La Memoria y Cuenta 2015 del Ministerio de Industrias revela también que fallas en la procura de bienes y servicios, la imposibilidad de realizar labores de mantenimiento por falta de repuestos, y los elevados costos de producción dificultan el trabajo de las plantas en poder del Estado.
Tras ocho años de su nacionalización, la industria cementera acusa recibo de la ineficiente gestión con la cual se ha manejado, toda vez que al cierre del 2015 la producción global fue de menos de la mitad de sus potencialidades, situación que indudablemente es la causa de la prolongada y cada vez más acentuada escasez de cemento y concreto.
El pobre resultado está reflejado en la Memoria y Cuenta del Ministerio de Industrias 2015, según la cual las tres principales cementeras del país (Invecem, Venezolana de Cemento y Fábrica Nacional de Cemento) laboraron a 49% de su capacidad operativa conjunta, estimada en poco más de 8,5 millones de toneladas anuales.
El caso más grave es de la Fábrica Nacional de Cemento (FBC) que el año pasado apenas produjo 257.000 toneladas de cemento, es decir, 19% de la capacidad instalada de 1,34 millones de toneladas. La cifra representó que la empresa solo ejecutara 26% de la meta prevista de manufacturar un millón de toneladas.
La Industria Venezolana de Cemento (Invecem), exhibe mejores resultados pero siempre alejados del nivel óptimo, toda vez que 3,90 millones de toneladas de cemento que es capaz de producir, solo pudo colocar en el mercado 64% de esa cantidad: 2,52 millones de toneladas; mientras que en concreto la producción fue de poco más de 178.000 metros cúbicos o 14% de la cota máxima.
A su vez, Venezolana de Cementos (Vencemos) evidenció haber laborado en 2015 a 63% de su capacidad, con la producción de 2,68 millones de toneladas de cemento frente a las posibilidades de manufacturar 4,20 millones de toneladas.
Al igual que Invecem, la producción de concreto de Vencemos fue deficitaria, pues de los 3,30 millones de pies cúbicos que puede manufacturar, en 2015 solo logró comercializar 609.000 toneladas, 18% de la cantidad que podía producir.
En cuanto a Cemento Cerro Azul, empresa creada en 2005 pero que apenas en 2013 logró producir el primer kilo de cemento, los resultados siguen siendo negativos, pues del millón de toneladas de concreto que es capaz de producir solo manufacturó menos de 99.000 toneladas, es decir, laboró a 10% de sus capacidades.
Las factorías muestran un importante incremento de los costos de producción, alza que varía según la empresa y que puede alcanzar hasta 3.900% en los últimos cuatros años.
Las cementeras exponen una camada de problemas similares para justificar el débil desempeño: fallas en la procura de bienes y servicios, imposibilidad de realizar labores de mantenimiento por falta de repuestos, fallas de electricidad, obsolescencia tecnológica de las plantas y, en especial, costos de producción que superan con creces el precio de venta del cemento y concreto.
Cabe señalar que mientras el precio del saco de cemento está regulado en Bs 91, al cierre de 2015 el costo de producción del saco en Cemento Cerro Azul superaba los 183 bolívares, a lo que deben sumarse los costos de empaque, transporte y distribución.
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