The Juice House, un espacio creado por caraqueñas en Barcelona

Bienmesabe: ¿Por qué apostar por este concepto?
The Juice House: Existe una realidad que a ambas nos preocupaba: nunca había existido tanta producción de alimentos en el mundo. Sin embargo, nunca hemos estado peor alimentados, a nivel nutricional, digamos. Eso nos generó muchas inquietudes.
Cuando nos mudamos a España, cada una a lugares diferentes, notamos cómo lo que se vendía en los mercados estaba pre-hecho, súper empacado o cómo los tomates no se estropeaban en las neveras.

Notamos también que nuestros cuerpos habían cambiado y esto nos llevó a investigar y así a conocer el tipo de cocina que buscamos promocionar en el Juice, que en realidad se parece mucho más a cómo comían nuestros abuelos o bisabuelos.
Apostamos por la tendencia clean-eating porque casi no existían estas opciones en este país y sabíamos que habían más personas como nosotras en búsqueda de una manera más responsable y equilibrada de alimentarse que no sacrificara el placer de comer.

BMS: ¿Ustedes comen en casa igual que en Juice house?
The Juice House nació porque comíamos en casa de este modo y necesitábamos ver más opciones de este tipo cuando salíamos a comer. Hace cinco años compartíamos recetas de smoothies, de algún postre o plato, eso que era una afición, se convertiría, sin que lo supiéramos en esa época, no sólo en una idea de negocio sino en un oficio.
BMS: ¿Quién diseñó la propuesta?
Todo lo hemos hecho entre nosotras dos, pero hemos tenido la ayuda invaluable de mucha gente profesional que son amigos cercanos. Las ilustraciones de Bianca Yéspica, la gráfica es de Francisco García, el diseño interior y el mobiliario de Rafael Giner.

En cuanto a la propuesta gastronómica pasamos el año antes de abrir haciendo «food camps». Varios fines de semana pasábamos en la cocina de una u otra probando recetas e invitando a amigos para ver las reacciones. Lo que teníamos muy claro era que queríamos romper el estigma de que la comida saludable es aburrida y no puede ser rica.

También llamamos a uno de mis amigos de la infancia, Oswaldo Brito, quien fue por muchos años profesor de la escuela Hoffmann y es uno de los chefs y propietarios del restaurante Mano Rota, para que nos asesorara y, aunque al principio le parecía un sinsentido, casi una locura montar un restaurante sin freidoras, ni foie poco a poco, fue entendiendo a lo que queríamos llegar y nos hizo varias sugerencias que aún podemos ver en nuestra carta.

BMS: ¿Cuántos venezolanos trabajan con ustedes?
De momento solo nosotras dos. Pero por la plantilla han pasado unos cuatro. La verdad la nacionalidad no influye a la hora de escoger a alguien en cocina o en sala; lo que nos interesa es encontrar cierta sensibilidad, empatía por el proyecto, así como cierta agilidad que viene dada por la experiencia.

¿Cuáles son los platos estrella del lugar?
Depende de la hora a la que vengas. Por ejemplo, en el desayuno los pancakes de avena y chía cubiertas de nuestra nutella vegana y fresas, el bowl de açai y si quieres algo salado, el bagel de salmón o los huevos al horno con mousse de aguacate y queso de cabra.
A la hora de comer o cenar los favoritos son el salmón crispy, el tataki de bonito, el super food bowl y los zoodles capresa.

BMS: ¿Es posible triunfar en el extranjero? ¿cómo?
Por suerte sí, pero no es nada fácil. Hay muchos factores que tienen que alinearse y esos son el trabajo, la perseverancia, la fe ciega en tu proyecto y uno que va más unido a la suerte que es el timming.

5 tips que pudieran compartir para emprender afuera.
No creemos que existan fórmulas, tampoco golpes de suerte pero podríamos mencionar estos cinco apartados:

• Investigar mucho sobre lo que quieres hacer.
• Escribir los mandamientos del proyecto, que no importa el tiempo que pase no pueden ser resquebrajados.
• Ver cuál es la demanda pero sobre todo la oferta que hay en el mercado donde buscas llevar a cabo el proyecto.
• Buscar asesoría de gente con experiencia en el medio que quieres emprender. También buscar organizaciones que puedan guiarte. En la capital catalana contamos con el organismo «Barcelona Activa», ellos hacen asesorías de forma gratuita para hacer que tu idea de negocio se convierta en un plan de negocio.
• No desfallecer y poner una fecha límite para hacerlo: Nunca vas a estar 100% listo para hacer nada, nunca algo va a ser perfecto, cuando esté cercano a ello buscar el coraje para sacarlo adelante.

BMS: ¿Quiénes son sus clientes?
Gente que trabaja y vive cerca de nuestro barrio, Sant Antoni-Poble Sec así como muchos extranjeros del norte de Europa, Australia o Estados Unidos, el 70% del tiempo hablamos en inglés y seguro tiene que ver con que este tipo de alimentación que tiene tiempo ganando adeptos en estas latitudes.

BMS: ¿Cuál es la tendencia en sabores, platos o ingredientes? ¿Qué están buscando los comensales?
No hay una tendencia específica. Hay platos que se pueden inclinar a sabores italianos, otros que pueden tener toques asiáticos así como latinoamericanos, pero nosotros en lo que trabajamos es en respetar los ingredientes en su estado más puro, por lo que cuidamos mucho a nuestros proveedores. El género tiene que ser de la mejor calidad; si es así no hay que hacer magia, solo tratarlo con cariño y sazón. Los comensales lo que están buscando son platos ricos, que los hagan sentir satisfechos, sin tener remordimientos al subirse a la báscula, pero sobre todo, sin sacrificar el placer de los sabores. Y por supuesto, un lugar donde los hagas sentir cómodos, los trates bien, como si estuvieran en casa.

BMS: ¿Para ustedes, cuáles son sus platos preferidos?
Es una pregunta muy difícil de responder. Piensa que la carta que tenemos es de alguna forma el menú de nuestros sueños; ahí puedes encontrar todos los platos que nos encantan o esos que mientras fuimos haciendo pruebas nos sorprendieron mucho.

Alguna anécdota que quieran compartir
Hay varias, que nos remiten a los inicios. Siempre recordaremos nuestro primer evento de calle. Aún no habíamos abierto y teníamos que hacer 300 zumos en nuestra casa usando por primera vez el juicer que compramos la primera vez (juicer que decidimos vender después de dos pruebas), no solo quedaron las paredes con trazos de zumo de espinacas y remolachas, hubo un problema con el lavaplatos y se nos inundó la cocina a las 10:00 pm. Tuvimos que llamar al novio de Dani y a un par de amigos para que nos echaran una mano porque el evento empezaba a las 6:00 am. Contra todo pronóstico y con las caras y ropas llenas de fruta, lo logramos, pero esa noche en vela nunca la olvidaremos.

Tampoco olvidaremos el mes de agosto de 2013 que picamos paredes y pintamos nuestro local, pasamos el mes más caluroso del año entre pintura y polvo, con la ilusión de hacer nuestro proyecto realidad. El valor que se le da a las cosas cuando se hacen de cero y se hacen con el sudor propio es infinito.