Como Vargas, miles de madres han tenido que tomar decisiones similares ante la galopante escasez de alimentos cuyos orígenes están en la caída de la producción en el campo venezolano que, en el caso del maíz fue de 19% el año pasado, según las cifras oficiales del Ministerio de Agricultura y Tierras (MAT), de acuerdo con la memoria y cuenta 2015 de ese despacho.
Lo más grave es que la cantidad de maíz cosechado el año pasado (1,84 millones de toneladas) apenas representó 51% de las necesidades ordinarias del país, estimadas en unas 3,6 millones de toneladas, cifra que incluye el cereal tanto para el consumo humano como para la producción de alimento para animales.
El caso del maíz se repite en los otros dos cereales cosechados a gran escala en el país y que también brillan por su ausencia: arroz y sorgo. En el primer caso la caída fue de 27,81% y apenas se cosecharon 836.000 toneladas, con lo cual hubo un déficit de casi 570.000 toneladas para satisfacer la demanda nacional, estimada en 1,4 millones de toneladas/año. En sorgo, la producción de 66.457 toneladas, una reducción de casi 50% frente a los datos del año anterior.
De hecho, el balance general 2015 del MAT no es nada halagador, pues asegura que la producción vegetal el país se contrajo 10,56%, detallando además que ocho categorías principales cayeron de forma considerable: cereales -22,77%; oleaginosas (grasas) -12,76%; raíces y tubérculos -4,86%; frutas -4,61%; café y caña de azúcar -16%; y semillas certificadas -28,7%. Los únicos rubros que aparentemente subieron fueron leguminosas (27,43%) y hortalizas (13,91%).
Estos datos se corresponden con la caída de la superficie total sembrada, que según el balance se redujo en 10% al pasar de 1,9 millones de hectáreas en 2014 a 1,7 millones de hectáreas en 2015.
Destaca en el informe la vertiginosa caída de la superficie sembrada de girasol, que descendió 67% y cuya producción se redujo de 23.329 toneladas en 2014 a 9.799 en 2015.
Otros casos con fuertes descensos en la superficie sembrada fueron el sorgo (-53%), tabaco (-49%), maní (-31%), algodón (-30%), arroz (-28%) y palma aceitera (-27%).
– A pique –
Que Nelly Vargas tampoco consiga azúcar, aceite vegetal o café nada tiene que ver con una supuesta guerra económica emprendida por los empresarios nacionales, sino con la drástica caída de la cosecha local, a lo que se suma una fuerte reducción en las compras internacionales como consecuencia del menor flujo de caja por la caída de los precios del petróleo.
El caso del café es bastante significativo, pues si hasta hace apenas ocho años los caficultores nacionales lograban producir cerca de 1,2 millones de quintales (unas 55.200 toneladas) que demandan los venezolanos, las 48.700 toneladas cosechadas en 2015, según cifras oficiales, apenas alcanzaron para satisfacer 86% de los requerimientos del país.
En azúcar la situación es similar, y aunque las cifras del MAT son muy superiores a las aportadas por Fedeagro, la caída de 17,63% en la producción representó que el déficit alcanzara los 11 millones de toneladas, tomando como cierto que se cosecharon 5 millones de toneladas de caña de azúcar y las necesidades del país alcanzan los 16 millones de toneladas anuales.
– Ganadería en declive –
Si bien los datos del MAT contrastan de manera ostensible con los aportados por las asociaciones de productores pecuarios, el balance oficial reconoce que hubo una merma de 0,6% en la producción animal de 2015.
La memoria y cuenta señala que en un año la producción de bovinos se redujo en 6,58% al pasar de 2,03 millones de cabezas a 1,9 millones de cabezas, mientras que la de cerdos cayó 3,84%.
De acuerdo con los datos de Fedenaga, el consumo de carne de res per cápita bajó más de 41% en el último año, pues de los 24 kilos por habitante que se consumían en 2014 la ingesta cayó a 14 kilos el año pasado.
En leche, la data del gobierno asegura que la producción subió 3,91% al pasar de 2.701 millones de litros a 2.807 millones de litros, con lo cual se cubriría casi en su totalidad la demanda de unos 3.000 millones de litros. Si embargo, Fedenaga asegura que hasta 2014 existía un déficit que supera el 40% de la demanda y que era satisfecho con importaciones; déficit que el gremio asegura ha aumentado debido a las fuertes fallas de abastecimiento de los últimos meses.
En el segmento de aves, los resultados fueron contrastantes: mientras la producción de huevos para consumo bajó 3%, la de huevos fértiles subió casi 8%, en tanto que la de pollos subió 2,63%, dato este que contrata con lo expresado por productores del ramo, quienes aseguran que la falta de insumos ha llevado a un declive de entre 40% y 50% de la cría de aves para consumo humano.
