Bolas de plátano, otra forma de pan de esta tierra
Las bolas de plátano están vinculadas al legado que dejaron los africanos que llegaron como esclavos al Oriente del país. Se hacen con plátano verde y plátano pintón juntos
Desde su arribo a estas costas caribeñas, la Musa x paradisiaca, nombre científico del plátano, desplegó todos sus encantos para hacerse imprescindible en la mesa diaria de Occidente a Oriente. En Paria se transformó en bolas de plátano.
La investigadora y académica Ocarina Castillo no duda en incorporar en su libro Los panes en Venezuela (Caracas, 2014) al plátano, en compañía del cazabe y la arepa, pues el plátano originario del Sudeste Asiático (específicamente en la región Indo Malaya) a partir del siglo XVI, se adhirió a la alimentación de esta tierra de gracia.
El estado Sucre, especialmente en la Península de Paria, guarda en sus recetarios la increíble riqueza producto del mestizaje culinario de españoles, africanos, antillanos y franceses.
Precisamente una de esas preparaciones son las Bolas de plátano, hijas de la necesidad de maximizar los recursos que estaban al alcance de todos en las plantaciones, de hecho, algunos afirman que se consumían como única comida cuando no había proteínas disponibles.
Sencillas bolas de plátano
La sencilla técnica de elaboración y los instrumentos usados vinculan su creación a los africanos llegados como esclavos al país. El cocinero e investigador cumanés Víctor Silva basa esta afirmación en la presencia de recetas que aprovechan la misma materia prima en zonas como el municipio Veroes en el estado Yaracuy, donde también hubo fuerte presencia de esclavos.
Víctor resalta además el uso del pilón, que siente reafirma la relación con los esclavos de esta preparación.
“Se utiliza plátano verde mezclado con uno pintón” explica el cocinero, se pelan y se sancochan en agua con sal, se retiran y “se esperan cinco minutos que pierdan temperatura, se llevan al pilón y comienzan a molerse”
Originalmente se les agregaba solo sal, pero en la medida que las familias aumentaban sus recursos se comenzó a incorporar manteca de cerdo o mantequilla. En cualquier caso, luego de amasada la preparación se forma la bola que sirve como contorno del plato.
“Incluso se le puede añadir queso blanco rallado” continúa Víctor, “también la alternativa de comerlas así recién formadas o fritas, e incluso asadas al horno”.
