¿Tequeño de Oreo? Sí, existe, y el de golfeado también
Con su marca Kurvan, el chef King Sam Chang ofrece los tradicionales tequeños de queso pero también otros sabores muy originales. Eso sí: todos llevan queso en el relleno, lo que en muchos casos hace un enfático contraste dulce-salado
Lo primero que hace alguien al ver el tequeño de Oreo por primera vez es alzar o fruncir las cejas. Lógico: es un tequeño negro y su apariencia sorprende. Al morderlo es fácil descubrir de qué es: primero por el aroma, que es el típico de la crema, y luego por su sabor, que recuerda a la galleta tipo americana, a pesar de que también lleva queso.
El tequeño de Oreo es una creación del chef King San Chang para su marca Kurvan, que se destaca por ofrecer tequeños de sabores muy originales, incluyendo golfeado, Nutella y, en fechas especiales, hasta sabor a churro. También ofrece los tradicionales de queso tipo Paisa, que conforman el 70% de sus ventas, y otros como queso amarillo, queso blanco con pepperoni, plátano con queso y uno que también tienen otras marcas porque es una combinación muy caribeña: guayaba con queso.
En todos los casos, la masa de los tequeños es delgada. «El 90% de los tequeños de Kurvan es relleno», dice King. Y, también en todos los casos, los tequeños tienen queso, incluso si el sabor dominante es dulce.
«Tequeño sin queso no es tequeño», sentencia King que continúa: «Y, además, tiene que ser frito».
El tequeño de Kurvan pesa entre 25 y 30 gramos, tiene un toque hojaldrado en la masa y una nota dulce que se siente. Se elaboran en la misma tienda, en un cubículo transparente detrás del mostrador, y cualquiera puede ver la faena. Los vende listos para comer en el local, donde cuenta con algunas mesas al frente, congelados o ya listos, en cajas (o boxes, como llama a los combos) para llevar a casa.
Actualmente, elabora entre 2500 y 3000 tequeños al mes. La mayoría se vende directamente, en tienda o delivery, pero también surte a dos restaurantes de Galipán y uno de Caracas.
Sabores poco comunes
En su «laboratorio», como llama a su taller, King tiene 36 sabores ya probados, pero en el menú de Kurvan siempre hay ocho. Para fechas especiales, lanza alguno en edición especial, como hizo para el Día de los Enamorados con el de churros.
Estos son algunos de los sabores que destacan en del menú actual que destacan:
Tequeño de Oreo
Después del tradicional de queso, el tequeño de Oreo es el más vendido de Kurvan. Tritura la galleta tipo americana en la masa, lo que le da el color negro, y la crema la suma al queso en el relleno.
Tequeño de golfeado
A la masa base de todos los tequeños de la marca, King les añade anís y melao de papelón hecho con especias dulces y lo mezcla con todo. Dentro lleva
Tequeño de Nutella
Lo que diferencia este tequeño de otros hechos con chocolate es que también lleva queso blanco. Al morderlo, la Nutella (solo usa la marca original) se desliza tibia por el tequeño y hace un contraste dulce-salado con el queso blanco tipo Paisa.
Tequeño de queso amarillo
Este sustituye completamente el queso blanco por un amarillo tipo Edam que funde y derrite muy bien.
Tequeño de pepperoni
Lonjas del embutido envuelven el tuco de queso blanco del relleno de este tequeño. Es otro de los más pedidos entre los comensales arriesgados.
King juega mucho con esa recurrente combinación dulce-salada muy presente en las culinarias de la región Central y el Oriente de Venezuela y en el estado Zulia. La masa de todos los tequeños tiene una marcada nota dulce que contrasta con lo salado del queso. Con los demás rellenos, enfatiza o matiza ese juego de sabor tan venezolano.
Las ideas de King
King diseñó sus tequeños con sabores rompedores hace cinco años, cuando vivía en Miami, donde tenía un foodtruck de pepitos guaros. Este chef nació en Barquisimeto hace 30 años y estudió cocina en el instituto San Ignacio de Loyola en Miami, la ciudad donde pensaba establecerse. Y así habría sido si la pandemia no se hubiera entrometido, dejándolo «atrapado» en Barquisimeto, donde estaba de visita.
«Con el mundo entero en cuarentena, el foodtruck en Miami estaba cerrado, sin producir nada. Y yo, metido en la casa, sentí que tenía que hacer algo para producir ingresos. Decidí lanzar mi línea de tequeños de sabores, la misma que ya había diseñado y probado en Miami», cuenta.
Confiesa que no esperaba el éxito que tuvo. «Fue tanta la receptividad que, aquí me tienes: decidí abrir una tienda. Y, cuando me tocó volver a Miami me di cuenta que ya no quería irme».
Kurvan está en la planta baja del nuevo Sambil La Candelaria y, dentro de algunas semanas, se estrenará en Sambil Chacao. Además de tequeños ofrece café y helados en barquilla y en merengadas. «Pensamos qué armonizaba bien con los tequeños y optamos por los helados. Lo sorprendente es que, en unidades, vendemos a veces más barquillas que tequeños», dice.
A King, el negocio de la cocina no se le hace ajeno. Creció inmerso en él. Su papá fundó el primer restaurante chino de Barquisimeto, que aún funciona bajo la dirección de su madre. Así que para este chef, la relación con los proveedores, la escogencia de los insumos, el manejo gerencial del negocio y la atención a los comensales es algo natural.
Dónde. Planta baja del Sambil La Candelaria. Muy cerca de Farmatodo.
Horario. De lunes a domingo, en el mismo horario del centro comercial.
Precios. Estos son algunos: Bandeja surtida de 14 tequeños (el cliente escoge los sabores), 10,49. Bandeja de 14 solo queso blanco, 8,49; cono de 6 unidades de queso, 3,49; de Nutella y queso, 5,49 y de tequeño de Oreo, pepperoni y queso, o golfeado, 4,99 y de guayaba y queso o plátano y queso, 4,49. Tequepops (mini tequeños), 10 unidades por 3,49.
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