¿Por qué la burrata se llama así?

La burrata es un queso de origen italiano con una particularidad: tiene dos texturas completamente diferentes entre sí. Es redonda y por fuera es de mozzarella, fino y elástico pero resistente. Por dentro es muy cremosa, hecha de stracciatella o nata.

Es como un globo que, al abrirlo, derrama la cremosidad de su interior. Y es por eso que se llama burrata, porque su nombre viene de burro, que es como se dice en italiano a la mantequilla. Es decir, si se tradujera al español, su nombre sería algo como «mantequillata».

Sin embargo, es mucho menos grasosa que la mantequilla. De hecho, su relleno no puede ser líquido, sino cremoso, y al desparramarse lo hace poco a poco. Bien hecha es de color muy blanco y, si se compara con otros quesos italianos, cuyo origen se remonta a siglos atrás, es de reciente data. Se creó en Puglia, a mediados del siglo pasado, y la burrata de Andra cuenta con Denominación de Origen.

Desde hace pocos años, la burrata se puso de moda, porque, además de su frescura, del juego de ambos tipos de lácteos y de su rico sabor, es visualmente atractiva. Por ello, ya la fabrican en varios países, incluyendo en Venezuela. Algunas marcas respetan el método italiano de producción y suelen ofrecer burratas (o burrate, en italiano) de alta calidad. Las de La Guanota, Quesería Aurora y las de Bufalinda son ejemplo de ello.

Para su consumo óptimo, se sugiere dejarlas fuera de la nevera durante unos minutos antes de comerlas, para que la nata interior recupere su cremosidad original. Se puede comer sola, aliñada con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta, o sobre ensaladas, pastas u otras preparaciones.