Amadeo Mazzucatto fue un hombre importante en la Caracas gastronómica de los años 80 y 90. Con sus restaurantes sirvió a los comensales venezolanos platos italianos con sabores tradicionales, pero preparados con cuidadas técnicas de cocina y servidos con maestría.
Este patriarca de la cocina italiana, falleció ayer 8 de agosto en Caracas, a los 86 años.
Amadeo, Marco Polo (el más famoso) y La Locanda del Patriarca fueron los restaurantes en los que Amadeo Mazzucatto mostró la culinaria de su Italia, específicamente de la región del Véneto, donde nació en 1936. Llegó a Venezuela aún adolescente, a los 18 años, pero ya tenía estudios de cocina, que había formalizado en la Escuela de Hotelería de Abano Terme.
Amadeo Mazzucatto, siempre con los buenos sabores
Según contó el periodista Alfonso Molina en su blog Ideas de Babel, el joven Amadeo siguió dedicado a los fogones, como ayudante de cocina primero, en conocidos restaurantes de esa Caracas cosmopolita de mediados de los 50. Estuvo en La Pérgola, Jockey Club y La Belle Epoque, entre otros.
Amadeo Mazzucatto en su época de restaurador. Foto cortesía de Ideas de Babel / Alfonso Molina
En ellos aprendió alta cocina francesa, la favorita de los comensales capitalinos en ese entonces. Y fue un poco lo que mostró en Amadeo, el restaurante que abrió comenzando la década de los 70, hasta que a mediados de los 80 se decantó por difundir exclusivamente los sabores con los que creció: los italianos, y abrió el recordado Marco Polo, en Campo Alegre.
En 2008, y después de algunos años de descanso, volvió al ruedo de la restauración, esta vez con apoyo de su hijo Sandro. El escenario de la aventura fue el Centro Plaza, donde abrió La Locanda del Patriarca. El fuerte del menú siguió siendo la comida italiana, pero la carta también reflejaba algunos de sus grandes éxitos culinarios, algunos con visos franceses e incluso venezolanos.
En la memoria de la buena mesa venezolana aún queda el retrogusto de famosos platos con signature de Amadeo Mazzucatto. Se recuerdan el aguacate forrado en hojaldre, la sopa de mejillones, los vermicelli Parlemitani con pesto de aceitunas, alcaparras y anchoas, el risotto de bacalao, el lomito con uvas y oporto, el ossobuco al vino con risotto de azafrán, los ñoquis de yuca a la napolitana, la panacotta, el tiramisú y los semifreddi con confitura de arándanos.
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