5 bocados de Carora que son únicos en Venezuela

Carora es una zona muy productiva del estado Lara, con ganadería, agroindustria de lácteos, plantaciones azucareras y sede de la única marca de vinos en Venezuela, Bodegas Pomar. Tienen su propia raza de ganado, la Carora, y se dedican especialmente a la crianza de cabras para la producción de quesos.

Es conocida, también, por su estupenda culinaria, basada en su producción cero kilómetros como las carnes, los lácteos y los postres, y también tienen unos platos muy particulares, que nacieron en sus fogones y que hablan de Carora en cada bocado, pues en ninguna parte de Venezuela se hacen igual.

Los conocimos en la propia Carora, al asistir a la primera vendimia de 2024 de Bodegas Pomar. Les contamos sobre ellos:

Pampuras

Las pampuras son una especie de arepas muy delgadas y crujientes, tipo tortilla, que doblan irregularmente sus lados cuando se cuecen al horno. Son hechas de masa de maíz, y aguantan cualquier tipo de topping.

En Carora eran muy comunes en los hogares, siempre había y se usaban solas como snack o, por lo general, acompañadas de caraotas, nata y suero. Sin embargo, por su laborioso hacer han ido desapareciendo de los hogares, y solo algunas pocas personas continúan elaborándolas.

«No es fácil hacer una pampura, por eso son pocos los que se atreven. El punto de la masa tiene que ser exacto, ni muy aguado ni muy duro. Y luego hay que hornearla hasta que logre el crujiente preciso», explica la caroreña María Victoria Aguilar quien, junto con su primo Juan Carlos Pérez, las comercializó un tiempo en Caracas.

La pampura también es protagonista de la llamada «tostada caroreña». En ese caso, las pampuras son como los panes de un sándwich y adentro se rellenan con la finísima carne mechada «pata e’ grillo» y se puede acompañar de quesos, tajadas, chicharrón y otros productos de la tierra de Carora.

Galletas de doña Eloína

Como las pampuras, estas tradicionales galletas también son muy planas y crocantes, pero se hacen con harina de trigo y tienen un toque dulce. Llevan canela y se cuecen en horno de leña.

Estas galletas de doña Eloína se sirvieron en el brunch que Bodegas Pomar celebró por su primera vendimia de 2024:

Se pueden servir con acompañamientos dulces o salados. Además de merienda, las galletas de doña Eloína suelen servirse como el dulce final de los brunchs.

Mamonada

Se trata de un helado de pulpa de mamón, esa pequeña fruta con una gran semilla al centro, pero que es trabajado de forma muy particular, para que se sienta cremosa.

La mamonada tradicional lleva, además de la pulpa del mamón, leche entera y leche condensada.

En Carora se hacen varias versiones de la mamonada, como este que hizo la ahora chef larense Tatiana Tirado cuando era estudiante de la escuela de cocina Adelis Sisiruca, en Barquisimeto, y que ganó el segundo lugar del concurso Fusión a la Carta 2021.

Dulce de paleta

Es el postre estrella de la cocina de Carora. Se hace con leche evaporada y condensada, yemas, azúcar, vainilla y, un ingrediente fundamental: mucha, pero mucha paciencia, para «paletear» la olla hasta llegar al punto de cremosidad perfecto, entre natilla y mousse. Aunque algunos lo comparan con el tres leches, yo le encuentro más parecido al postre peruano suspiro de limeña, aunque ese lleva licor y el caroreño no.

El dulce de paleta nació en el Municipio Torres de Carora, pero se extendió a todos los fogones larenses. A diferencia de las pampuras y de las galletas de doña Eloína, es bastante frecuente conseguirlo en los restaurantes de ese estado e incluso en Caracas, donde es elaborado por la chef Mercedes Oropeza y su servicio de comida @unavainita.

El dulce de paleta, en su versión tradicional, se decora con merengue italiano y ralladura de limón, pero la creatividad es libre y se puede servir acompañado de otros sabores, como este con coulis de fresa y tierra de galletas que la chef Sonia Semidey sirvió durante una de las cenas de celebración por la vendimia de Bodegas Pomar:

Queso de cabra madurado en vino

Los quesos de cabra son muy comunes en Carora, y se pueden encontrar de varios tipos: frescos, cremosos o madurados, y de diversas marcas, tanto artesanales como más establecidas. Es el ejemplo de Quesos Ananké y Quesos Las Cumbres.

Por supuesto que los quesos de cabra no son exclusivos de Carora pero uno de ellos sí lo es, porque representa la esencia de la zona y la fusión de dos productos insignes: queso de cabra y vinos del terroir del cercano pueblo de Altagracia.

El queso lo fabrica la marca Las Cumbres, y está madurado durante 30 días en vino de Bodegas Pomar, lo que le confiere a su concha un color morado sangría y un aroma que se siente al destapar el empaque al vacío que lo contiene.

Lo bautizaron Ocaso como los reconocidos atardeceres de Carora.

Carora queda a poco más de una hora de Barquisimeto, capital del estado Lara, y cuenta con una de las zonas coloniales más grandes y mejor conservadas de Venezuela. También en Carora se fundó el primer club privado del país, el Club Torres, que se mantiene operativo y con un muy riguroso proceso de selección de socios.