En una orilla del mar de acuarelas del lago Atitlán, las aldeas de la cuenca de "Tzununá" son desde hoy el ejemplo del futuro que Guatemala anhela para sus comunidades rurales: un mañana próspero, en el que la desnutrición sea ya solo un mal recuerdo y los niños vuelvan a soñar
La inauguración de un nuevo centro de salud y recuperación nutricional y dos escuelas públicas, con una inversión de 5,1 millones de quetzales (661.779 dólares), marcó esta mañana un punto y seguido de este proyecto, impulsado desde hace más de cuatro años por la Fundación Castillo Córdova, el brazo social de la empresa Cervecería Centro Americana.
«La construcción del centro de salud nace en respuesta a la problemática social que enfrenta la población de Santa Cruz La Laguna, quienes padecían de desnutrición crónica y carecían de una infraestructura adecuada para una atención en salud de calidad. Y por primera vez los niños de la aldea de Tzununá y Pojomel contarán con escuelas», afirmó Eduardo Castillo, director del proyecto.
La inauguración de estas infraestructuras forma parte de un proyecto holístico para el desarrollo rural de la zona, que en 2017 cumplirá cuatro años, y que se ha mostrado como un ejemplo para el futuro de Guatemala, subrayó en el evento el presidente, Jimmy Morales, quien celebró la implicación de empresas como Cervecería Centro Americana en la modernización del país.
Actualmente, la tasa de desnutrición en Guatemala supera el 52 por ciento y la promesa del nuevo Gobierno es lograr reducirla en 10 puntos porcentuales durante su mandato de cuatro años, un reto de enorme dificultad en opinión de expertos internacionales, pero que tiene en el proyecto «Tzununá» un faro de esperanza.
En apenas tres años, en las aldeas de esta región, la desnutrición se redujo un 4,8 por ciento y la anemia que los menores padecían en 2013 ha sido completamente erradicada.
El concepto integral de «Tzununá» trabaja también en el ámbito de la educación, con una reducción del analfabetismo del 50 por ciento en 2012 al 34 el pasado año y una espectacular disminución del abandono escolar hasta el 1 por ciento, y en el sector empresarial: la capacitación de los líderes locales se ha transformado en 173 empleos directos.
Asimismo, se han creado tres empresas rurales, incluido un restaurante, dos proyectos de comercialización agrícola y artesanal y seis proyectos productivos como panaderías, librerías o farmacias.
Además, se han reforestado 122 hectáreas y se han plantado más de 107.000 árboles frutales.
«Es un modelo a replicar», apunta Odet Muralles, otra de las responsables del proyecto.
A diferencia de otros programas, «Tzununá» huye del modelo asistencialista de desarrollo e implica a las poblaciones locales en la financiación de los trabajos.
El éxito de»Tzununá» va más allá de los datos: la mayor parte de los presentes hoy en el acto celebraban con algarabía la inauguración de las nuevas infraestructuras, mientras los más pequeños jugaban con globos de helio.
«La situación ha mejorado mucho», reconoce Olga María, quien pasea por el campo aledaño al nuevo centro de salud con su pequeña Magdelana, de un año, en su espalda.
Esta sonrisa aliviada, fugitiva de un pasado de miseria, la comparte también Clemente García, quien tras toda una vida a este lado del lago es consciente del cambio para mejor que se ha producido en estos últimos años: «Antes no había nada. Ahora hay médicos para los niños», afirma.
El de hoy es solo un paso más en el proyecto «Tzununá», la inauguración de un moderno centro de salud, con servicios de atención general, enfermería, ginecología, odontología y nutrición; y de la remodelación de dos escuelas para alrededor de 500 alumnos.
«Tzununá» beneficiará directamente los 8.000 habitantes de la cuenca de Santa Cruz La Laguna.
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