De exportación

¿Qué cocina la chef Fabi Fajardo para la nobleza española?

Esta vez le dedicamos este espacio a Fabiola Fajardo quien desde agosto deleita las redes con su cuenta en instagram @lookwhaticookedtoday

maria fabiola fajardo revollo
Foto @corilanda
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Fabiola se fue a vivir a Barcelona de España cuando tenía 18 años. Empezó a estudiar ciencias políticas pero después de un año se convenció de que eso no era lo suyo y se fue a estudiar cocina en la reconocida escuela de cocina Hofmann de la que se graduó en 2012.

Mientras finalizaba la carera, consiguió un contrato en New York con el restaurante Eleven Madison Park, poseedor de tres estrellas Michelin y que está como el tercer mejor restaurante del mundo según el listado 50 Best.

La cocinera admite que tanto el trabajo como vivir en dicha ciudad fue una gran experiencia. Luego se fue a trabajar a un restaurante kosher de la cadena Ara Caracas en Miami, llamado Fresko donde trabajó dos años en cocina y en pastelería y eso le abrió otras puertas ya que se interesó mucho por la pastelería.

En 2015 regresó a Barcelona para volver a la escuela donde se formó como cocinera, esta vez para tomar el curso profesional de pastelería. Mientras tanto, trabajó como chef de un restaurante llamado Bogart, donde tuvó la oportunidad de crear la carta.

Para agosto de este año la recomendaron para que hiciera suplencia como chef privado en casa de una familia influyente y de la realeza española, donde actualmente todavía trabaja.

La cocinera comparte: «Es un trabajo increíblemente divertido, donde puedo crear algo nuevo cada día, no tengo casi límite de gastos y eso me permite cocinar cosas que en un restaurante o para mí, no podría comprar. Cada día voy a La Boquería, que es el mercado más famoso de acá, donde venden productos de todas partes del mundo, aprendo mucho hablando con las personas de los puestos que tienen años trabajando ahí, saben recetas y saben productos de temporada. Saben cuándo son mejor y cuando no. Es decir, saben todo lo que cualquier cocinero desearía saber»

La venezolana no se queda quiera y aprovecha para dar clases de cocina a grupos y de vez en cuando, cuando le queda tiempo, ofrece un catering.

Fajardo comparte: «Estoy agradecida con Dios por haberme dado esta oportunidad, porque además de trabajar en lo que me gusta, estoy llevando mi creatividad a otros niveles y estoy ampliando mis conocimientos mientras disfruto haciéndolo. Barcelona es increíble, una ciudad que nos ha abierto las puertas a miles de venezolanos. A pesar de ello, no veo la hora de regresar a Venezuela y poder trabajar y echarle pichón mucho más de lo que pueda hacerlo aquí… Venezuela duele cada día, pero muy a pesar de ello, doy gracias a Dios por abrirme otros horizontes».

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