Naiboa, la yuca amarga que se hace dulce
Uno de los panes de esta tierra, el casabe, se combina con el producto de la caña de azúcar para ofrecer lo que fue merienda por excelencia de muchos venezolanos: la alimenticia y sabrosa naiboa
Uno de los panes de esta tierra, el casabe, se combina con el producto de la caña de azúcar para ofrecer lo que fue merienda por excelencia de muchos venezolanos: la alimenticia y sabrosa naiboa
La yuca amarga, procesada en Venezuela desde tiempos ancestrales para extraer el ácido cianhídrico HCN (ácido prúsico), es la materia prima para la elaboración del casabe, y una de las preparaciones elaboradas a partir de este pan nativo es la naiboa.
La llegada de la caña de azúcar a estos suelos, con su consiguiente procesamiento en los abundantes trapiches, dio origen al papelón, muy usado en la dulcería tradicional venezolana y como edulcorante en la vida diaria de muchos de sus habitantes, especialmente los menos favorecidos económicamente.
La naiboa combina el casabe con el papelón dando lugar a lo que Miro Popic, periodista e investigador gastronómico ha llamado un dulce de pobres, por lo barato de sus ingredientes y lo accesible que era para todos.
Así la naiboa se convirtió en la merienda por excelencia, especialmente de los más pequeños, que podían así disfrutar del dulce sin los elevados costos de la harina de trigo o los dulces en almíbar.
El mismo Miro afirma que se trata del primer dulce “netamente venezolano” por la combinación de ingredientes y procesos que abarca su elaboración.
La elaboración de la naiboa parte de la misma harina obtenida del rallado y prensado de la yuca amarga, con la que se forman pequeñas tortas redondas sobre el budare, alcanzada la cocción por un lado se espolvorea abundantemente con papelón rallado y se agrega otra capa de la misma harina de yuca antes de voltearla para completar el proceso.
Otras versiones agregan también queso rallado, e incluso conservas de frutas, sin embargo, la más sencilla -solo con papelón- fue la que se popularizó, especialmente en el Oriente de Venezuela.
Muy vinculada a las regiones menos urbanizadas y distantes de los centros de poder, la naiboa no ha dado el salto a los anaqueles de supermercados o a las mesas públicas a diferencia de su progenitor, el casabe, aunque sí se puede encontrar este dulce en mercados populares.
Nota: todas las fotos de esta nota fueron tomadas en el estado Monagas.