manuel Arcaya es fundador del Caracas Cigar Club, obtuvo el certificado de Ronmelier del Diplomado de Ron y Destilados del CIAP-UCAB, hizo el Diplomado de Ciencia y Tecnología de las bebidas destiladas organizado por la UCV y el ICTA, y además hace ya algún tiempo que tiene su diploma de Habanos Junior.

El plan original, explica Urdaneta, era organizar catas y degustaciones de rones buscando conocer más allá de los destilados nacionales. Era –y sigue siendo- una exploración en un vasto territorio: “Luego hemos ido añadiendo whisky, bourbon, whiskeys, hemos ido también a mezcales, tequilas y cocuy”.

“No es un bar esto, no es un lugar para venir a tomar o solo a fumar. La idea siempre fue aportar ese valor agregado de la información, de la búsqueda de marcas y opciones poco conocidas”, precisa Arcaya: “Aunque hemos tenido a marcas como invitadas –como Calazán, Barrica, Bicuye, los tabacos Stallone, entre otras- decidimos no casarnos con ninguna y nos dedicamos nosotros a buscar para proponer cosas diferentes y esas experiencias con variedad de alcoholes han despertado mucho interés”.

En un grupo de 20 personas arrancaron las primeras convocatorias de Rumbullion Club. Es decir, la gente que ya estaba anotada en las compras de los packs de tabacos. Ese grupo ya suma 60 y de momento se queda en ese número. No se exige un pago por membresía, pero sí el compromiso de ser constante en la compra de los packs cuyos costos varían en función de los ejemplares que contenga, pero siempre dentro de niveles razonables en el mercado de los cigarros.

A la fecha, han organizado más de 50 catas en las que suelen participar en promedio de 15 a 20 personas máximo, por razones de espacio. Se convocan los miércoles de cada semana, son dirigidas por Urdaneta y Arcaya y por esos paladares han pasado ya más de 221 rones y un centenar de whiskys. Algunas experiencias se han salido del formato: “La cata ‘Viajando por Escocia’, con whiskys de distintas regiones, gustó tanto que la hicimos tres días seguidos”, recuerda Urdaneta.

“Más que catas son clases sobre los destilados”, detalla Urdaneta: “No solo degustamos y hablamos de las marcas, explicamos sobre los procesos de producción, tratamos de compartir toda la información posible”.

¿Y cómo crece Rumbullion Club? Por razones prácticas en cuanto a los packs de tabacos, tendría que ser de 10 personas en 10. De momento, podrían ingresar nuevos nombres en la medida en que se retiren miembros. Y también han probado otra opción: llevar Rumbuillon fuera de la casa a lugares como la tienda especializada en tabacos Gentleman Brothers, con quienes tienen colaboración frecuente, y en la pizzería La Artesana, en El Hatillo, donde han hecho degustaciones de destilados acompañadas de cigarros de la marca Casa Trianón.

Vistos los detalles operativos de Rumbullion quizás haya otra definición que le calce mejor que la de club: es un grupo de interés, un grupo de gente que no solo quiere tomar y fumar, sino que busca aprender y descubrir, conocer y compartir. Y no paran: la actividad en el chat, el intercambio de información y opiniones es incesante.

Coordenadas

Instagram. @rumbullion.club

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