La alegría de quienes veían las columnas de azúcar en la sucursal del supermercado San Diego en Valencia, se desvanecía con solo comprobar el precio: Bs 5.118 el kilo, monto que supera en más de 1.012% el fijado por el gobierno nacional a finales de diciembre pasado, pero que se muestra en los automercados de la capital carabobeña y otras ciudades del país.
“A ese precio es imposible. Ni con el aumento ese que acaban de dar puede comprarla alguien que gana sueldo mínimo”, comentaba una dama entrada en años mientras observaba cómo más y más compradores devolvían los paquetes de azúcar importada de Brasil que se comercializa en varios locales.
“Mientras a la industria le fijan un precio que sigue estando por debajo del monto de equilibrio para producir, a los importadores les permiten traer el producto y venderlo al precio que ellos imponen”, señaló un productor de caña de azúcar que prefirió el anonimato.
A través de una providencia de diciembre pasado, la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) fijó el precio del azúcar nacional en Bs 460 el kilo, monto que es superado en 1.012,6% por el refinado brasileño que abiertamente se comercializa en varios locales.
Incluso, está por encima del valor del producto en los buhoneros. En Maturín, por ejemplo, tras varias semanas ausente, el azúcar reapareció en los bachaqueros (revendendores del mercado negro), que expenden el kilo –casi siempre incompleto- en Bs 4.000, precio similar al reportado por consumidores de Maracay y Puerto Ordaz.
Pero en Caracas la historia es otra. El kilo del popular endulzante puede conseguirse hasta en Bs 7.500.
Estudios de costos de los cañicultores arrojaban a finales del año pasado que el precio del azúcar debía ubicarse en Bs 1.530 para permitir una ganancia de Bs 760 para los agricultores. Sin embargo, el precio fijado por las autoridades apenas cubre 23,5% del valor propuesto.
Anaqueles llenos con productos importados es la norma en la mayoría de los supermercados que exhiben los ítems comprados en el exterior, lo que no ocurre con los regulados. Estos se entregan de manera racionada y en algunos establecimientos se despachan incluso al llegar a las cajas registradoras.
– Por las nubes –
El año nuevo trajo consigo alzas en otros productos importados. En los automercados valencianos y de otras ciudades también es posible adquirir aceite vegetal, harina de maíz, arroz, margarina y mayonesa de soya o pasta, pero a precios inalcanzables para el común de los consumidores.
La harina de maíz tiene un precio de Bs 4.612,50, monto que supera en más de 622% el precio oficial de Bs 639 fijado por la Sundde en diciembre y bastante mayor al estipulado por los revendedores (entre 3.500 y 4.000 bolívares el kilo).
La industria había solicitado al Ejecutivo fijar el precio del producto en Bs 770 el kilo, monto que permitiría cubrir sus costos, obtener una pequeña rentabilidad que permitiera aumentar la producción y cancelar a los agricultores el precio previamente acordado de Bs 243 por kilo de maíz arrimado. Sin embargo, la Sundde hizo caso omiso al acuerdo y fijó el valor del kilo de maíz en Bs 200, mientras que el de la harina lo llevó a Bs 639, cantidad que de acuerdo con los industriales no cubre los costos de manufactura y distribución.
El arroz importado de Guyana o Brasil también ha reaparecido pero con un marcaje de Bs 4.437, valor que supera en 3.597% el último aumento formal aprobado en mayo de 2016 , cuando se autorizó que el kilo de arroz tipo I se vendiera en Bs 120. Hasta diciembre, los bachaqueros expedían el kilo del cereal hasta en Bs 3.800.
La pasta también se consigue, pero el medio kilo del producto brasileño se vende en 3.312 bolívares, 35.247% por encima del monto de venta del producto regulado Bs 9,37 en abril de 2015); mientras que la mayonesa se expende en Bs 5.700 el frasco de 500 gramos, casi tres veces el precio ofrecido en octubre pasado.
El aceite de soya vegetal también brasileño tiene un precio de Bs 7.428, 464% tres veces más en comparación con el precio que tenía el producto en septiembre pasado.
Si bien los precios de regulación con los que se compararon los productos con los precios de mercado son los que publica la Sundde en su página web, es bueno señalar que el gobierno pactó el año pasado con la industria aumentos bajo cuerda que no fueron reflejados oficialmente.