Es impresionante salir a la calle, hoy en día, sobre todo si eres nutricionista. En centros comerciales, restaurantes, oficinas y hasta en heladerías, el tópico de discusión parece no variar entre amigas: ¿cómo hago para bajar de peso?
Normalmente callo cuando escucho todo tipo de teorías y una que otra tontería. Después de todo, para mi, cada cuerpo tiene su método y lo que funciona para uno no necesariamente funciona para otro. Sin embargo, con uno que otro estudio (incluyendo una maestría) puedo asegurarles que los errores que cometemos y empleamos tratando de seguir lo que le funcionó a otro, son lo que hace que suene tan complicado el sencillo tema de la pérdida de peso.
Hay personas que bajan de peso en horas, días, pero ¿es esto sostenible? Puede que funcione una vez, quizás una segunda, pero una buena dieta es aquella que no te cambia por días, ni siquiera semanas. Un buen método debe cambiar tu salud de por vida.
Un buen nutricionista te enseña tácticas para manejar tu peso y te da herramientas para sostenerte en ocasiones en las que de ti no dependa lo que comes ese día.
Con esto en mente, les dejo unos consejos para dejar de cometer errores y empezar a jugar la simple matemática del peso.
1. Tus emociones las emites en lo que comes.
Nuestros sentimientos están completamente conectados con lo que comemos. Por eso, comparto este secreto: tú no te sientes mal contigo misma cuando estás gorda. Al contrario, engordas cuando te sientes mal contigo misma. Es un ciclo vicioso.
2. Come de manera consciente.
Y sí, ya sé que de esto hay mil libros, consejos, y artículos. Pero si está tan claro ¿por qué sigo viendo en restaurantes que cuatro de cinco personas están comiendo con el celular en la mano? Debemos aprender a comer sentados, sin distracciones o vamos a cometer excesos.
3. ¡Toma más té!
No entiendo como el mundo no vive de té. Es súper saludable, libre de calorías y hay como 40.000 millones de tipos con 40.000 millones de usos.
4. Deshazte de la tapa del sanduche y la hamburguesa.
No es lo mismo comerte una hamburguesa con dos panes que con uno. Son cambios pequeños pero significantes. No es dejar de comer hamburguesa, solo quitar el pan de arriba. Este simple acto elimina 70-90 calorías del plato.
5. Usa platos pequeños. Sí, comprobado científicamente.
El ojo ve las porciones más grandes cuando las pones sobre una superficie más pequeña. ¡Inténtalo! Y deja de asumir que no va a funcionar.
6. No varíes tanto al principio.
Las repeticiones, aunque pueden ser aburridas son las que crean el ritmo. Deja algunas opciones que te gusten para que las repitas un tiempo. El “tengo hambre, ¿ahora qué cómo? Jamás termina bien en las primeras semanas.
7. ¡Llénate de vegetales!
Una forma simple de bajar de peso es llenando la mitad de tu plato de cena con vegetales.
8. Esconde tus vicios.
Ojos que no ven corazón que no siente. Tener tu chuchería favorita a la vista solo te está tentando. Mientras estés buscando bajar de peso evita tener tentaciones en la casa.
9. Querer siempre bajar más y más sin importar cómo es un error común.
Bajar de peso no es un requisito social sino una decisión que debe ayudarte a sentirte bien contigo misma. El cómo, es la clave del éxito a largo plazo, por eso debes enfocarte en qué funciona para ti y más nadie. ¡Cambia el tópico de discusión!
10. No diet fits all!
Pensar que la dieta que le funcionó a tu prima o amiga tiene que funcionarte a ti es un error; nuestro metabolismo no se parece al de nadie más.
11. No hay idea más tonta en cuanto a bajar de peso que pensar que ¡dejando de comer vamos a deshacernos de los kilos de más!
Cuando dejas de comer tu cuerpo activa ‘el modo supervivencia’, así hace uso de los recursos guardados haciendo lenta o nula la pérdida de peso. Es un mito pensar que tu cuerpo hará uso de la grasita de más para sobrevivir.
12. Levántate temprano.
Según estudios las personas que duermen hasta tarde tienden a comer más durante el día. Al que madruga, el cuerpo lo ayuda ;).
13. Aunque tienes una vida ocupada, es importante dedicar horas específicas para comer, con el fin de acostumbrar a nuestro cuerpo a los horarios, porciones y poner atención en qué y cuánto comemos #CeroExcusas.
14. Si bien es cierto que las harinas, grasas y azúcares contribuyen al aumento de peso, es un error pensar que tenemos que eliminarlas de nuestra vida para siempre. La realidad es que nuestro cuerpo las necesita y debemos aprender a comerlas en una cierta cantidad, con una buena calidad y de una forma adecuada.
15. La pérdida de peso viene mano a mano con la actividad física. Podrás hacer las mejores dietas, pagar millones por unas pastillas milagrosas, pero si no te mueves, de nada servirá. No tienes que ser una triatleta. Con salir a caminar media hora al día comenzarás a ver los resultados. Busca una actividad que ames repetir.
16. H2O, H2O: estamos acostumbradas al café por la mañana, el refresco en la comida, pero ¿y el agua? Un cuerpo bien hidratado elimina la grasa que tenemos de más, las toxinas y hace que nuestra digestión sea mejor previniendo el aumento de peso. Acostúmbrate a pedir agua siempre que salgas y a cargar agua durante el día
17. Las tentaciones están a la orden del día. Los fines de semana es donde más fuerte debes trabajar en mantenerte, ¡todo está al alcance de tu mano! No se trata de decir no, sino de aprender a moderar la cantidad de lo que comes.
18. No abandones tu nuevo estilo de vida. Uno de los errores más grandes que cometemos es pensar que si no pudimos bajar cinco kilos la primera semana de la dieta ¡no funciona! No abandones tus nuevos hábitos alimenticios si es que ya decidiste comenzar, una vida sana requiere de tiempo ¡no te rindas!
19. Distribuye la proteína en todas las comidas. Necesitamos más o menos 1 gr de proteína por kilogramo de peso para subir masa muscular y perder peso. Incluir esta proteína en cada comida y merienda es una buena forma de distribuirla.
20. “Pensar que estás bien, que ya es suficiente…” Siempre hay espacio para mejorar. No sabes lo bien que te puedes sentir, hasta que sientes lo bien que es sentirse sano. ¡Siempre hay algo que mejorar!
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