4 claves que los líderes deben considerar para apoyar a sus jóvenes colaboradores
Ricardo Adrianza propone poner en práctica medidas concretas que permitan a las empresas atender, apoyar y conectar mejor con su joven recurso
Opinión
Una nueva investigación de la organización de salud mental “Sapien Labs” muestra que la mitad de los jóvenes de todo el mundo ha experimentado un deterioro de su salud mental y un deterioro de su “yo social” a raíz de la pandemia.
¡Y no es para menos! La inflación, la pandemia y todos los eventos mundiales que nos empujan constantemente a una eminente recesión son detonantes poderosos para ello. Si a esto agregamos la escasa esperanza de muchos de lograr la independencia financiera y trabajos con climas laborales negativos, estaremos en presencia de situaciones emocionales difíciles de superar.
De allí mi reiterada propuesta en poner en práctica medidas concretas que permitan a las empresas atender, apoyar y conectar mejor con su joven recurso. Debemos entender que lo que antes funcionaba no necesariamente garantiza que funcione en la actualidad.
La desintegración del “yo social” en los jóvenes debería ser una llamada de atención para los llamados líderes de organizaciones ya que, a través de establecer conexiones significativas con estos en el lugar de trabajo, se garantiza la eficacia en la ejecución de tareas y se refuerza la sensación del objetivo cumplido.
Las tendencias son claras y el apoyo estructurado debe ser considerado como un elemento estratégico. Que las políticas escritas no sean más que meros formalismos, y que el interés por el otro sea el eslabón que cimiente la proliferación de empresas positivas y colaborativas.
En definitiva, desarrollar acciones honestas que abarquen el bienestar emocional y que este apoyo sea continuado o, al menos, lo necesario.
Aquel liderazgo que siga apuntando a que en el sitio de trabajo solo se va a trabajar y punto, sin cabida a las emociones, no ha comprendido nada y pronto quedará solo. ¿O es que acaso no han oído que las personas renuncian a sus trabajos, mayormente, por el entorno y sus jefes?
La capacidad de relacionarnos e interactuar con los demás de manera eficaz ha sido crucial para la cooperación humana y la construcción de nuestro mundo moderno. Lo mismo aplica para construir organizaciones sustentables en el tiempo.
Por ello, y para abonar a esa comprensión, comparto con ustedes 4 claves que les permitirá conectar mejor y permitirá influir en una generación tan vulnerable en medio de un ambiente volátil e incierto:
1. Apoyo emocional como aspecto estratégico
Aquí referimos incluir acciones honestas, patrocinadas por la organización, que permitan el control y seguimiento de brechas emocionales de sus empleados.
No pretendo convertir a las empresas en centros médicos, pero sí concientizar al equipo directivo y quienes tengan equipos a su cargo, de la importancia que tiene el manejo de las emociones de sus colaboradores, de la forma en cómo abordarlos y la guía necesaria para encaminarlos en la solución de sus problemas.
Como he dicho antes, un simple ¿cómo estás? no es suficiente en la vorágine emocional en que vivimos, se requiere un algo más que motive a la acción y la muestra de que el bienestar de nuestros colaboradores importa.
2. Tiempo libre remunerado
¿No te ha pasado que, al cabo de unos días intensos de trabajo, donde el estrés cobra fuerza y nubla tus decisiones, que cuando te tomas unos días libres las ideas florecen y te reportas al trabajo repotenciado?
Pues, practiquemos este receso a través de una política estructurada de días de descanso, asignando estos como respuesta a un esfuerzo desmedido o bien como política clara de incluir en la programación un día libre al mes.
Esto garantiza, sin dudas, el regreso de empleados descansados y con máxima energía para cumplir los objetivos trazados.
3. Espacio para compartir inquietudes
La comunicación es un pilar fundamental para la construcción de empresas emocionalmente sustentables.
Crear un espacio común para escuchar las opiniones de tus colaboradores es altamente apreciado por estos y permite monitorear en tiempo real las necesidades y problemas, y así plantear acciones, ajustar políticas y tomar decisiones en busca de mejoras en el clima laboral.
4. Rétalos a nuevos proyectos
Puede sonar contraproducente, pero retarlos a asumir liderazgo e iniciativa en determinados proyectos es un aliciente para motivar la acción de nuestros jóvenes profesionales y alejarlos de la fatiga emocional causada por la asfixia propia que genera las situaciones diarias del trabajo.
En este apartado no excluyo nada. No solo se trata de promover su interés en los asuntos técnicos o proyectos profesionales atados a la misión de la compañía, sino a invitarlos a liderar proyectos relacionados con responsabilidad social, lo que indudablemente incentivará la curiosidad y profundizará la sensación de autonomía y vinculación tan necesaria para no caer en los baches emocionales propios de entornos de trabajo rígidos y demandantes.
Meros ejemplos
No intento enjaular el mar de posibilidades que pueden existir y que seguramente sean aplicables a tu empresa. La lista anterior son meros ejemplos de simples acciones que seguramente reportarán resultados tangibles.
Pero lo que si es necesario entender es que el apoyo emocional no se relaciona necesariamente con el descanso o largos permisos no remunerados. Sí con incentivar a nuestro joven equipo a tomar acción y responsabilidad y que estos se vinculen con su desarrollo y vocación.
En estos tiempos abrumadores, si queremos atraer, retener e involucrar a los trabajadores jóvenes y en general de todas las generaciones, sin lugar a duda, se debe anteponer la conexión humana en todos los rincones de tu organización.
