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"Detrás de sus ojos": explicamos el final y lo que se sabe de una segunda temporada

Se ha convertido en uno de los grandes éxitos de Netflix, este año. ¿Por qué? La respuesta está en un cierre que nadie esperaba. ¿Podría haber una continuación? Ideas sobran

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Detrás de sus ojos

Llegó sin bombos ni platillos, pero «Detrás de sus ojos» se ha convertido en uno de los grandes éxitos de Netflix. Ya sea por nuestro histórico amor por los culebrones o porque las secuelas de la pandemia aún nos permite pasar mucho tiempo en casa, lo cierto es que la serie creada por Steve Lightfoot ha sido muy bien recibida por los usuarios del servicio de streaming en todo el mundo.

Así que si estás leyendo estas líneas, es porque ya la viste y conoces el triángulo amoroso entre Louis (Simona Brown) su jefe, David (Tom Bateman), y la esposa, Adele (Eve Hewson). Igual, si solo entraste al artículo por curiosidad, aquí va la sinopsis que podemos ver en el fichero virtual, IMDB: «(La historia) sigue a Louise, una madre soltera con un hijo y un trabajo a tiempo parcial en la oficina de un psiquiatra. Ella comienza una aventura con su jefe y entabla una extraña amistad con la esposa».

Y antes de entrar en materia, puedes revisar el tráiler:

De posesiones y otros demonios

No hay una manera elegante de decirlo: «Detrás de sus ojos» parece, en sus primeros capítulos, un thriller de medio pelo, con pretensiones eróticas, algo que muchos venezolanos vimos en aquel espacio llamado «Cine prohibido», que transmitía RCTV y que tenía a Shannon Lee Tweed como estrella principal.

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Y en honor a la verdad, cuando Tom Bateman, el psiquiatra, entra en acción, provoca apagar la televisión. Pero hay algo que te mantiene enchufado y te impide tomar el control para cambiar este culebrón con tintes de fantasía y terror.  Y ese «algo» es el rostro de Hawson.

La mirada de esta actriz, hija de Bono, el cantante de U2, hipnotiza y da miedo a la vez. Funciona como contrapeso el buen hacer de Brown, con la que empatizamos de inmediato. Tan extraña combinación, entre una propuesta kitsch y la curiosidad por conocer cómo se va a desatar la locura contenida de Adele, permite que la serie nos seduzca. Eso y el ridículo, forzado y sorprendente final. Sí, todo eso unido.

¿Por qué sorprendente? Porque cuando esperamos que esto tome el camino de «Atracción fatal», nos lanzan una de posesión de cuerpos y almas, al estilo de «The Skeleton Key», que protagonizó Kate Hudson en 2005.

En «The Skeleton Key», entendemos al final de qué va tanto misterio: la búsqueda de la vida eterna, usando los cuerpos humanos como recipientes. Es decir, si un anciano  deseaba perpetuar su vida en la tierra, solo debía hacer un ritual y traspasar su espíritu a una persona más joven. Una premisa parecida la vimos años después en la ganadora del Oscar, «Get out».

En «Detrás de sus ojos», quien deseaba tener la vida de Adele no era la amante de su esposo, Louis, sino un personaje que parecía menor en la trama: Rob (Robert Aramayo), a quien vemos abajo, en la foto, muy tranquilito como si no rompiera un plato.

Como se recordará, Adele conoció a Rob en el psiquiátrico y se hicieron muy buenos amigos. De hecho, se hicieron tan íntimos que ella le enseñó su súper poder: la capacidad de abandonar el cuerpo terrenal, para viajar como una especie de cuerpo celestial y por lo tanto, trasladarse a otros lugares sin que nadie lo note.

Así, en el sexto capítulo, se nos muestra gráficamente que Rob manipula a Adele para practicar ese viaje astral. Cuando llega el momento de que cada lucecita-alma, al modo de Campanita de Peter Pan, ingrese a su respectivo cuerpo, el drogadicto hace trampa y se mete en el de su amiga. A partir de allí, el resto es cantar y tejer: mata a su excuerpo (en el que habitó brevemente Adele), tirándolo en el pozo.

De tal manera que cuando comienza la historia y Louis conoce a David, el psiquiatra ya no está viviendo con su esposa sino con Rob, que ha tomado posesión del físico de la mujer. Luego, en el cierre de la serie, cuando está a punto de peder a su amado, se repite esta operación, solo que ahora Rob-Adele conquista el cuerpo de Louis. Y colorín colorado, a la negrita le quitaron el tumbao, pareja y hasta el hijo.

¿Habrá segunda temporada?

Es clave recordar que la primera temporada se basa en el libro de Sarah Pinborough. De tal manera que no hay material escrito para trabajar en una saga. Pero eso no detuvo la continuación de otros shows basados en obras sin secuelas literarias, como «Big Little Lies» y «The Handmaid’s Tale».

La autora no formó parte de la primera temporada, sin embargo le dijo a Express.co.uk que actualmente no tiene conocimiento sobre una segunda temporada. «Me interesaría ver a dónde lo llevarían, ya que es un final bastante cerrado. Pero si le va bien, nunca se sabe», dijo.

Incluso Hawson quedó tan contenta con el resultado, que le gustaría interpretar a Adele de nuevo. «Realmente amaba tanto a este personaje, principalmente por el giro. Nunca me había divertido más interpretando a un personaje en mi vida. Si pudiera interpretar a Adele hasta el día en que muera, no me importaría», afirmó a Collider.

Sin embargo, ni Netflix ni los productores de la serie han hablado, por ahora, de una continuación. Apenas se sepan más noticias sobre una continuación, actualizaremos esta nota.

¿Qué podríamos ver en la segunda temporada?

El intercambio de miradas entre Rob-Louis y el hijo, en la escena final, da para una continuación. El chico sabe que esa  no es su madre, desde que la ve una vez que el drogadicto a tomado la posesión del cuerpo. Esto se reitera cuando discuten sobre viajar en barco, algo que no le gustaba a la Louis original. Sería bastante interesante ver a este chico y a David, tratar de desentrañar qué ha sucedido o que el protagonista intente vengar a sus dos amores.

Por otro lado, el libro de Pinborough se desarrolla mejor cómo Rob-Louise perjudica a Adam, algo que no vimos en la primera temporada. Sería escalofriante, aunque bastante atractivo.

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