Venezuela

Que no se nos olvide…

Sugiero que cada uno de los venezolanos haga una lista de lo que no quiere olvidar, simplemente porque tenemos una memoria corta. Y los pueblos con memoria corta están destinados a repetir sus errores: 

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Foto: Gustavo Vera |EL ESTÍMULO

Que no se nos olvide que la democracia no es gratis. Que hay que trabajarla. Que es el único sistema de gobierno que a pesar de tener debilidades, es perfectible. Que se conquista y una vez conquistada, hay que luchar para que no vaya a venir un demagogo populista a arrebatárnosla. En este mismo sentido, que no se nos olvide lo fácil que es prometer y lo difícil que es cumplir. Que tenemos que huir de los encantadores de serpientes.
Que no se nos olvide, nunca jamás, el discurso de burla, humillaciones, divisiones y odio de Hugo Chávez. Que no se nos olvide su entreguismo a Cuba, su lealtad y fidelidad a Fidel Castro, un asesino de los peores que ha conocido América Latina. Que no se nos olviden sus estrategias, sus repliegues y saltos adelante. Sus mentiras, sus patrañas y sus manipulaciones.
Que no se nos olvide que hay gente menos favorecida que necesita ayuda para salir adelante. Material y espiritual. Que la educación debe ser nuestra única prioridad porque con educación se consigue todo, sin educación no valemos nada.
Que no se nos olviden los nombres de los jueces sinvergüenzas que se han prestado a toda clase de marramuncias. De quienes han deshonrado su juramento de ser justos y ecuánimes. De quienes han enviado a las cárceles a personas inocentes, sólo porque un dictador gritó “¡pongan presa a esa sinvergüenza!”… Que no haya jueces ni magistrados que tengan prontuarios.
Que no se nos olviden los militares del oprobio. Que no se nos olvide lo que es un régimen militar. Que más nunca mande un militar en nuestro país. Que los verdeolivas vuelvan a sus cuarteles y que si vamos a tener Fuerzas Armadas (ojalá que no) no tengan beligerancia ni militancia partidista. Que nunca más los civiles queden subordinados a un militar.
Que no se nos olviden los rectores electorales postrados ante el poder ejecutivo, donde pusieron a la orden su imparcialidad y su honestidad. Tampoco los fiscales y defensores que se prestaron a hacerle la segunda al Ejecutivo. Que no se nos olviden los periodistas que vendieron su alma al diablo. 
Que no se nos olvide la culpa que tiene el gobierno en tantos asesinatos, porque repartió armas indiscriminadamente a los civiles. Que no se nos olvide la ministra de prisiones tomándose fotos sentada en la cama de un pran. Tampoco el entierro del pran donde los reclusos disparaban desde el techo del recinto carcelario, ni las “guerras” entre reclusos y funcionarios, donde los primeros estaban -por mucho- más armados que los segundos. Que no se nos olviden las torturas a las que han sido sometidos tantos presos, en clara violación a nuestra Constitución y a la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Que no se nos olvide el cierre de Radio Caracas TV, de CNB radio, ni el sinnúmero de emisoras que han sido cerradas por ejercer el derecho a la libertad de prensa, ni las constantes amenazas hacia los medios que quedan, una verdadera mordaza a la libre expresión. Que nunca olvidemos los ataques a periodistas. Que no se nos olviden las manipulaciones de masas, los adoctrinamientos, ni la propaganda mal orientada.
Que no se nos olvide el cierre de comercios ni las expropiaciones (en su mayoría despojos) a industrias y fincas productivas. Que no se nos olviden los miles y miles de containers con comida podrida, mucho menos ahora que hay tanta gente pasando hambre.
Que no se nos olviden nunca los corruptos. Sus caras y sus nombres. Para que no tengan paz dondequiera que vayan. Ejerzamos la sanción social. Un corrupto no deja de serlo porque sea alguien conocido. Y como dice la canción “los de cuello blanco son los peores”.]]>

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