En esta segunda entrega del seriado Buen apetito, señor presidente, comentamos las costumbres del general que mandó en Venezuela entre 1935 y 1941. Eleazar López Contreras daba valor a la vida familiar con rutina fija y de domingos familiares con hervido de carne y verduras
Lo primero que se conoce al indagar sobre la vida del General en Jefe y Presidente de la República, Eleazar López Contreras, es que era poco aficionado a salir de casa para hacer vida social en restaurantes y fiestas. Era rutinario y muy conservador como buen andino nacido en el siglo XIX en Queniquea, estado Táchira.
Su nieto Eleazar Parra pasó la infancia y adolescencia en la casa de La Castellana, junto a su abuela María Teresa Núñez Tovar de López Contreras, y recuerda muy bien la rutina diaria del abuelo, quien bajaba las escaleras todas las mañanas para tomar el desayuno que consistía en avena, previamente colada, para quitarle los grumos, y arepas.
Todos los domingos se preparaba el comedor principal y se ponía la mesa con los mejores manteles y la vajilla más importante para recibir a la familia e invitados especiales con el fin de compartir un sustancioso hervido de carne con verduras variadas y plátano que debían ser sancochadas, porque como buen andino, no le gustaban las frituras, según explica su hija Checheta López Conteras. También se ofrecían ensaladas y dulces criollos en almíbar, siempre de confección netamente casera, que eran los preferidos del anfitrión.
Existía una regla, de estricto cumplimiento para los caballeros, no estaba permitido estar en el comedor sin chaqueta. Si alguien por descuido no la tenía, las “miradas torcidas”, muy propias de la época, se clavaban en el infractor.
El General en Jefe López Contreras tenía la afición de preparar el coctel que ofrecía a sus invitados dominicales. Esta mezcla era con brandy y un polvo de cacao para lograr el combinado Brandy Alexander. No había llegado la era del whisky.
López Contreras, el presidente de la “calma y cordura”, no frecuentaba restaurantes y era muy moderado en sus gustos.
Bibliografía general de la serie «Buen apetito, señor presidente»
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Nota de la directora: Todos los jueves presentaremos un nuevo capítulo de la serie Buen apetito, señor presidente, escrito por el periodista, investigador y cronista Alberto Veloz Guzmán. Esta es la segunda entrega. Si quiere leer el primer capítulo puede hacer clic aquí o en la siguiente nota:
En esta nueva entrega del seriado sobre las preferencias gastronómicas de los presidentes de Venezuela, hablamos de Pérez Jiménez quien, a pesar de la fastuosidad de las fiestas oficiales, mantenía en la mesa familiar sus costumbres andinas
En esta cuarta entrega del seriado Buen apetito, señor presidente, hablamos de las preferencias de Rómulo Ángel del Monte Carmelo Gallegos Freire, presidente intelectual y novelista que tenía clara preferencia por la comida auténticamente criolla