Vida sana

¿De qué sufriré: alergias o sensibilidades alimentarias?

En la mayoría de los casos, las personas que consideran que sufren de alguna alergia en particular a ciertos alimentos, acuden a una consulta con expertos en inmunología o alergología. Sin embargo, muchas veces, algunos tienden a denominarlo de esta manera porque es el término que conocen o con el que se sienten relacionados, pero al momento de hacerles un interrogatorio y un estudio especializado de todo aquello que estaban consumiendo, nos damos cuenta y concluimos que en realidad no padecen de alergias, sino de sensibilidades alimentarias

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Por este motivo es importante relacionarse con la terminología correcta y entenderla, por lo que compartiremos tres términos que tienden normalmente a confundirse y que son necesarios saber diferenciarlos para que de esta manera sea mucho más sencillo identificar realmente de qué padecemos y qué nos hace daño.

Los términos a examinar son: alergias, sensibilidades e intolerancias. Este último, no tiene relación con el sistema inmunológico, sino con la deficiencia o ausencia de ciertas enzimas que originan sintomatología netamente gastrointestinal.

Por ejemplo, la lactosa es un azúcar que se encuentra en los lácteos. Si no padecemos las enzimas para digerirlo, causa intolerancia y genera sensación de gases, nauseas, distensión abdominal, entre otros.

Cuando nos referimos a las “alergias”, hablamos de una reacción mediada por el sistema inmunológico, donde los protagonistas son los anticuerpos IgE y su sintomatología es inmediata con una máximo de dos horas después de haber ingerido el alimento. Se refleja de forma automática, que causa inflamación, en especial en las vías respiratorias. Un ejemplo cotidiano sería cuando una persona alérgica a los mariscos, se empieza a inflamar, le afectan las vías respiratorias y en efecto le empieza a faltar el aire.

Por último y no menos importante, hacemos hincapié en las “sensibilidades”, también denominadas como “alergias tardías”, que generan una reacción que también es mediada por el sistema inmunológico, esta vez por anticuerpos IgG y su sintomatología aparece en las próximas dos horas hasta las 72 horas después de haberlo consumido. A su vez se refleja en inflamación, no solo a nivel gastrointestinal sino en otras partes del cuerpo, como dolores de cabeza, estados de ánimo, dermatitis, entre otros, propios de cada individuo en particular.

Un ejemplo común es que muchas veces desayunamos algo como “sándwich con queso” y nos sentimos bien; pero al día siguiente comemos “arepa de yuca con pollo” y al rato nos sentimos mal, entonces automáticamente pensamos que el culpable está en la yuca o en el pollo, sin percatarnos que pudo haber sido aquello que ingerimos el día anterior, y seguimos comiendo lo que nos causa daño y eliminamos alimentos que más bien nos dan salud.

Ahora nos preguntamos: ¿por qué lo que comemos nos está causando daño? Porque el 70% del sistema inmunológico se encuentra a nivel intestinal, por lo que cada alimento que comas será detectado por tu sistema de defensa. Si un alimento no es adecuado para ti, tu organismo lo  rechazará y generará manifestaciones específicas en cada persona.

Nutriwhite te invita a detectar cuáles son tus sensibilidades alimentarias, puede ser a través de un diario de alimentación, asignar una dieta de eliminación o realizar pruebas específicas de sensibilidad alimentaria. De tal forma, puedes conocer y remover alimentos que ocasionan inflamación, reponer con aquellos que te benefician y así recuperar tu salud. También te recomendamos que mientras más rotativa y menos monótona sea tu alimentación, menor será el riesgo de producir sensibilidades y mayor salud tendrás.

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