sociedad

"Aprendiendo a querer" busca construir la mejor versión de cada niño

Provive ha identificado características excepcionales en los niños y adolescentes venezolanos como gran generosidad y muchos talentos diversos. Pero también lagunas en su inteligencia emocional, tolerancia por los atajos y la vía fácil, ambición con poca empatía y mucha procastrinación

Publicidad
"Aprendiendo a querer"

Provive presentó su programa “Aprendiendo a querer”, cuya finalidad es construir la mejor versión de cada niño, niña y adolescente y así contribuir con la disminución de los índices de violencia, bullying, deserción escolar y embarazo adolescente, fomentando la construcción de ciudadanía.

Cultivar la convivencia, el liderazgo positivo y el pensamiento crítico, así como despertar en los niños y adolescentes el amor a vivir en relación con los otros son solo algunos de los objetivos del programa educativo Aprendiendo a Querer que esta asociación civil sin fines de lucro desarrolla desde hace 20 años en el país y otras 28 naciones en cuatro continentes.

Para dar a conocer los aspectos más relevantes de este programa que apunta a la construcción del bien común, Christine de Marcellus de Vollmer, presidente de la junta directiva de Provive, José Antonio Perrella, presidente ejecutivo y Karina Zavarce, gerente general de la organización, se reunieron con la prensa en los espacios de Cafetería Kaldi, en Las Mercedes.

Christine de Marcellus de Vollmer, presidente de la junta directiva de Provive junto a Karina Zavarce, gerente general de Provive

Provive fue creada hace 40 años para defender la dignidad del ser humano, sobre todo, de las adolescentes, mujeres y niños, incluyendo los no nacidos.

“Siempre hemos tenido ese foco de cuidar a los más vulnerables. Todos tenemos valores, pero no siempre los sabemos vivir. Y esa es la clave: enseñar a los niños y adolescentes cómo vivir esos valores, porque son innatos en el ser humano”, señaló Vollmer.

Provive en otros países

Desde su fundación, Provive ha basado su labor en cuatro pilares fundamentales: defensa del derecho a la vida, defensa de la dignidad humana, asistencia integral a la madre y el niño, y educación en afectividad y sexualidad.

Es precisamente sobre estas columnas que el programa “Aprendiendo a querer” se inserta en la estructura escolar de forma sistemática, brindando a los docentes, padres y representantes, herramientas para armonizar el pensar, sentir y hacer en los niños y adolescentes, favoreciendo el pensamiento empático y analítico, la toma de decisiones y la construcción de sus proyectos de vida. La intención es que cada uno pueda construir la mejor versión de sí mismo.

“El programa nació en Venezuela y hoy está presente en 29 países, en América, Europa, Asia y África. Está en los idiomas español, inglés, francés, alemán, coreano, portugués, y húngaro y otros cuatro están en proceso (swahili, polaco, lituano y rumano). En Venezuela el programa se ha implementado en 632 instituciones educativas de 11 estados, pero queremos fortalecer aún más nuestra presencia y llenar el país con ‘Aprendiendo a querer'», indicó Karina Zavarce, gerente general de Provive.

El programa Aprendiendo a querer

De acuerdo con Zavarce, Provive ha identificado características excepcionales en los niños y adolescentes venezolanos como, por ejemplo, una gran generosidad y muchos talentos diversos.

“Pero también hemos encontrado lagunas en su inteligencia emocional, una gran tolerancia por los atajos y la vía fácil; una sana ambición, pero con bajos niveles de empatía; tendencia importante a la procastrinación y, de manera mundial, una sexualización en la narrativa de las redes sociales que distrae, confunde y frena la profundidad de los estudios».

Por su parte, José Antonio Perrella, presidente ejecutivo de la organización, señaló que Provive quiere tocar la mente y los corazones de las juventudes, sobre todo de Venezuela. “Ellos necesitan sembrar dentro de sí valores, virtudes y el carácter que este país necesita para poder emprender un camino de evolución y progreso”.

«Aprendiendo a querer» está en cuatro continentes y 7 idiomas. Foto AFP

“Aprendiendo a querer no es un programa religioso ni ideológico, pero sí profundamente antropológico, aplicado a los tres niveles de la persona: el espiritual, a partir de la inteligencia y la voluntad como factor conductor de la vida; el emocional, donde se ubican los impulsos y sentimientos; y el nivel corporal, a través del que se llevan a cabo las acciones cotidianas. La integración de estos tres niveles propicia la armonización de la persona, el conocimiento de sí mismo, la comprensión de sus propios talentos y debilidades, así como el respeto de los talentos y debilidades de quienes nos rodean”, señala Zavarce.

Carlos y Alicia

“Aprendiendo a querer” narra las historias de Carlos y Alicia, protagonistas de los 13 libros que conforman la principal herramienta del programa, el cual abarca desde el tercer nivel de preescolar hasta el último año de bachillerato, que han alcanzado a 160.000 niños en Venezuela y el mundo”.

Los libros de «Aprendiendo a querer» se centran en las vivencias de Carlos y Alicia

El formato es una narrativa continua acerca de estos dos personajes y su muy variado grupo de compañeros y amigos. Sus aventuras permiten a los estudiantes identificarse con ellos, generar y examinar opciones dentro de sus posibilidades y rutinas. “Sus experiencias son las mismas que viven niños y niñas de manera cotidiana”, dice Zavarce.

El programa se implementa en el aula durante el período escolar, con una lección por semana, “pero cada escuela termina transformándolo y adaptándolo de acuerdo a sus necesidades”, comenta la gerente general de Provive.

Antes de comenzar con el programa, los docentes reciben una formación intensiva de 16 horas. Cada libro tiene a su vez una guía docente que explica al maestro cómo trabajar en el aula con esta herramienta, que es una base para que la creatividad se multiplique de manera exponencial.

Según el seguimiento que ha realizado Provive sobre el programa a escala global, el mismo:

· Favorece el desarrollo social y facilita las habilidades para la vida

· Propicia la empatía, la reciprocidad, la integridad, la humildad, pero también el comportamiento virtuoso a través del hábito.

· Disminuye los índices de violencia, bullying y deserción escolar

· Reduce los índices de embarazo infantil y juvenil, y favorece el vínculo de padres alumnos y escuela, fortaleciendo la comunidad escolar.

· Fomenta la construcción de ciudadanía entre los jóvenes

“Gracias al aporte de padres, organismos públicos y privados, organizaciones nacionales e internacionales, hemos apoyado y queremos seguir apoyando a los niños de nuestro país a crecer en un entorno de valores, donde se sientan seguros, donde tengan capacidad de construir un propósito de vida”, concluyó Karina Zavarce.

Coordenadas

Para más información sobre Aprendiendo a Querer se puede visitar @aprendiendo.aquerer en Instagram, www.aprenderaquerer.org y www.alivetotheworld.org

Y haciendo clic en este enlace se puede descargar un capítulo de las historias de «Aprendiendo a Querer».

Publicidad
Publicidad