Garibaldi y Antica Riserva, dos aproximaciones al Toscano
Estas líneas del celebrado tabaco italiano representan la mejor puerta de entrada a los sabores del Toscano y una de sus ligas mejor logradas

Estas líneas del celebrado tabaco italiano representan la mejor puerta de entrada a los sabores del Toscano y una de sus ligas mejor logradas
Siempre que uno habla de este tabaco hay que decir que es “raro”. Para quien no lo conoce, claro está. Su forma no guarda relación alguna con el vitolario global en materia de cigarros de tripa larga, su sabor es bastante particular y la forma de fumarlo –cortado a la mitad- podría considerarse una aberración si se aplica a otro ejemplar que no sea un Toscano.
Digamos, mejor, que el Toscano es una fumada “muy original”. Y lo es. Con una historia que se remonta a 1815 y en la que intervienen un aguacero en Florencia que empapó un enorme lote de hoja de tabaco Kentucky, más el azar de algunas decisiones, se hizo un espacio que ninguna otra marca le ha podido arrebatar. Y ahí sigue, acumulando ya casi treinta presentaciones diferentes. Hablemos de dos de ellas.
Por supuesto que el nombre de esta línea honra –se lanzó en 1982 por el centenario de su muerte- a Giuseppe Garibaldi, el militar y político italiano que fue uno de los artífices de la unificación de Italia y quien también dejó su impronta en naciones latinoamericanas, especialmente en Uruguay. Pero esta no es una clase de historia, así que a fumar.
Apenas abres la caja de cartón de esta presentación de cinco unidades, es como si estallara una pequeña bomba de efluvios acumulados. El aroma es dulzón, meloso sin excesos y esa es la idea que te haces de inmediato sobre cómo será la fumada. La hoja de la capa -pese a las “imperfecciones” habituales en los Toscano- es brillante y sorprendentemente sedosa. Aunque en este punto, el aroma ocupa toda la atención.
Cortado y encendido, las primeras bocanadas confirman las impresiones olfativas. Esperaba mayor intensidad por el recuerdo de otras líneas de la marca que se produce en las fábricas de Lucca y Cava dei Tirreni, pero el Garibaldi resulta agradablemente equilibrado, gustoso y sin asperezas. Con una fortaleza de suave a media, es –seguramente- una buena puerta de entrada para empezar a engancharse al peculiar sabor de los Toscano.
En el Garibaldi, el “ataque” al paladar es un tanto más sutil y progresivo que en otras líneas y esto es justamente porque sus hojas tienen solo seis meses de fermentación. En el caso de los Toscano es así: más fermentación, mayor intensidad.
En materia de sabores, predomina el tono dulzón que se mantiene a lo largo de toda la experiencia y que es especialmente persistente en el retrogusto. También entrega un toque “ácido” interesante pero difícil de describir y que –la verdad- anima y parece refrescar la fumada. Y, por supuesto, hay evocaciones de madera, café y frutos secos que se alternan entre bocanadas.
El Toscano Garibaldi está hecho con capa de tabaco Kentucky cultivado en Italia y curado al fuego, y su liga combina materia prima del mismo tipo de tabaco cosechado tanto en Estados Unidos como en la provincia de Benevento, en la región de Campania.
Si el Garibaldi es bueno para empezar a adentrarse en el catálogo de Toscano, el Antica Riserva es cosa de ya iniciados. Es uno de los topes de línea, joya de la casa. Hay quien llega a compararlo con un buen brandy y a lo mejor no exagera.
Como en todo Toscano, la liga del Antica Reserva es de hoja Kentucky, incluyendo una capa cosechada en Estados Unidos. Lo que hace la diferencia es su guarda de 12 meses. Y lo que explica que modere su intensidad -a diferencia de otros con el mismo envejecimiento- es el nivel medio de su fermentación.
Su aroma al encenderlo, las primeras bocanadas… ahí está todo lo que uno quiere de un Toscano, il sigaro dalla pancia larga: ese perfume «mineral», la paleta de sabores característica de la casa -madera, frutos secos, café- y especialmente el efecto de la fermentación de la hoja que está en el ADN de la marca.
Por supuesto, en comparación, la del Antica Riserva es una fumada con mayor intensidad tanto en la bocanada como en el retrogusto y si prestas atención no tardas mucho en entender que debes llevarla adelante con calma, sin prisas innecesarias. En el arranque se percibe astringente, amarga y con leves toques picosos. Y está ahí la percepción de reciedumbre que te invita a bajar la velocidad y que indica que posiblemente sea una buena idea servirte un destilado o un café como armonía para el momento.
Tras esas primeras percepciones, el paladar se ajusta -incluso sin la bebida- y la liga entrega sus sabores -una percepción dulzona aparece- y la experiencia, a ese ritmo, resulta agradable, cremosa y no vas a resistir la tentación de encender la otra mitad que está ahí, esperando por ti.
No es común que los expendios de tabaco en Venezuela vendan Toscano, pero la tienda de conveniencia-bodegón Mil Ochenta Zip Market -en la estación de servicio de La Ciudadela, Caracas- suele tener algunas presentaciones, como las comentadas aquí.
Más sobre tabacos en@vitolario