El estilo de la chocolatería está basado en la armonía de cacaos finos venezolanos con los sabores escandinavos. La medalla de bronce la recibió en la categoría Tabletas con inclusiones y/o infusiones. Para la que desarrolló una barra de chocolate que lleva cacao venezolano como base, infusión de bayas de enebro y polvo de arándanos azules.
Dicha ronda estuvo comprendida por representantes de Suecia, Dinamarca, Finlandia, Islandia y Noruega con un aproximado de 16 casas chocolateras que participaron.
Para Giménez, haber sido galardonada al lado de grandes como Mikkel Friis-Holm (Dinamarca) y Onmnom (Islandia) fue un gran honor ya que ellos son marcas que cuentan con gran renombre dentro de la región.
Motivaciones para participar:
La caraqueña comparte: «Mi amor y pasión por nuestro producto nacional, que es de calidad suprema. Soy una profesional gastronómica, formada en Venezuela, que conoce la riqueza y sabor de nuestro cacao desde las plantaciones. Vivir lejos, me motivó a fundar mi empresa en este país. Extraño muchísimo el sabor variopinto de nuestros cacaos autóctonos».
Corina continúa: «Mi misión ha sido educar a los noruegos sobre el mundo del cacao fino. Aquí todavía son aficionados al chocolate con leche industrializado de mala calidad. Este premio es una motivación a seguir adelante con mi trabajo y contribuir con la promoción de Venezuela desde sus fortalezas y lo positivo que aun tenemos para brindar al mundo».