Las regiones en BMS

7 recetas de dulces mirandinos para festejar a San José

En Venezuela, varias poblaciones del estado Miranda tienen por patrón a San José. Como parte del festejo se preparan diferentes dulces, cuyas recetas compartimos

dulces mirandinos
Texto y fotos: Carlos Vidal @@eldeliverycv
Publicidad

San José es una figura principal del sincretismo católico. Tiene su sitial en el calendario religioso pues, según las Escrituras, crió a Jesús y era esposo de María. Su fiesta es el 19 de marzo, y coincide con la cuaresma. Es muy celebrado en todo el estado Miranda donde se preparan distintos dulces en su honor.

En Venezuela, el estado Miranda es multicultural y su geografía es especialmente montañosa, atravesado por el río Tuy, desde el oeste hasta la extensa costa que va desde Chuspa hasta Machurucuto. Todas sus zonas convergen en una maravillosa dulcería criolla y de tradición.

A continuación, algunos de los dulces con los que se celebra a san José.

Dulces para San José

Cafunga de origen africano

dulces mirandinos san José
Cafunga

En el este del estado Miranda se encuentra la zona donde recaen los vientos que soplan desde el Oriente del Mar Caribe: Barlovento.

En toda esta franja costeña y adentrándose en la zona poblada hasta Caucagua, tenemos una cultura que proviene en su mayoría de ascendientes africanos.

De allí nace la cafunga, dulce preparado artesanalmente y transmitido oralmente por las familias que se establecieron en la zona.

Sin embargo, no es popular o no se ha extendido aún con sus virtudes de sabor, color y textura, que le dan un especial puesto en el riquísimo recetario de la dulcería mirandina. El cambur es su ingrediente principal, fruta muy dada en la zona por sus condiciones geográficas y climáticas.

Para que se deleite con este manjar, le dejamos la receta de la señora Victoria Mayora, de quien tuvimos la dicha de disfrutarlos y los hacia inmejorables.

Ingredientes

4 cambures maduros

3 cucharadas de papelón rallado

100 gramos de coco seco, rallado

1/4 de cucharadita de anís dulce molido

1 taza de harina todo uso, tamizada

Una pizca de sal

4 hojas de cambur, lavada y pasada por fuego

Preparación

Monte un budare a fuego medio. Tome los cambures y realice un puré.

Mezcle el coco rallado con la harina, el anís, sal y azúcar al gusto. Combine bien hasta conseguir una masa uniforme y consistente.

Amase por partes y forme unos bollitos como pequeñas hallaquitas y colóquelas en las hojas de plátano. Envuélvalas, ciérrelas y amárrelas.

Póngalas al budare. Sabrá que están listas al escuchar con un toque, un sonido como el de una arepa tostada.

Son deliciosas acompañadas con sirope de papelón o su versión salada con mantequilla y quesito blanco rallado.

Majarete multicultural

dulces mirandinos san José
Majarete

Recorriendo sus parajes en medio de costa y montaña llegamos a la zona de Higuerote, Mamporal y la Laguna de Tacarigua, donde se puede disfrutar de ese riquísimo flan de coco que llamamos  majarete, por esa textura gelatinosa que tiembla al servirse.

Este postre tiene varias versiones dentro de la dulcería regional en el país, pero lo que hace especial al majarete mirandino es su tradición sincrética, ya que se prepara especialmente en época de cuaresma y Semana Santa.

Sus ingredientes son coco, harina de maíz, azúcar, canela y clavos de olor. Hasta un dicho en el refranero popular se ha ganado: ¡Está más liso que majarete volteado!

Aquí le damos una receta de cómo prepararlo fácilmente:

Ingredientes

Medio kilo de harina de maíz precocida

1 litro de leche de coco fresca

300 gramos de papelón

1 lata de leche condensada

300 gramos de azúcar

Unas ramas de canela y canela en polvo

Sal al gusto

Preparación

Se vierten los ingredientes en una cacerola, se remueve con paleta de madera hasta que la mezcla tome cuerpo.

Bajar el fuego y se coloca en platos hondos para moldear. Se sirve frío.

Berengue para beber

dulces mirandinos
Berengue

El berengue es un típico postre del catálogo de dulces mirandinos, no tan conocido o popular en la mesa venezolana, pero desde lo más profundo del acervo cultural gastronómico de este pluricultural estado, lo traemos para su deleite.

Es un postre «líquido», que se bebe en vaso.

Ingredientes

Coco en trozos, cambur titiaro picado y leche. Todo al gusto.

Preparación

Todo se mezcla en un recipiente, como si fuera una tizana. Se puede endulzar si se quiere.

Es un secreto de Barlovento que endulza nuestro paladar.

Jalea de mango

dulces mirandinos
Jalea de mango al estilo mirandino

Miranda es tierra caliente y tropical en gran parte de su geografía, de allí la espléndida adaptación del árbol de mango, fruto de procedencia asiática.

El mango tiene virtudes que abarcan saciar el hambre, nutrir con vitaminas y minerales y bondades medicinales. Pero nada mas sabroso que una tarde con un buen trozo de jalea de mango y galletas para merendar.

Desde marzo hasta julio es la época de cosecha del fruto que llegó para quedarse en esta tierra de gracia.

La jalea de mango del acervo de los dulces mirandinos se hace con mangos pintones que deja ese riquísimo sabor acido que explota en el paladar.

Ingredientes

12 mangos un poco verdes

Azúcar en la misma cantidad que pese la fruta

Preparación

Se colocan los mangos pelados a sancochar en una olla hasta que se ablanden.

Quitar la pulpa, se cuela y se añade el azúcar.

Se lleva al fuego y se remueve incansablemente con una paleta de madera hasta que hierva y tome el punto deseado.

Se vierte en un recipiente y se sirve frío

Flan de auyama

dulces mirandinos

El flan de auyama ha salido del ingenio popular, al llevar una de las hortalizas más versátiles, económicas y fáciles de sembrar y de comprar.

Ingredientes

1 kilo de auyama

2 cucharadas de mantequilla o margarina

1 ramita de canela

2 cucharadas de maicena

1 cáscara de limón verde

2 cucharada de vainilla

1 pizca de sal

1/2 kilogramo de azúcar

1 litro de leche

Preparación

Sancoche la auyama en trozos, sin cáscara, y coloque una pizca de sal

Por separado, colocar un recipiente con la leche, el azúcar, la rama de canela, la cáscara de limón y, finalmente, cuando hierva se agrega la maicena.

Con la auyama blanda se hace un puré y se van agregando los ingredientes antes mencionados poco a poco, revolviendo constantemente con una paleta de madera, hasta que quede con buen cuerpo.

Se vierte en un molde con paredes acarameladas, se guarda en la nevera y se sirve frío.

Como caído del cielo: dulce de cabello de ángel

8. CABELLO DE ANGEL

Este postre tiene arraigo en todo el país, pero en especial en la zona de Altos Mirandinos, donde el fruto con el que se hace, se cultiva más.

Es un dulce que suele comerse en las fiestas decembrinas.

Este sabroso postre debe su nombre a las hebras que forman la pulpa de la fruta que semejan unos dorados cabellos de esos seres maravillosos del sincretismo e imaginario popular.

Podemos decir que es un dulce almibarado como los que abundan en nuestro gran abanico de sabores de postres nacionales, pero su textura y sabor es única.

Ingredientes

1 kilo de cabello de ángel

3/4 de litro de agua

½ kilo de azúcar blanca

½ kilo papelón troceado

1 cucharada pequeña de vainilla

Preparación

La fruta debe ser cortada a lo largo, para que no se cercenen las fibras o hilachas del cabello de ángel y se sancocha en suficiente agua.

Se preparan dos almibares: uno con papelón y el otro con azúcar blanca, por separado. En una olla, se vierten los almíbares y la fibra del fruto y se deja al fuego medio, limpio de semillas. Cuando el almíbar luzca transparente, se le añade la vainilla. Debe servirse frío.

El secreto mejor guardado: conserva de cidra

9. DULCE DE SIDRA O POMELO

Como corolario, les traemos desde la población de Guatire, el dulce de cidra (con «c» que la diferencia de la bebida alcohólica), también conocida como pomelo, toronja o grape fruit.

Guatire es hoy una ciudad dormitorio pero no siempre fue así. Antes, era un lugar alejado de la capital, que albergaba a numerosas familias inmigrantes que legaron dulces como el de cidra.

En referencia a la elaboración de esta riquísima conserva se encuentran en las crónicas de la población que los primeros en elaborarlas fueron las familias Portto y Oramas.

Se recuerda también a la matrona de Guatire conocida como la negra María de Jesús Tachón, una de las principales curtidoras de toronjas de la zona en La Cruz de Guatire, que, con sus dientes de oro y su eterna pañoleta en la cabeza, le daba ese sabor único dulce y amargo de la conserva de cidra o pomelo.

Una historia familiar

Las matronas de nuestra familia Oramas comenzaron a elaborar este delicioso postre de manera muy artesanal en la Hacienda El Empedrado. Cocinaban las frutas para el dulce en unos calderos de bronce enormes con fuego de leña, que estaban empotrados y eran muy similares a los woks chinos.

En aquellas ollas muy negras y curtidísimas de tanto uso, impregnadas de tiempo, sabor y paciencia donde removían las confituras con paletas que parecían unos remos.

El dulce quedaba al dente con una textura especial, que ninguna receta podía copiar, solo el ojo sabio de la cocinera lo sabia dar. Casi no se vendía el dulce en la puerta de la casa, porque ya estaba comprometido desde que se recogía la cosecha de las frutas.

Esta deliciosa conserva tomó tal fama que era regalo obligado a dignatarios y distinguidos visitantes al pueblo, costumbre a la que dio inicio el presidente Rómulo Betancourt.

Aquí les presentamos la receta de Ana Teresa Oramas (1888-1978), a quien llamaban «La Musiua» y era bisabuela de quien escribe este texto.

bisabuela oramas
Ingredientes

Pomelo, azúcar y agua.

Preparación

Se debe limpiar la fruta y rallar la cáscara. Luego, cortar la fruta en trozos y despulpar. Esa pulpa se coloca en agua con sal, mínimo por tres días. El agua debe cambiarse en las mañanas.

Después de esos tres días, o más, se escurren los gajos de fruta manualmente, se cuelan y se reservan.

Se pone a hervir agua. Cuando hierva se colocan los gajos y se deja cocinar hasta que ablanden. Se dejan enfriar y se aprietan para sacarles el agua.

Finalmente, se pesa la fruta y se pesa 2/3 de la fruta en azúcar. Con ella se hace un almíbar y cuando esté a punto se le agrega la fruta hasta que tomen un provocativo color dorado.

El golfeado sigue siendo el rey

golfeados
Golfeados. Foto archivo

Este postre lo traemos como un bono pues, aunque no ofrecemos la receta, es mirandino y contamos con muchos sitios donde disfrutarlo.

El icónico postre petareño es el de más popularidad en el país de los dulces mirandinos, su glorioso sabor entre papelón, queso y su tierna masa, hace del golfeado, una especialidad.

Los golfeados tienen un aire acinnamom rolls americanos, caracolas francesas o los chelsea bum ingleses, pero sólo se conserva la relación con la forma y se diferencia, en el uso del papelón y se hace mucho más notable agregándole el queso al manjar de origen petareño.

Desde su humilde nacimiento han pasado muchos años, cruzando por panaderías que se han hecho famosas por sus deliciosos golfeados, hasta convertirse en el motivo de la creación de franquicias.

Los orígenes del popular dulce retraen al principio del siglo XX en la casa de los hermanos María y Genaro Duarte en Petare, al extremo este de Caracas, donde sus aromas de pan horneado con anís y papelón de caña de azúcar, cautivaban a los transeúntes.

La receta de estos fabulosos postres se fue haciendo cada día más popular y así llegó a varios sitios y se convirtió en un dulce emblemático en Los Teques, capital del estado Miranda.

Publicidad
Publicidad