El fogón creativo

Almidoncitos: remilgados lingotes de fécula

Compañeros de las meriendas infantiles a la puerta del colegio o de una taza de chocolate o café en casas pudientes - y no tanto-, los Almidoncitos guardan el tesoro del mestizaje entre las recetas europeas y la yuca del suelo americano.

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La chef venezolana Mercedes Oropeza, Premio Armando Scanonne 2005 de la Academia Venezolana de Gastronomía (AVG), explica que la misma granjería se conoce en oriente como coscorrón y en occidente se les llama melindres, así que el nombre de Almidoncitos es característico de la región central de Venezuela.

En el Diccionario de cocina venezolana (Caracas, 2005) de Rafael Cartay se los define como una golosina en forma rectangular y con cortes ligeros en la superficie, afirma el investigador que se elaboran con una combinación de almidón blanco cernido, mantequilla, yemas de huevo, bicarbonato de sodio o polvo de hornear, todo mezclado y horneado.

Cortesía de Mercedes Oropeza

Mercedes aclara que el almidón puede ser de yuca o de maíz y la masa se endulza con azúcar o papelón, lo que determinará el color más claro o más dorado de los almidoncitos.

Al observar los ingredientes de esta preparación se observa una gran semejanza con los alfajores limeños, con la diferencia de que aquellos no utilizan papelón y siempre se hacen con almidón de maíz, el almidoncito resulta así de una textura más bien dura pero que se vuelve polvo al morderlo.

Cortesía de Mercedes Oropeza

Registrados en el inventario del libro Dulcería Criolla de Cecilia Fuentes y Daría Hernández (Caracas, 2004) entre los más tradicionales, los almidoncitos no faltaban en los azafates (bandejas de madera cubiertas con impecables paños blancos) donde esclavas, mujeres libres y dulceros ofrecían en las calles de las principales ciudades del país su golosa producción.

La cocinera y asesora gastronómica Mónica Sahmkow comparó varias recetas de la granjería; finalmente se decantó por una que no incluye huevos y, siguiendo una sugerencia que le hizo una seguidora de su cuenta en Instagram, probó derretir la grasa con el papelón, lo cual produce una mezcla homogénea que es más fácil de trabajar.

Mónica explica que el almidón de yuca otorga una textura que “seca la boca” característica de los Almidoncitos, efecto que no aporta el almidón de maíz.

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