De estreno

¿Por qué la bodega española Otazu decidió plasmar a Cruz Diez en sus botellas?

Venezolanidad y pasión por el arte se conjugan en la bodega Navarra que lanzó una edición exclusiva de botellas y estuches con la obra de Carlos Cruz Diez

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La imagen de una hermosa botella de la española Bodegas Otazu se ha hecho viral. Hermosa porque luce una etiqueta cinética y con el sello inconfundible del maestro venezolano Carlos Cruz Diez. Se trata de un proyecto de varias botellas (con sus estuches) para su Cabernet Sauvignon de la línea Vitral. Pero, ¿por qué la bodega española Otazu decidió plasmar la obra de Carlos Cruz Diez en una exclusiva edición de uno de sus vinos tintos?

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Las respuestas son dos: La primera es que Otazu siempre ha estado vinculada al arte. De hecho, su sala de barricas, en la sede de Navarra, a 30 kilómetros de Pamplona, es una especie de galería con diversas obras.

La segunda razón es la venezolanidad. Aunque es de familia navarra de pura cepa. su director Guillermo Penso nació en Caracas en 1982. También vivió en la capital venezolana hasta los 90, cuando sus padres regresaron a la tierra de nacimiento de ellos.

Por eso no es de extrañar que se haya anunciado el proyecto Vitral de Otazu, que plantea que la obra de Cruz Diez, Cromointerferencia de color aditivo, se presente en las botellas y los estuches de una edición exclusivísima su Cabernet Sauvignon de la línea Vitral. La tirada completa se venderá en aproximadamente 2 mil euros, según confesó Penso al mismo diario El País cuando en 2017 anticipo la idea que hoy se hace realidad.

Una escultura une la venezolanidad y la pasión por el arte que se encuentra en Otazu. En uno de los jardines se erige Ascendentes, la obra del artista venezolano Rafael Barrios, hecha en hierro laqueado en rosado que sobrepone figuras geométricas dando la sensación de estar suspendidas en el aire. Es conocida entre los caraqueños pues otra de ellas se exhibe en el jardín de un banco en la urbanización La Castellana.

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Guillermo Penso está al frente de los viñedos y la bodega de su familia desde 2013. Aunque ha hecho de la enología su mundo, se graduó de ingeniero de Telecomunicaciones, con doctorado en filosofía y pasión evidente por el arte contemporáneo. Hace 5 años decidió hacerse al frente del emporio vinícola Otazu, que incluye 110 hectáreas de viñedos en tierras navarras y varias construcciones en el señorío, que data de 1840. 

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En los amplios predios del señorío de Otazu, Penso cuenta con un enorme escenario para las piezas artísticas que tanto le gusta coleccionar. Las luce porque para él, y según declaró en 2017 al diario El País, «una obra artística tiene que ser observada». 

Entre lo que más destaca se encuentran una Menina de Manolo Valdés y los guardianes de Xavier Mascaró , artista francés con ascendencia catalana, que se ven por diversas partes.

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En el señorío de Otazu se pueden observar piezas artísticas de muchos artistas de varios países como Secundino Hernández, Olafur Eliasson, Anish Kapoor, José Manuel Ballester, Daniel Canogar, Ai Wei Wei, Jim Dine y Jaume Plensa.

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