Gastronomía

Ponche Crema: hace 120 años se creó la fórmula de la Navidad

Contamos la historia del Ponche Crema y también algunos secretos de su elaboración. La bebida hoy depende de dos maestros poncheros, que son los únicos que saben y añaden el ingrediente misterioso a la fórmula. Hablamos con uno de ellos. También mostramos la primera botella y la patente firmada por Cipriano Castro

Ponche Crema
Cortesía Ponche Crema
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Cuando los varones de la casa cumplíamos 10 años nos alargaban los pantalones y servían una copa de ponche crema.

Rubén Osorio Canales

Ponches elaborados con lácteos y huevos forman parte de los recetarios en toda Latinoamérica, afirma Miro Popić, en su libro Venezuela on the rocks (caracas, 2018), desde el rompope de México, que según la tradición fue creado –hacia el siglo XVII- por monjas clarisas en Puebla de Los Ángeles, hasta el coquito puertorriqueño que incorpora leche de coco a la lista de ingredientes.

Los venezolanos, especialmente en la región andina, lo disfrutaban con el nombre de Leche de Burra, y en la Caracas de fines del siglo XIX algunos locales, como la popular y elegante La Francia -en plena esquina de Monjas al suroeste de la Plaza Bolívar- la ofrecían a la distinguida clientela con el nombre de ponche.

Este ponche se trataba ya de la bebida “muy consumida en Venezuela especialmente en la época de Navidad y preparada con leche, azúcar, huevos, brandy y vainilla” a la que se refiere Rafael Cartay en el Diccionario de Cocina Venezolana (Caracas, 2005).

Y así fue hasta 1900 cuando Eliodoro González Poleo, venezolano con alma de alquimista, registró la fórmula que aún hoy se mantiene en secreto y que dio origen a una de las tradiciones navideñas más arraigadas en el país: el Ponche Crema.

Ponche Crema
Primera botella de Ponche Crema, hace 120 años

La fórmula de Don Eliodoro

Ponche Crema nace en el año 1900. Prometía ser algo único, irrepetible e inimitable, siempre con la coletilla “único de Eliodoro González P”. Fue registrado como producto de su propia invención, dando prueba de sus ingredientes, pureza y calidad. En 1904, el mismo Cipriano Castro, entonces presidente de los Estados Unidos de Venezuela, hizo constar de su puño y letra el otorgamiento de la patente.

Ponche Crema
Patente de Industria y Comercio, con firma Cipriano Castro

Hoy, 120 años después, la empresa continúa en manos de la familia del creador de la fórmula. Seis generaciones de hombres y mujeres han custodiado la receta, pero también la calidad del producto y el espíritu de la empresa.

Pablo Monsant, presidente ejecutivo de Ponche Crema, enfatiza que a pesar del paso del tiempo “es una empresa de vanguardia”.  Don Eliodoro fue un vanguardista.

Ponche Crema
Eliodoro González Poleo, el creador de la fórmula y de la marca

Para resaltar esa herencia, Monsant cuenta que “a la muerte de Eliodoro, su viuda tomó las riendas de la empresa, se convirtió en empresaria y cabeza de la compañía”, rompiendo las costumbres en una época en que las mujeres se dedicaban al hogar o, a lo sumo, eran telefonistas o maestras.

Pablo asume con orgullo esa condición de vanguardia y la gran responsabilidad  de “manejar la compañía y tener sobre los hombros el compromiso de mantener esta marca para que permanezca en el corazón de todos los venezolanos por lo menos 120 años más”.

A lo largo de más de un siglo, una figura acompaña el trabajo de la familia. Se trata de los maestros poncheros. Seleccionados entre amigos y allegados, son los responsables de custodiar la fórmula, supervisar la producción y añadir a las pailas el ingrediente secreto que da su característico final a la cremosa bebida.

Ponche Crema
Firma de Don Eliodoro González

La fórmula secreta

En la actualidad, la empresa cuenta con dos personas ejerciendo como maestros poncheros. Sus nombres se mantienen en reserva por temas de confidencialidad y seguridad. Uno de ellos cuenta con 25 años en la compañía y este fue su primer trabajo en Ponche Crema: “Yo entré para ser maestro ponchero”, dice.

Hijo de un exdirectivo de la compañía, que ejerció funciones durante 44 años, afirma que conoce la empresa de toda la vida, desde que estaban en Antímano, al suroeste de Caracas. De niño iba a la fábrica y pasaba el día con su papá. Entonces, como ahora, “todo era un misterio. Nadie podía entrar en la sala de las pailas. Nunca pensé que años más tarde sería un maestro ponchero. Yo digo siempre que tengo en la compañía 50 años”:  25 como hijo y 25 como empleado.

En líneas generales se sabe que la “fórmula” está basada en el uso de ingredientes que son naturales.  “Hablamos de leche, huevos, azúcar y alcohol en una combinación que es inalterable, ya que es la esencia del producto”, desliza Pablo.

Linea de llenado de Ponche Crema

Con el transcurrir del tiempo, se han definido controles de calidad y características de los ingredientes: porcentajes de grasa o grado de refinación del azúcar y “quizás en algún momento se ve afectada por la calidad de la materia prima pero nosotros tratamos de corregir eso”, completa.

En este sentido, el maestro ponchero explica que toda la materia pasa primero por control de calidad pero la decisión final es suya. “Si el maestro considera que no sirve, es rechazada. Nosotros directamente tenemos la última palabra o la palabra de mayor peso en todo lo que tiene que ver con el producto”, dice. La razón es garantizar que la bebida salga como la elaboraba don Eliodoro.

Sobre la materia prima, Pablo recuerda uno de los cambios que ha tenido la empresa referido a los huevos requeridos en la preparación. “En un momento Ponche Crema llegó a tener polleras, sus huevos propios y había una máquina rompedora de huevos que separaba las claras de las yemas”. Ya eso no se hace. En la actualidad se compran las yemas directamente.

120 años después

Ponche Crema celebra este cumpleaños con buenas noticias. Recibió una mención Tenedor de Oro de la Academia Venezolana de Gastronomía (AVG) que, en palabras de Pablo, “es un gran orgullo y una gran responsabilidad». El orgullo es porque, después de 120 años, esta receta secreta de Ponche Crema todavía siga recibiendo  reconocimientos.

Diploma Grand Prix de Francia, recibido por Ponche Crema

Continúa Pablo comentando que “cuando Don  Eliodoro salió en 1904 con la botella bajo el brazo por todo el mundo buscando reconocimiento, no se imaginaba que en  2020 el producto estaría recibiendo más premios. Especialmente de una institución tan prestigiosa como la AVG”.

“También es un gran responsabilidad para nosotros de seguir manteniendo esa calidad y seguir respondiendo  y acompañando a todos los venezolanos en la mesa, en las navidades y en todos los buenos momentos que comparten”, puntualiza.

Ahora se hace helado

Este año tan especial la empresa estableció una alianza con Fragolate Heladería Artesanal, empresa galardonada con el Premio Armando Scanonne 2019 de la Academia Venezolana de Gastronomía, para ofrecer al consumidor un helado de Ponche Crema.

Pablo explica que después de muchos intentos y pruebas con otras marcas están felices: “Por primera vez hemos logrado que una compañía de helados haga un receta con los sabores de nosotros. De verdad que te comes el helado de Fragolate y sabe a Ponche Crema”.

ponche crema
Helado de Ponche Crema de la heladería artesanal Fragolate

El maestro ponchero confiesa que sus dos hobbies son  la magia y los helados. “Quisiera poder hacer helados”, dice, y agrega que el de Fragolate tiene el cuerpo y sabor del producto que con tanto celo elabora.

El Ponche Crema café

La tercera novedad es el lanzamiento de Ponche Crema Café. Fue concebido para aprovechar las características diferenciadoras del producto frente a otras cremas de licor saborizadas, y mejorado con respecto a una antigua versión que se llamó Café Crema.

“Tenemos un producto que es 100% natural y nos sentimos muy orgullosos de eso. Estamos motivados a tener 120 años más en el mercado y a ampliar líneas de productos, formas y tiempo de consumo”, reitera Pablo.

Esta ampliación del portafolio vendrá acompañada con la conquista de nuevos mercados de exportación. Pablo aclara que “no queremos perder la venezolanidad y uno de los grandes productos de Venezuela es el café. Por eso es que sacamos un producto con sabor a café”. La marca espera capitalizar la relación entre el Ponche Crema y el café.

El Ponche Crema se percibe como “una bebida muy emocional entre los venezolanos, vinculada al compartir y la unión familiar. Se toma entre amigos y se consume en momentos de celebración. Entonces esto va muy ligado al café. Nada como un cafecito. No hay casa donde no brinden un cafecito. Esperemos que llegue el momento entre los venezolanos que cuando llegues de visita te brinden un Ponche Crema Café”, explica Pablo.

El maestro ponchero, por su parte, comenta los grandes esfuerzos que hicieron en este año de cuarentena para desarrollar el nuevo producto, pero que los motivó la trascendencia internacional que puede llegar a tener en los mercados donde actualmente hay gran presencia de venezolanos debido a las migraciones.  “Llevar siempre un poco de alegría a la Navidad de todos” los inspira.

¿Y ellos, cómo y cuándo lo toman?

Pablo recuerda “clarito la primera vez que tome Ponche Crema, muy joven en mi casa. Fue en un encuentro de esos familiares. Como una gran cosa me permitieron, por primera vez en la vida, tomar licor y el primero fue un Ponche Crema. La verdad es que muy sabroso, empezar con un licor muy fino”, rememora.

Esa tradición de que la primera bebida sea un Ponche Crema se mantiene en muchas casas venezolanas desde los primeros días del siglo XX.

En la actualidad Pablo toma Ponche Crema al final de las cenas familiares y con amigos, pero siempre helado: “Lo metemos en el freezer como una hora antes de servirlo y lo tomamos en la sobremesa”.

“Yo nací con Ponche Crema y tengo 53 años tomándolo”, comenta el maestro ponchero, quien además tiene el privilegio de probarlo caliente y recién hecho cuando sale de las pailas en la planta. En la casa, lo toma siempre “sin hielo”. Recomienda tenerlo en la nevera para que esté bien frío. “Así se mantiene espesito, tiene más cuerpo y se disfruta el aroma. En fin, es mucho mejor”.

“Ponche Crema significa familia”, define el maestro ponchero. Aunque lo toma todo el año, no puede dejar de vincularlo con una temporada que le gusta mucho: la Navidad. Se siente feliz de elaborar un producto que es tan navideño como el pan de jamón y la hallaca: “Somos felices de que nos vean como parte de la Navidad, una época que envuelve a la persona en otro ambiente y  le cambia la sonrisa”.

Para él, definitivamente, “no se puede hablar de Navidad sin mencionar a Ponche Crema”.

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