Para quienes no lo saben, Aroa es la ciudad capital del municipio Bolívar del estado Yaracuy; famosa en tiempos de la colonia por las minas de cobre que pertenecieron al Libertador Simón Bolívar. El nombre de este establecimiento en Miami, hace honor a la herencia venezolana, al trabajo bien hecho y a su creencia en comer de acuerdo con la lógica de la naturaleza.
María Fernanda Vargas tiene una larga y respetada trayectoria en Venezuela en el área de yogurt artesanal con su marca D´light y se sentía tentada por probar suerte en el mercado extranjero. Por eso, junto a su esposo Ricardo Aguerrevere y los hermanos de él, Ignacio y Matea, apostaron por replicar el producto con su know how en los Estados Unidos.
En marzo de este año abrieron las puertas de su local donde no solo hay yogurt sino productos sanos, en porciones decentes y con sabor real, gustoso.
¿Cómo se hace este yogurt?
El yogurt es 100% natural, la leche líquida que utilizan, la traen de Pennsylvania, donde se crían vacas que solo consumen pasto, mejor conocido como grass fed y sin duda, le otorgan un sabor y propiedades increíbles. Además, intentan en lo posible, trabajar con productos locales y lo mejor de cada estado. Todo es orgánico y lo más interesante es que se aprovecha el yogurt en todas sus fases.
Si vas a comer para allá, puedes disfrutar del «Savory yogurt» que está mezclado con especias árabes, también con pesto, queso parmesano y nueces, con crema de zanahorias, limón o el que tiene cebollas caramelizadas, vinagre balsámico e higos en conserva.
En el caso de los «Fruity yogurts», puedes probar las distintas versiones donde la base es la misma, pero unos llevan manzana y canela, otros frutas frescas, mermeladas artesanales, etc. Muchos sabores coinciden con los que se ofrecen en Venezuela.
También cuentan con unos bowls de ensalada súper sanos porque cada ingrediente aporta realmente algo a la salud de quien lo consuma. Sandwiches, sopas, té, café y jugos también complementan la oferta.
No a todos los americanos les gusta comer mal
Entre las cosas interesantes que suceden en Aroa, está el hecho de que el consumidor principal es americano y agradecen que este producto sea artesanal. Cansados de las franquicias y la mala comida, disfrutan saludar a los dueños día a día y que estos los recuerden para ofrecerles el menú del día, como un plato de falafel horneado acompañado con taboule de quinoa.
El espacio es sencillo, lleno de una hermosa luz natural que en sus paredes sirve de galería para exponer artistas y fotógrafos con distintas propuestas que cambian cada cierto tiempo.
Coordenadas para comer un yogurt artesanal espectacular