Desayuno, la comida más importante del día

Ahora bien, ¿por qué es tan importante desayunar? Luego de las horas de sueño, el cuerpo agota sus reservas energéticas y requiere de una recarga “urgente” para continuar con las funciones vitales e iniciar las actividades del día. Esa es la razón por la que los especialistas recomiendan desayunar entre 30 y 45 minutos después de levantarse de la cama.
Si durante ese tiempo, el cerebro no recibe la información de esta “recarga” entonces da la orden de trabajar en “emergencia” y recurre a los músculos como reserva de energía para cumplir con todas las funciones corporales. Cuando este ciclo se repite a diario el cuerpo se acostumbra a esta dinámica, por lo que el resto de las comidas que se consumen en el día se convierten en las reservas de energía, acumulándose en la zona abdominal y promoviendo el sobrepeso.
Ante la emergencia, el cerebro está muy ocupado decidiendo a qué partes del cuerpo enviará la poca energía que tiene por lo que otras funciones como la atención y la concentración pasan a un segundo plano. Esa es la razón por la que en edad escolar, es clave que los chicos puedan iniciar la jornada académica con suficiente glucosa en el cerebro, así su rendimiento escolar será óptimo. Por otra parte, está comprobado que los niños que desayunan tienden a mantener un peso saludable adecuado a su edad y estatura.
Muchos padres tienden a preparar la lonchera con el desayuno, pero en la mayoría de los colegios esta comida se realiza a media mañana cuando ya resulta muy tarde. La lonchera debe ser una recarga de energía de media mañana y no la primera comida del día, asi que es preciso ajustar la dinámica matutina para garantizar que el niño disponga de tiempo suficiente para comer.
Si tiene dificultades para hacer que su hijo desayune:
1. Establezca una hora fija para cenar y para ir a la cama la noche anterior.
2. Desayune con los niños, será bueno para usted también y le permitirá predicar con el ejemplo.
3. Permítales elegir sus desayunos favoritos, esto le dará un extra de ánimo.
4. Mantenga la rutina del desayuno durante los fines de semana y las vacaciones.
El aporte energético del desayuno debería cubrir ente el 30 y el 35 por ciento de las necesidades nutritivas del niño en edad escolar. Un desayuno bien equilibrado debe contener una porción de proteína (lácteos, carnes o huevos) una de carbohidrato (cereales, pan, arepas) y una de vegetales o frutas, con eso garantizamos energía suficiente para un desarrollo óptimo.
Si por la rutina diaria debes salir muy temprano de casa, recomiendo preparar una bebida a base de leche con alguna fruta y antes de entrar al colegio asegurarse de que el niño consuma algún carbohidrato. A continuación comparto algunas ideas que podrían resultarles útil:
1. Cereal con leche y frutas.
2. Huevos revueltos con vegetales y pan tostado.
3. Arepa rellena con carne o pollo y una rueda de tomate o aguacate.
4. Cachapa con queso.
5. Panqueca con mermelada de fruta y queso.
6. Granola con yogurt y frutas.
7. Pan pita relleno con jamón y vegetales.
8. Buñuelos de yuca con queso y una porción de fruta.
9. Bollitos con pimentón y queso rallado.
10. Empanadas horneadas rellenas con pollo, carne, queso o pescado.
Evite los alimentos muy azucarados y las frituras. Ajuste las raciones a la edad del niño y si tiene dudas consulte con su pediatra o con un nutricionista infantil.
Al momento de iniciar el hábito de desayunar, es importante que lo converse con su hijo y le explique el valor de esta comida para su desarrollo y crecimiento. Garantice asociaciones positivas con el momento de desayunar y celebre sus logros.

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