Vida sana

“Querida, comer al ritmo de tu edad es ganarle al envejecimiento”

En aquella primera conversación, cuando nos explicaron que todo iba a cambiar en nuestro cuerpo en la adolescencia, se les olvidó comentarnos que, a diferencia de los varones, el cambio iba a ser la constante en nuestra vida, que década tras década nuestro cuerpo nos manifestaría nuevas necesidades y nos exigiría seguir atentas para responder eficientemente a ellasConoce qué brindarle a tu organismo en cada “tinueve” para que los cambios te encuentren preparada

FOTOS: FREEPIK & PEXELS
Publicidad

Los 30: de lleno en la vida adulta

mujer-3

En plena edad reproductiva, la mujer que atraviesa esta década menstrúa, sale embarazada, desarrolla su vida profesional, atiende su vida social, cría, se encarga del cuidado de la familia, es atractiva para su pareja, menstrúa y vuelve a quedar embarazada.

No por casualidad, algunos expertos afirman que el aumento de peso en este período se debe más al estilo de vida que a cualquier otra variable, y que el estrés parece ser el factor que invita a las hormonas a almacenar peso y a volver más lento el metabolismo.

Además, se experimenta mayor retención de líquidos, consumo de más energía y cambios corporales relacionados con la maternidad. Para palear estos síntomas es necesario vigilar el consumo de sal y comenzar a sustituirla por otros condimentos como la cebolla, el ajo, la albahaca y el cilantro. El té verde, por su parte, contribuye con el control del metabolismo y para tener más energía se deben incluir alimentos ricos en fibra, como los granos y grasas monoinsaturadas, como el salmón, el aguacate y las almendras.

Uno de los cambios más importantes que experimenta el cuerpo de la mujer que pisa los 30 es la disminución de colágeno, una proteína que se encuentra en los huesos, músculos, piel y tendones, que les da resistencia, elasticidad, protección y es un agente rejuvenecedor de las células. Algunos alimentos que garantizan su presencia en el organismo son la gelatina, las frutas y verduras de color rojo, gracias a su alto contenido en licopeno; alimentos ricos en azufre, como el célery, las aceitunas, los pepinos y el plátano; la leche de soya y el queso, que poseen genisteína.

40 años: sé una cuarentañera, no una cuarentona

mujer

Con los hijos un poco más grandes y la carrera profesional andando, la mujer que tiene 40 años, comienza a vivir de forma más organizada y si se ha cuidado el colágeno en la década anterior, es el momento perfecto para retomar la actividad física con más regularidad, disciplina y pasión.

Hay que tener en cuenta, que en esta edad, la densidad ósea comienza a disminuir y los lípidos sanguíneos pueden presentar alteraciones, es decir, aumento del colesterol malo (LDL) y disminución del bueno (HDL), por lo que es importante estar atentas al adecuado consumo de calcio y de alimentos ricos en ácidos grasos Omega 3.

Es un buen momento también para comenzar la cruzada antienvejecimiento y tener como aliados al pescado, las manzanas, el vino tinto, la naranja, el té verde, el aguacate, productos lácteos, el brócoli, la zanahoria y los tomates por sus efectos en el proceso de oxidación de las células de la piel y regulación de los procesos metabólicos.

aguacate

En el caso de la mujeres que han decidido postergar la maternidad para este momento, es necesario que además, incluyan ácido fólico en su alimentación diaria, incluso antes de quedar embarazada, para evitar males congénitos en sus bebés. La gran sorpresa (no siempre agradable) para las mujeres que atraviesan esta década es que pueden comenzar a experimentar síntomas de la menopausia. La baja de estrógenos produce sensación de calor intenso en todo el cuerpo, disminución de la libido, retención de líquidos y un poco de depresión. Así que, piquemos adelante y busquemos alimentos con fitoestrógenos, que son estrógenos naturales de origen vegetal, que se encuentran en el perejil, la alfalfa y la soya. También se encuentran en semillas de sésamo y girasol, los frijoles, los guisantes y en los frutos secos. Para estimular el buen ánimo, es importante hacerse un chequeo de los niveles de las diferentes vitaminas y reforzar aquellas que estén más bajas.

50 años: en la serenidad está el cambio

mujer-1

Ya con casi todos los aspectos de la vida bajo control, la mujer al llegar a los 50 años se acerca cada vez más a la menopausia. Además de los síntomas que ya conocemos, como la baja de estrógeno y los cambios en el estado de ánimo, la retirada de la menstruación tiende a inflamar el abdomen, por lo que el riesgo de enfermedades cardiovasculares aumenta.

Para contrarrestar las bajadas de ánimo, además de realizar una actividad física regularmente, es importante aprovechar el tiempo libre en alguna actividad de crecimiento personal, que proporcione bienestar y ayude a establecer vínculos con personas nuevas.

La menopausia, muchas veces, coincide con la partida de los hijos, y se convierte en una oportunidad para las mujeres de esta edad a centrarse en ellas misma y buscar, en este nuevo cambio de vida, la serenidad que tanto se añoró décadas atrás.

A los 50, la guerra es contra los achaques prematuros y debemos aliarnos con nuestra salud para preparar a nuestro organismo para posibles debilidades presentes o futuras. En la dieta se deberían incluir:

chocolate, bienmesabe

  • Chocolate negro, café, té y vino por sus propiedades antioxidantes y porque, en porciones adecuadas, tienen beneficios en el sistema vascular y previenen enfermedades como el cáncer.
  • Los lácteos y sus derivados aportan calcio suficiente como para mantener la osteoporosis a raya.
  • El Omega 3 presente en el pescado y la vitamina B presente en los granos, las carnes magras, las legumbres, vegetales, frutas y huevos, ayudan a la desinflamación abdominal, además de mantener los reflejos, la claridad mental y la buena memoria. Si después de un chequeo médico se demuestran bajas en estos elementos, se pueden consumir en cápsulas.
  • La fibra siempre será un aliado para la buena digestión.
  • Los carbohidratos integrales y los mariscos son ricos en zinc, ayudan al sistema inmunológico y cuidan al hígado, los huesos y el sistema endocrino.

60 años: …y después de tanta dieta, el hambre se va

mujer-6

Es irremediable, luego de la menopausia, tu cuerpo necesita menos calorías, el apetito desciende y el metabolismo se vuelve a alterar. Si bien puedes experimentar pérdida de peso, hay que cuidarse de no perder también masa muscular y nutrientes necesarios para mantenerte saludable. Es importante estar atenta y comer solo cuando sientas hambre y en las cantidades que el cuerpo te pida.

Pronto te darás cuenta de que te resulta mejor comer pequeñas cantidades entre cinco y seis veces al día que comer tres comidas fuertes, esto, además, contribuye a que el metabolismo funcione eficientemente.

El ejercicio físico, sobre todo si es al aire libre, es beneficioso para huesos y músculos. La relación constante con los nietos te mantendrán activa, divertida y muy alejada de la ansiedad y la depresión.

ejercicios

Parece temprano, pero los 60 son la edad perfecta para consultar a un geriatra, solo con ánimos de prevenir, de chequear la vista, los oídos, los procesos cognitivos, los umbrales del dolor y la densidad ósea. Sí es necesaria una intervención más o menos invasiva, con tal de no sufrir en el futuro.

A esta edad tenemos aún la fortaleza para no recaer con las consecuencias de dichas intervenciones.

Teniendo todas estas variables en la mira, nuestro deber es mantener las enfermedades lejos de nosotras y lo logramos consumiendo alimentos que fortalezcan al sistema inmune:

smoothie bowl

  • Aceite de coco: además de proteger la tiroides, este aceite es rico en ácido láurico, que se convierte en monolaurina y viene a ser el compuesto que se encuentra en la leche materna y funciona como las primeras vacunas para los recién nacidos.
  • Yogurt: los probióticos (bacterias saludables) mantienen al tracto digestivo libre de gérmenes y facilitan la digestión.
  • Avena y cebada: gracias a la presencia de beta-glucano en estos granos, estamos menos propensas a contraer gripe, aceleramos la cicatrización y ayudamos a que los antibióticos funcionen mejor.

zanahoria-3

  • Zanahorias: es una excelente fuente de beta-caroteno, cuyo trabajo principal es fortalecer las mucosas del cuerpo, lo que protege a las vías respiratorias e intestinales y hace más difícil el paso de las bacterias al torrente sanguíneo. Para una dieta más saludable se pueden acompañar con coliflor, brócoli y otras verduras.
  • Jengibre: al igual que la vitamina C esta especie evita que el cuerpo caiga en bajas temperaturas, gracias al componente gingerol, que se relaciona con la capsaicina, responsable de hacer picante a los chiles. Además, puede ayudar a disminuir el dolor crónico y a reducir el colesterol malo.
  • Canela: conocida como una máquina antiviral, antifúngica y antibacteriana porque más que impulsar al sistema inmune, de hecho, combaten los patógenos que causan la enfermedad.
  • Alimentos o suplementos que contengan vitamina C, D y E.

¿Estás preparada para los cambios?

Recuerda esta última advertencia: todas las mujeres somos diferentes y los cambios, los requerimientos, la asimilación de alimentos y todo lo demás, corresponde a un código secreto personal, así que tenemos un reto adicional: conocernos, aceptarnos y cuidarnos de una manera única.

Publicidad
Publicidad