3 datos para conservar el jamón por más tiempo
Sabemos que el mejor lugar para guardar embutidos y fiambres es la nevera pero... ¿qué parte? ¿Y cómo debemos preservarlo?
Sabemos que el mejor lugar para guardar embutidos y fiambres es la nevera pero... ¿qué parte? ¿Y cómo debemos preservarlo?
Existen maneras sencillas de alargar la frescura del jamón, y otros embutidos, que compramos para consumir en casa. El lugar de la nevera donde los guardamos e incluso la forma cómo lo hacemos puede ayudar a que permanezcan como recién comprados algunos días más.
Obviamente, no es lo mismo un embutido curado que unos fresco, que es más vulnerable a los cambios de temperatura y al paso del tiempo. Entre los que más debemos cuidar están los jamones o pechugas de pavo o pollo que compramos rebanados. A continuación, y siguiendo las orientaciones del staff de la tienda especializada en charcutería Qué Jamón, ofrecemos 3 tips para preservarlos mejor:
El mejor sitio es guardarlo en alguna repisa de la nevera lejos del bombillo que se enciende cada vez que abrimos la puerta. Estar sometidos a continuos golpes de calor emanados por el bombillo, puede alterar la composición de jamón y, en general, de todos los embutidos.
A menos que se vaya a cocinar, los embutidos siempre deben estar lejos de cualquier foco de calor, como hornillas, hornos, airfryers en funcionamiento o ventanas por donde entre mucha luz solar.
Si el jamón o cualquier fiambre se compró rebanado, lo ideal es guardarlo una lonja sobre otra, para que entre ellas se cubran y preserven. Además hay que cubrirlas con papel film para evitar que entre aire o en un envase hermético. Así no se resecan.
El jamón debería consumirse en un plazo de 3 a 6 días después de comprado, siempre chequeando que esté en buenas condiciones y siempre que haya permanecido refrigerado. La temperatura perfecta para conservar los embutidos es entre 2 y 6 ºC.
La exposición del jamón al ambiente debería ser la menor posible, para evitar que se reproduzcan bacterias. Más por que-jamon.com/