Mijao

En los últimos años, cómo han ido apareciendo en la escena gastronómica de Caracas los restaurantes de comida “fusión”

Fotos: Patrick Dolande
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Utilizan elementos de diversas cocinas —oriental, peruana, italiana, entre otras— para armar propuestas dizque propias e innovadoras. El comodín siempre es el sushi, el “thai” o la comida nikei, para rellenar el menú de ceviches o “rolls”. En muchos casos, hay errores con el concepto y los comedores acaban por convertirse en lo que a mí me gusta llamar un “restaurante de antojo”. Y no porque los clientes van por un antojo en particular, sino porque al dueño se le antojó poner cualquier cosa en la carta.
El restaurante Mijao, en el hotel Renaissance de la Castellana, no necesariamente es la excepción de, esta, mi regla. El menú, denominado por ellos mismos como “Asian Fusion”, si bien no tiene un protagonista principal, son las opciones de la India las que más atraen —con algunos elementos tailandeses y chinos que le pican el ojo al comensal. Sin embargo, se pueden ver alternativas como una ensalada César o una hamburguesa. ¿En serio? Es entendible que la gerencia del hotel quiera complacer a los huéspedes, pero tomando en consideración que el restaurante queda en un hotel, es la cocina del hotel y no la del restaurante Mijao la que debería consentirlos con hamburguesas.
Apartando la contradicción del menú, la cocina de Mijao, en general, se destacó. En primer lugar, y lo más importante, el servicio estuvo impecable. La mesa nunca estuvo falla de un plato limpio o un cambio de cubiertos. Tampoco faltó el exquisito pan naan, típico de muchas zonas de Asia, como la India. El personal, muy atento, se tomó el tiempo necesario para explicar los distintos platillos. Sopas, como una de pollo con leche de coco y jengibre; elementos al wok, como fideos salteados y arroces y pad thai, el que más resalta: pasta a base de arroz, salteada con pollo y carne —generalmente con langostinos o camarones y la infaltable salsa de tamarindo. Como en Caracas hay pocas opciones de pad thai, el de Mijao resalta. Hasta ahora, el más auténtico y gustoso que he probado.
En Mijao se tomaron en serio eso de fusión asiática. Hay un poco de todo, mezclado con todo. Los dim sum de camarones y shumai de pollo, por ejemplo, —que son unas masitas cocidas al vapor, elementos muy conocidos en la gastronomía china— estuvieron excelentes. Los recomiendo de entrada. Los spring roll de pato, también chinos, con variantes vietnamitas y tailandeses, deliciosos.
Las otras secciones del menú se dividen en platos al curry, llamados massaman curry —de origen tailandés— y comida india, con un pollo tandoori y patra ni maachi —o pescado envuelto en hoja de plátano, acompañado de un sabroso arroz jazmín. Tanto el massaman de lomito como el pescado envuelto estuvieron muy bien presentados, bien preparados y satisfactorios de sabor. En cuanto a los postres, no hubo nada que llamara la atención. Quizá porque ya no podía comer más, además, la comida asiática tampoco es muy reconocida por sus postres.
Además de un servicio y de una degustación sobresalientes, lo que más me alegró fue la hora de pagar. Para la cantidad de comida, la relación precio-calidad me pareció excelente. Mijao tiene unos precios justos y competitivos. Sin lugar a duda, es un lugar que se puede ir a probar más de una vez, con un ambiente agradable y servicio impecable, muy difícil de encontrar. ¿Pueden mejorar? Por supuesto. Eliminando las opciones superfluas y de “comodín”. Sí, Mijao se puede convertir en verdadero restaurante de antojos.¡Sigan así!
Iguana Tips:
A probar: Pad Thai y Dim Sum
Estacionamiento: Valet Parking y estacionamiento alterno en la zona, como el edificio Multinvest (donde está El León)
#iguanómetro: 7.8/10


Fotografía: Patrick Dolande.]]>

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