Navidad

Tradiciones, rituales y creencias se unen para celebrar el Año Nuevo: ¿cuál es la tuya?

Desde darle la vuelta a la manzana con una maleta para atraer los viajes hasta comer 12 uvas antes del “cañonazo”, a lo largo y ancho del mundo son muchas los rituales que se realizan en la noche de Año Nuevo

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El Año Nuevo es una época llena de tradiciones que varían en todo el mundo. En muchas culturas, la víspera de un nuevo año es el momento preciso para realizar ciertos rituales que tienen significados simbólicos profundos. Algunas de las más conocidas son quemar figuras de Año Viejo, llevar ropa interior de colores específicos, recorrer las calles con una maleta de viajes, hacer metas u objetivos de Año Nuevo, entre otros.

Una de las formas más deliciosas de celebrar el cambio de año es a través de la comida. Desde platos simbólicos que representan la prosperidad y la buena suerte, hasta antiguas supersticiones que rodean ingredientes específicos, las tradiciones culinarias de Año Nuevo ofrecen una fascinante mirada a las creencias y costumbres de diferentes culturas.

Estos son algunos de los alimentos que se pueden consumir en la noche de Año Nuevo y que, se cree, simbolizan algo específico:

Uvas

Es una tradición es especialmente popular en países de habla hispana como España y algunos países latinoamericanos. Se come una uva con cada campanada del reloj a medianoche, lo que se cree que trae buena suerte para cada mes del año que comienza. También hay quienes dicen que con cada uva se pide un deseo que se cumplirá en el nuevo año.

Foto de Luis Quintero. Pexels

Lentejas

Es una tradición muy común en Estados Unidos y en Alemania que se ha extendido a otros países. Se piensa que estos granos se asemejan a las monedas y traen buena suerte y prosperidad. Este ritual en particular tiene algunas variaciones: unos se comen las lentejas, otros las guardan en sus bolsillos y otros avientan un puñado al aire, pero todos con la intención de atraer prosperidad.

Foto de Muverrihhanim. Pexels

Agua

El “baldazo” es muy común en países como Uruguay; consiste en tirar un balde de agua por la ventana hacia la calle y se cree que esta se lleva lo malo del año viejo y le da la bienvenida a la prosperidad que trae consigo el año nuevo.

Foto de Hilary Halliwell. Pexels

Limón

Se cree que los limones pueden ayudar a limpiar las energías y hacer esto para la última noche del año ayuda a comenzar un nuevo año con buen pie. Basta con cortar un limón en cuatro partes y ubicarlos en las esquinas de la casa. Cuando empiecen a secarse, es tiempo de retirarlos junto a toda la mala vibra que podía haber.

Foto de Lukas. Pexels

Arroz

Se dice que colocar un plato de arroz en el medio de la mesa de la cena de Nochevieja puede atraer prosperidad y riqueza durante el Año Nuevo, este grano está destinado a anunciar una buena cosecha y algunas personas incluso colocan una vela con aroma en el medio del plato para agregar aún más significado.

Foto de Polina Tankilevitch. Pexels

Laurel con azúcar

Según el Feng Shui, mezclar el azúcar con hojas de laurel es uno de los rituales más poderosos para manifestar prosperidad y buena suerte en el Año Nuevo. Simplemente combine los dos ingredientes en un bol y queme una hoja de laurel para limpiar la casa y declarar abundancia.

Foto de Karolina Grabowska. Pexels

Champagne

Se ha convertido en una tradición levantar una copa de champán para brindar, especialmente en la víspera de Año Nuevo, cuando se cree que esta época presagia prosperidad para el próximo año, un nuevo comienzo y muchos éxitos.

Foto de cottonbro. Pexels

Estos rituales no solo reflejan la importancia de la comida como fuente de nutrición, sino también como un medio para expresar deseos de buena fortuna, salud y felicidad. A través de estos rituales culinarios, las personas no solo honran sus tradiciones y creencias, sino que también encuentran consuelo y esperanza para el futuro.

La diversidad de estas prácticas alimentarias en Año Nuevo es un recordatorio de la riqueza cultural que existe en todo el mundo y de cómo la comida puede ser un poderoso vehículo para transmitir significados profundos y valores compartidos.

Fuentes: El Comercio, Gastrolab.

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