Vida sana

¡Dile no a los atracones!

La ansiedad es un sentimiento persistente de angustia e intranquilidad que muchas veces se traduce en ganas, también persistentes, de comer. Conozca cómo controlar los antojos y darle a su cuerpo lo que de verdad necesita

Por: Débora Ilovaca @deboralieska
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Hay días malos. También semanas y hasta meses malos. Momentos en que el optimismo se disipa y las preocupaciones ocupan todos los pensamientos. El estado anímico se reduce a estrés, ansiedad y ganas de comer… todo y a toda hora
Según María Alesia Branz, licenciada en nutrición y dietética, la ansiedad es un sentimiento desagradable de intranquilidad y nerviosismo generalizado y persistente.
“Lo más habitual es que la persona se queje de estar permanentemente angustiada. Los síntoma más comunes son temblores, tensión muscular, exceso de sudoración, mareos y vértigos, taquicardia, necesidad de moverse y hambre”
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Branz subraya que el cuerpo humano es una “máquina perfecta” y que es muy importante saber escucharlo y cómo responderle, sobre todo en momentos de estrés y ansiedad. “En esos estados de inquietud, el cuerpo siente que le falta algo. Puede ser paz, seguridad, amor, comprensión. O algún alimento físico porque la persona ha pasado tres horas sin comer, o quizás tiene sed y no hambre”.
Cada quien debe aprender a identificar qué le está diciendo su cuerpo antes de sucumbir a la ganas de comer. “Muchas veces las personas piensan que ese malestar se elimina comiendo. El resultado es que luego del atracón la persona se siente peor”, dice Branz. “Para evitar los atracones es menester convencerse de que ese alimento o esa cantidad no nos hace falta y que después de comerlo nos vamos a sentir mucho peor. Si eso no funciona, entonces optamos por tomar mucha agua.
A veces confundimos la sed con hambre. Si luego de dos vasos de agua y una espera de cinco minutos el antojo persiste, entonces lo recomendable es darle al cuerpo un alimento”, suscribe la doctora. La ansiedad también disminuye las ganas de hacer ejercicio y aumenta las ganas de dormir. Las emociones negativas suelen salir a flote y las positivas se hunden. En estos casos, Branz aconseja tener fuerza mental: “no dejarse llevar por las emociones y mover el esqueleto”.
“Hacer ejercicio libera endorfinas que nos hacen sentir bien. Si te sientes incapaz de moverte piensa en cómo te vas a sentir después de haberlo hecho: sudado y lleno de energía. Hacer ejercicio es un favor diario que nos hacemos a nosotros mismos. Hay que verlo como una pastilla antidepresiva en sentido literal. Además, que nunca escasea”.
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Snacks de emergencia
Otra manera inteligente de afrontar las crisis de ansiedad es apertrecharse de alimentos de “emergencia” —que podamos comer sin que las consecuencias sean devastadoras. Branz sugiere las siguientes opciones:

  • Gelatina light o gelatina sin sabor.
  • Café guayoyo con estevia.
  • Té natural de diferentes sabores —preferiblemente verde.
  • Agua con limón natural.
  • Consomé desgrasado.
  • Frutas frescas —1 taza, preferiblemente las tropicales: patilla, piña, lechosa y melón.
  • Frutos secos —1 puñito.
  • Chocolate negro más de 70% de cacao —2 cuadritos.
  • Cotufas naturales hechas en casa sin sal ni mantequilla —2 tazas.

Guía para antojos descontrolados
De acuerdo a Branz, cada antojo revela qué está pidiendo el cuerpo y hay opciones saludables para satisfacerlo:

  • Antojo dulce: el cuerpo está pidiendo cromo, carbón, fósforo, sulfuro y triptófano. ¿Qué comer? Uvas, cereales integrales, tomate, frutas frescas, avellanas, batata, mostaza y dátiles.
  • Antojo grasoso: el cuerpo está pidiendo calcio. ¿Qué comer? Brócoli, espárragos, espinaca, col rizada, cebolla, acelga, lentejas, yogurt y huevo.
  • Antojo achocolatado: el cuerpo está pidiendo magnesio. ¿Qué comer? Nueces, semillas, cacao en polvo, dátiles, espinaca.
  • Antojo de pan y pasta: el cuerpo está pidiendo nitrógeno. ¿Qué comer? Proteína: carne, pollo, pescado y leche.
  • Antojo salado: el cuerpo está pidiendo cloro. ¿Qué comer? Trigo, centeno, avena, pan integral, ciruelas, aceitunas, alcachofa, zanahoria, apio España, tomate, lechuga, algas y nueces.

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¿Cómo romper el círculo de la ansiedad?
Branz enfatiza que la lucha contra los atracones “es una guerra entre tus pensamientos, emociones y tú. Lo ideal es no caer en el primer atracón porque después es más difícil salir. La comida chatarra hace que se disparen los niveles de insulina, lo que nos hace sentir más débiles y aumenta el letargo —más flojera de hacer ejercicio.
También hace que se tenga más hambre en menos tiempo. Es una combinación fatal que hay que evitar a toda costa”. Para salir del círculo vicioso de la ansiedad: “tomar mucha agua, que la próxima merienda sea saludable y nutritiva y vencer esa flojera de moverse. Una vez que estés sudando, te sentirás excelente”.

Contacto María Alesia Branz Licenciada en Nutrición y Dietética Consultorio en Caracas y asesorías online. Email: [email protected]. Teléfono: (0414)1262329. Instagram: @lalefit ]]>

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